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¿Qué es la amigdalitis?

La amigdalitis es una inflamación de las amígdalas y suele deberse a una infección causada por virus o bacterias. Las amígdalas son unos bultos de tejido ubicados a ambos lados de la parte posterior de la garganta y ayudan al sistema inmunitario a proteger al cuerpo de las infecciones. Las amígdalas inflamadas se ponen de color rojo y se hinchan, y pueden provocar dolor de garganta.

¿Cuáles son los signos y los síntomas de la amigdalitis?

Las amígdalas inflamadas se ven hinchadas y de color rojo, y pueden estar cubiertas por puntos o un revestimiento de color amarillo o blancuzco. Un niño con amigdalitis puede tener:

¿Cuáles son las causas de la amigdalitis?

La amigdalitis suele ser causada por un virus como los siguientes:

La amigdalitis también puede ser causada por bacterias, especialmente por los estreptococos del grupo A. En este caso, la infección recibe el nombre de faringoamigdalitis estreptocócica. En muy pocos casos, la amigdalitis puede ser causada por otra cosa que no sea una infección.

Las personas de cualquier edad pueden tener amigdalitis, pero es más frecuente en los niños que en los adultos. Las faringoamigdalitis estreptocócicas son más comunes en niños y adolescentes de entre 5 y 15 años.

¿Cómo se diagnostica la amigdalitis?

Los médicos preguntarán por los síntomas y examinarán al niño. Observarán el interior de la boca, la parte posterior de la garganta y el cuello.

Es posible que el profesional del cuidado de la salud use un hisopo de algodón blando para tomar una muestra de las amígdalas y la parte posterior de la garganta. Esta muestra:

Si el análisis rápido no muestra la presencia de estreptococos, el profesional del cuidado de la salud dependerá del cultivo para hacer el diagnóstico final.

Es importante que llame al profesional del cuidado de la salud si su hijo tiene síntomas de amigdalitis.

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¿Cómo se trata la amigdalitis?

El tratamiento depende de la causa de la amigdalitis:

  • si la causa es un virus, el cuerpo combatirá la infección por sí solo
  • si la causa es una bacteria, el médico recetará un antibiótico. Ayude a su hijo a tomar el antibiótico tal como se lo indicaron. Esto ayuda a aliviar los síntomas rápidamente e impide el contagio de la infección a otras personas.

    Es importante que termine de tomar todo el antibiótico recetado (aunque el niño se sienta mejor en unos días). De lo contrario, la infección podría regresar. Esto también ayuda a prevenir otros problemas de salud causados por los estreptococos del grupo A, como la fiebre reumática (que puede causar daños en el corazón), enfermedades renales o infecciones más graves en otras partes del cuerpo.

En casos excepcionales, si las amígdalas de un niño se infectan mucho o son tan grandes que le impiden respirar bien durante la noche, el médico o un otorrinolaringólogo pueden recomendar una amigdalectomía (cirugía para extirpar las amígdalas). Las amigdalectomías solían ser muy comunes. En la actualidad, los expertos utilizan guías para decidir si la extirpación de las amígdalas es el mejor tratamiento. En general, se considera una amigdalectomía si un niño tiene siete episodios de faringoamigdalitis estreptocócica en un año, cinco episodios en dos años consecutivos o tres episodios en tres años consecutivos.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a sentirse mejor?

Asegúrese de que su hijo beba mucho líquido y descanse lo suficiente. Si tragar le causa dolor, sírvale líquidos y alimentos blandos. Algunos niños prefieren bebidas calientes, como sopa o té con azúcar. Otros niños prefieren la sensación de frío en la garganta, como batidos de leche, licuados, helados de agua o de crema. Los niños mayores pueden chupar caramelos duros o pastillas para la garganta.

Puede darle un analgésico, como paracetamol o ibuprofeno, para el dolor de garganta. Pero no le dé aspirina ni otros productos que contengan aspirina porque los niños corren el riesgo de sufrir el síndrome de Reye.

La mayoría de los niños que están tomando antibióticos pueden retomar la escuela cuando ya no tengan fiebre y después de haber estado tomando antibióticos durante al menos 12 horas.

¿Es contagiosa la amigdalitis?

La amigdalitis es contagiosa. Otras personas se pueden contagiar al hablar, estornudar, toser o estrechar las manos.

¿Es posible prevenir la amigdalitis?

Intente mantener a los niños alejados de una persona con amigdalitis o dolor de garganta y asegúrese de que todas las personas de la familia se laven las manos con frecuencia y de manera adecuada.

Si una persona de la familia tiene amigdalitis, mantenga los vasos y los utensilios que usa para comer separados, y lávelos con agua caliente y jabón. No debe compartir los alimentos, las bebidas, las servilletas o las toallas con otros integrantes de la familia. Después del tratamiento, y una vez que ya no contagie, dele un nuevo cepillo de dientes.

¿Qué más debería saber?

Si el dolor de garganta empeora, en especial de un lado, llame al médico. Podría ser una señal de un absceso periamigdalino. Esto ocurre cuando las bacterias se extienden desde la amígdala hacia el espacio que la rodea y lo llenan de pus. Otros síntomas de un absceso son: fiebre, dolor de cabeza, dolor de oído, babeo o voz apagada. El tratamiento de un absceso se realiza en el hospital, posiblemente con una cirugía para drenar la infección. Es posible que se considere realizar una amigdalectomía si el niño tiene varios abscesos periamigdalinos.

Revisor médico: Elana Pearl Ben-Joseph, MD
Fecha de revisión: marzo de 2023