¿Qué es el dolor?
El dolor es la reacción que tenemos en respuesta a una muerte o pérdida. Este dolor
puede afectar nuestro cuerpo, mente, emociones y espíritu.
Las personas pueden transmitir o demostrar el dolor que les provoca una pérdida
de varias maneras:
- Reacciones físicas: Pueden ser cambios en el apetito o el sueño,
malestar estomacal, opresión en el pecho, llanto, músculos tensos, problemas para
relajarse, poca energía, nerviosismo o problemas para concentrarse.
- Pensamientos frecuentes: Pueden ser recuerdos felices de la persona
que falleció, preocupaciones o arrepentimientos, o pensamientos de cómo será la vida
sin esa persona.
- Emociones fuertes: Por ejemplo: tristeza, enojo, culpa, desesperación,
alivio, amor o esperanza.
- Reacciones espirituales: Una pérdida puede llevarnos a encontrar
fuerza en la fe, a cuestionar creencias religiosas o a descubrir significados y conexiones
espirituales.
Cuando las personas tienen estas reacciones y emociones, se dice que están atravesando
un duelo.
El proceso de duelo
El dolor es una reacción ante la pérdida, pero también es parte del duelo,
que es el proceso de superar la pérdida de la persona que falleció. El
duelo es un proceso sano que busca reconfortarnos, hacer que aceptemos la pérdida
y encontremos formas de adaptarnos.
Superar el gran dolor de una pérdida no significa que uno se olvide de la persona
que falleció. El duelo sano consiste en encontrar la forma de recordar al ser querido
y adaptarnos a nuestra vida sin su presencia.
Las personas suelen experimentar reacciones dolorosas como "olas" que van y vienen.
En ocasiones, cuando la pérdida es muy reciente, el dolor es muy intenso. Pero algunas
personas no sienten ese dolor de inmediato. Se sienten paralizadas, en shock o niegan
lo sucedido. Puede tomar tiempo aceptar la realidad de que el ser querido se ha ido.
Ceremonias de duelo
Las ceremonias, como los funerales y los homenajes, permiten a amigos y familiares
reunirse para apoyar y consolar a las personas más afectadas por la pérdida. Estas
actividades pueden ayudar a la gente a sobrellevar los primeros días luego de la pérdida
y a honrar la memoria de la persona que falleció.
Las personas pueden pasar un tiempo hablando y compartiendo recuerdos sobre el
ser querido. Esto puede continuar por algunos días o semanas luego de la pérdida,
mientras los amigos y familiares traen comida, envían cartas o simplemente pasan a
visitar.
En muchas ocasiones, la gente expresa sus emociones durante este período, por ejemplo,
llorando. Pero algunas personas pueden estar tan paralizadas o abrumadas por la muerte
que no expresan sus sentimientos de inmediato, aunque la pérdida sea muy dura. Hay
quienes pueden sonreír o hablar con otras personas en un funeral como si nada hubiera
ocurrido, pero sin embargo, están tristes. Estar con otros que también sufren la pérdida
puede ser reconfortante, al recordarnos que algunas cosas se mantendrán igual.
Cuando las ceremonias finalizan, algunos pueden pensar que el dolor debería terminar
también. Pero a menudo el duelo apenas está comenzando. Las personas pueden retomar
sus actividades normales, pero les resulta difícil dedicarse con entusiasmo a las
cuestiones cotidianas. Aunque es posible que no hablen demasiado sobre la pérdida,
el proceso de duelo continúa.
Sentirse mejor
Si alguien que conoces ha muerto, es normal tener sentimientos y preguntas por
un tiempo. También es normal comenzar a sentirse un poco mejor. Todo depende de cómo
la pérdida afecta tu vida.
Está bien sentir dolor por algunos días, semanas o incluso más tiempo. La intensidad
del dolor que sientas puede estar relacionada con lo repentino o esperado de la pérdida,
o con cuán cercana sentías a la persona que falleció. Cada persona y situación son
diferentes.
Generalmente, uno se va sintiendo mejor en forma gradual. A veces, puedes sentir
que nunca te recuperarás. El proceso de duelo lleva tiempo y, algunas veces,
el dolor puede volverse más intenso que otras.
A medida que pasa el tiempo, las cosas que te recuerdan a la persona que falleció
pueden hacer que se intensifique tu dolor. En otras ocasiones, puedes sentir como
que el dolor está por detrás de tus actividades normales, y no constantemente en tu
mente.
Hacer cosas que disfrutas o pasar tiempo con personas que te hacen bien puede ayudar
a que te sientas mejor. El duelo tiene su propio ritmo. Cada situación es diferente.
Cuánto dolor sientes o cuánto tiempo dura tu duelo no es un parámetro que mida cuán
importante fue para ti la persona que perdiste.