¿Qué es el síndrome metabólico?
El síndrome metabólico es un conjunto de problemas que los expertos
en salud denominan "factores de riesgo". Los médicos consideran que una persona
tiene síndrome metabólico cuando tiene tres o más de los siguientes
factores de riesgo:
- excesiva grasa abdominal (cuerpo con "forma de manzana")
- presión arterial elevada
- niveles anormales de grasa en la sangre, incluidos el colesterol y los triglicéridos
- azúcar en sangre elevada
La hipertensión arterial y el colesterol
tal vez parezcan problemas de los que solo las personas mayores se quejan. Pero esto
ya no es así. Las probabilidades de desarrollar estos problemas son mayores
en las personas con sobrepeso y muchos niños y adolescentes están incluidos
en esta categoría. Aproximadamente 1 de cada 10 adolescentes (y más
de un tercio de los adolescentes obesos) tienen síndrome metabólico.
El síndrome metabólico es una señal de advertencia temprana
El síndrome metabólico no es una enfermedad. De hecho, las personas
que lo tienen suelen estar perfectamente bien. Pero el síndrome metabólico
es una señal de que una persona podría llegar a tener problemas
de salud graves.
El diagnóstico del síndrome metabólico ayuda a los profesionales
de la salud a determinar el riesgo que una persona tiene de desarrollar enfermedades
cardíacas, diabetes tipo 2 u otras enfermedades. Saber que tienes síndrome
metabólico puede ayudarte a tomar las medidas necesarias para prevenir este
tipo de enfermedades cuando seas más grande.
¿Cómo se diagnostica el síndrome metabólico?
Si tienes síndrome metabólico, probablemente no lo sepas hasta que
un profesional de la salud te lo diga.
Los médicos no evalúan a todas las personas para saber si tienen
síndrome metabólico. Si eres saludable y estás en buen estado
físico, es menos probable que tu médico esté preocupado por esto.
Pero si el profesional de la salud cree que tienes sobrepeso o que estás subiendo
demasiado rápido de peso, tal vez considere que el síndrome metabólico
puede ser la causa. Esto es particularmente cierto si algunos miembros de tu familia
tienen problemas cardíacos u otras enfermedades relacionadas con el peso.
Si una persona tiene uno de los factores de riesgo de síndrome metabólico,
como hipertensión arterial, el médico tal vez compruebe si los otros
están presentes.
Para comprobar si tienes síndrome metabólico el médico no
hará nada fuera de lo habitual; te tomará la presión arterial
y calculará tu índice de masa corporal (IMC). Si estos valores son elevados,
es posible que el médico te pida análisis de sangre para controlar el
nivel de azúcar y de grasa.
¿Cuáles son las causas del síndrome metabólico?
El sobrepeso parece desempeñar un rol fundamental en el síndrome
metabólico. Los genes
también. Algunas personas tienen una tendencia genética a presentar
algunos factores de riesgo del síndrome metabólico, como colesterol
elevado e hipertensión arterial.
El riesgo de desarrollar síndrome metabólico parece ser mayor cerca
de la pubertad. Esto puede deberse
a que la grasa corporal, la hipertensión arterial y los lípidos se ven
afectados por las hormonas que permiten el crecimiento y el desarrollo.
La buena noticia es que puedes hacer algunas cosas para ayudar a prevenir los problemas
de salud que el síndrome metabólico puede llegar a provocar.
¿Qué puedo hacer?
En el caso del síndrome metabólico, la mejor manera de cuidar de
la salud es hacer algunos cambios en el estilo de vida. Estos son los principales
cambios que debes hacer:
- Baja algunas libras. Si tienes sobrepeso, incluso una pérdida
moderada de peso puede reportarte grandes beneficios para la presión arterial,
los valores de lípidos en sangre y la capacidad del organismo para usar la
insulina.
- Ponte de pie y comienza a moverte. Dedica una de todas las horas
que pasas frente a una pantalla a algo que haga fluir tu sangre. Incluso una caminata
de 30 minutos todos los días puede mejorar enormemente la manera en la que
funciona la insulina en tu cuerpo y mejorar la presión arterial y los lípidos
en la sangre.
- Come sabiendo lo que es bueno para el cuerpo. Deja de tragarlo
todo; piensa en la comida como un combustible. Esto no significa que debas comer cosas
aburridas; simplemente significa que debes hacer un esfuerzo por incluir los alimentos
adecuados en tu dieta. Por ejemplo: Escoge carbohidratos complejos en lugar de carbohidratos
simples (pan integral en lugar de pan blanco, arroz integral en lugar de arroz blanco).
Obtén más fibras comiendo
más frijoles, frutas y verduras. Escoge más alimentos con grasas "saludables",
como aceite de oliva y frutos secos, y evita el exceso de calorías vacías
presentes en los refrescos y los dulces.
- No fumes. ¡Esto es obvio! Fumar es lo peor que les puedes
hacer a tu corazón y tus pulmones.
Tal vez resulte difícil tomar en serio estos asuntos cuando llegar a los
treinta o cuarenta años parece algo tan lejano. Pero piensa en cómo
quieres que sea tu vida cuando llegues a esa edad. Tal vez, te imagines una familia,
buenos amigos, un hogar, una carrera profesional y quizás una o dos mascotas.
Lo que probablemente no te imagines es la vida con los efectos diarios de la diabetes
o una enfermedad cardíaca. Entonces, ¿por qué no hacer todo lo
posible para evitar que esos problemas aparezcan?
Hoy es un buen día para comenzar.
Fecha de revisión: febrero de 2018