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¿Qué es un glioma?

Un glioma es un tipo de tumor cerebral que se inicia dentro de las células gliales.  Estas células son las que sostienen las células nerviosas del cerebro y de la médula espinal.

Los gliomas pueden ocurrir en todas las partes del cerebro o de la médula espinal y los síntomas que causan dependen de la ubicación del tumor. Pueden ser de bajo grado (de crecimiento lento) o de alto grado (de crecimiento rápido). Los tumores de alto grado tienen más probabilidades de extenderse y son más difíciles de tratar que los de bajo grado.

Los médicos tratan los gliomas solo con cirugía o mediante una combinación de cirugía, quimioterapia y radioterapia.

Los gliomas son el tipo más frecuente de tumor cerebral en los niños, y los tumores de bajo grado son más frecuentes que los de alto grado.

Tipos de gliomas

Hay muchos tipos distintos de gliomas. Antes se solían categorizar basándose en las células implicadas y en la parte del cerebro o del tronco cerebral donde se formaban. Pero los médicos han aprendido muchas cosas sobre los cambios genéticos vistos en distintos tipos de tumores. Ahora se basan en esos cambios para categorizar los distintos tipos de tumores y para decidir el mejor tratamiento a seguir. 

Entre los tipos de gliomas, se incluyen los siguientes:

  • astrocitomas pilocíticos: son el tipo de glioma más frecuente. Se forman a partir de unas células cerebrales en forma de estrella llamadas astrocitos. Este tipo de tumores son de bajo grado, se suelen poder extraer con cirugía y suelen afectar al cerebelo. Cuando no se pueden extraer, los médicos los suelen tratar con quimioterapia o radioterapia.

    Entre otros tipos de gliomas que son menos frecuentes que los astrocitomas pilocíticos pero que también crecen despacio, se incluyen los gliomas tectales, los oligodendrogliomas, los gangliogliomas y los xantroastrocitomas pleomórficos.
  • gliomas del nervio óptico: se forman alrededor o dentro del nervio óptico, que conecta el ojo con el cerebro. Estos tumores son más frecuentes en los niños con neurofibromatosis tipo 1.
  • astrocitomas anaplásicos, glioblastomas multiformes y gliomas difusos de la línea media: estos tumores se consideran de alto grado y pueden crecer y extenderse deprisa. Son mucho más difíciles de tratar y tienen más probabilidades de volver a crecer después del tratamiento. 

¿Cuáles son los signos y los síntomas de los gliomas?

Los gliomas pueden causar síntomas al presionar partes del cerebro adyacentes. También pueden provocar la acumulación de líquido cefalorraquídeo y crear presión en todo el cerebro. Esto recibe el nombre de hidrocefalia.

Los signos y los síntomas varían en función de la edad del niño y de la localización del tumor. Entre ellos, se incluyen los siguientes:

  • dolores de cabeza
  • problemas en la vista
  • vómitos
  • crisis convulsivas
  • debilidad en la cara, los brazos o las piernas; falta de coordinación; problemas para ponerse de pie o para andar
  • arrastrar las palabras, confusión
  • cambios en el comportamiento 
  • ladear la cabeza 
  • en los bebés y los niños pequeños, aumento del tamaño de la cabeza 

¿Cuáles son las causas de los gliomas?

Los médicos no saben cuál es la causa de los gliomas, pero los niños con algunos tipos de afecciones genéticas tienen más probabilidades de desarrollarlos. 

¿Cómo se diagnostican los gliomas?

Si los médicos sospechan que un niño puede tener un glioma, le harán una exploración física y le pedirán pruebas de diagnóstico por la imagen, como una resonancia magnética (RM) cerebral. Esto les permite observar el interior del cerebro y detectar cualquier área que presente anormalidades. 

Si se trata de un glioma, es posible que la cirugía (operar al paciente) sea el próximo paso a seguir. Dependiendo del aspecto que tenga el tumor en las pruebas de diagnóstico por la imagen, los cirujanos tratarán de extraer la mayor parte que puedan. 

Se observará una muestra de tejido tumoral al microscopio para saber de qué tipo es y si es de alto o de bajo grado. Con toda esta información, los médicos podrán desarrollar un plan de tratamiento.

¿Cómo se tratan los gliomas?

El tratamiento dependerá del tipo de glioma que sea. Hay algunos gliomas de bajo grado que se pueden tratar en una sola operación. Pero hay muchos tipos de gliomas que se tienen que tratar con una combinación de cirugía, radioterapia y/o quimioterapia. Los tumores difusos de la línea media no se suelen poder extraer, por lo que es posible que los niños que los tengan necesiten recibir quimioterapia y radioterapia, en vez de operarse.

Los avances recientes en medicina y tecnología implican que cada vez haya más niños que se curan de sus gliomas en comparación con lo que ocurría antes. El tratamiento puede incluir:

Cirugía: en muchos casos, se puede extraer un tumor por completo solo con cirugía (operando al paciente solo en una ocasión). Pero algunos tumores se tienen que extraer en varias operaciones encadenadas. Esto significa que el primer neurocirujano extrae solo una parte del tumor. Luego el paciente puede recibir quimioterapia y/o radioterapia para reducir el tamaño del tumor, y más adelante le harán una segunda o incluso tercera operación para acabar de extraer el resto del tumor.

Después de operarse, algunos niños dejarán de tener que someterse a más tratamientos. Solo les harán revisiones regulares y periódicas, donde se someterán a pruebas de diagnóstico por la imagen a fin de detectar posibles problemas. Habrá otros niños que necesitarán recibir radioterapia, quimioterapia o ambas a la vez.

La radioterapia: utiliza rayos X de alta energía (terapia de fotones) o terapia de protones para destruir las células que se multiplican rápidamente. Es muy eficaz para tratar tumores cerebrales. Pero sus efectos secundarios a largo plazo son frecuentes en los niños pequeños, cuyos cerebros en proceso de desarrollo son muy sensibles a estos efectos. Los nuevos métodos de radioterapia, como la radioterapia de protones o la radioterapia de intensidad modulada (IMRT, por sus siglas en inglés) tienen menos probabilidades de causar efectos secundarios porque van dirigidos más específicamente al tumor y ayudan a evitar dañar otras partes del cerebro.

La quimioterapia (o quimio) consiste en usar medicamentos para matar las células de cáncer. La quimioterapia es el tratamiento que más se utiliza para tratar los gliomas en los niños, y tiene buenos resultados.

Terapias dirigidas: la nueva información de que disponemos sobre los cambios genéticos presentes en estos tumores ha traído consigo nuevos tipos de tratamientos dirigidos específicamente a este tipo de cambios. Estos tratamientos se están usando con un éxito cada vez mayor para tratar los tumores cerebrales en los niños. 

Los médicos siempre están buscando nuevas maneras de tratar los gliomas. Hay algunos pacientes que pueden ser candidatos para someterse a ensayos clínicos. Hable con el médico de su hijo para saber si esta opción podría ser adecuada para su hijo. 

¿Quién forma parte del equipo de profesionales médicos que atiende a niños con gliomas?

Un equipo de especialistas trabaja conjuntamente para cuidar de los niños a quienes se les diagnostica un glioma. Entre ellos, se incluyen los siguientes:

  • un neuro-oncólogo pediátrico (un médico especializado en el tratamiento del cáncer de cerebro o de columna vertebral)
  • un neurólogo pediátrico (médico que trata problemas del sistema nervioso)
  • un neurocirujano pediátrico (un cirujano que opera el cerebro o la columna vertebral)
  • un oncólogo radioterapeuta pediátrico (un especialista en administrar radioterapia)
  • especialistas en medicina de rehabilitación pediátrica, incluyendo los logopedas, los fisioterapeutas y los terapeutas ocupacionales
  • trabajadores sociales y psicólogos pediátricos

¿Qué más debería saber?

Si su hijo tiene un glioma, usted se puede sentir superado por la situación. Es normal que esté triste, asustado e, incluso, enfadado. Ayuda mucho contar con el apoyo procedente de los miembros del equipo de profesionales de la salud de su hijo, de sus amigos, familiares y otros padres que hayan vivido situaciones similares a la suya. 

Cuando hable con su hijo sobre lo que le está ocurriendo, lo mejor es que sea sincero, pero que le dé solo información que se adapte a la edad y grado de madurez emocional. Asegúrese de que su hijo sepa que el tumor no se debe a nada que haya hecho o que haya dejado de hacer. Si necesita ayuda para contestar a las preguntas que le haga su hijo, o si no sabe qué responder, lo puede ayudar el hecho de acudir un miembro del equipo médico de su hijo. 

Hoy el futuro de los niños con tumores cerebrales es mejor que nunca.  Puede encontrar más información y apoyo en línea en:

Revisor médico: Darren M. Klawinski, MD
Fecha de revisión: mayo de 2024