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Cómo nos ayudan las emociones negativas

Revisor médico: Lisa M. Buckloh, PhD

Tal vez uses la palabra "negativa" para describir las emociones más difíciles o desagradables, como la tristeza, el miedo, el enojo, la confusión o el estrés. Pero eso no significa que esas emociones sean malas o que no debas tenerlas. 

Todas las emociones nos dicen algo acerca de nosotros mismos y de nuestra situación, incluso las negativas.

¿Cómo nos ayudan las emociones negativas?

Las emociones negativas nos alertan de las amenazas o los desafíos que debemos enfrentar. Por ejemplo, el temor puede alertarte de un posible peligro. Es una señal para que sepas que tal vez necesites protegerte. Los sentimientos de enojo pueden ser una alerta de que alguien está cruzando un límite o abusando de tu confianza. El enojo puede ser una señal de que tal vez sea necesario que te defiendas. 

Las emociones negativas te obligan a centrar la atención en un problema que tal vez debas resolver rápidamente. Prestar atención a las emociones negativas, e incluso aceptarlas y darles la bienvenida, puede ser una manera de afrontarlas.

¿Cómo puedo usar las emociones negativas de forma positiva?

Intenta sacar provecho de las emociones negativas. Por ejemplo, si estás estresado por una evaluación, observa tu reacción. ¿Estás amedrentado, preocupado o quejoso? Eso es señal de que la situación requiere tu atención y que puedes encontrar formas de mejorarla. 

Deja que el estrés te recuerde que debes estudiar con tiempo de antelación. O podrías obtener un poco de ayuda de un maestro, de tus padres o de un amigo. Tal vez necesitas hacer algo para relajar el cuerpo y pensar de forma más positiva en tu evaluación. Después de todo, nadie se estresa si piensa que obtendrá una buena calificación en una evaluación. Lo más probable es que si haces algo para afrontar la situación, logres mantener el estrés bajo control.

¿Qué debo hacer si tengo demasiadas emociones negativas?

Si tienes demasiadas emociones negativas, tal vez te sientas abrumado, ansioso, deprimido o extenuado. Los problemas podrían parecerte demasiado complejos como para manejarlos. Si te ocurre esto, habla con un adulto en quien confíes, como tus padres, un profesor o un entrenador.

Si no hay un adulto a quien recurrir, comunícate con una línea de ayuda confidencial. Estas líneas son gratuitas y están disponibles las 24 horas del día:

Revisor médico: Lisa M. Buckloh, PhD
Fecha de revisión: junio de 2023