Helicobacter pylori

¿Qué es Helicobacter pylori?

Helicobacter pylori (H. pylori) es un tipo de bacteria. Estos gérmenes suelen ser las causas de las enfermedades digestivas, como las siguientes:

• gastritis: irritación e inflamación del recubrimiento interno del estómago
• úlceras pépticas (a menudo conocidas como úlceras de estómago): llagas o lesiones en el revestimiento del estómago, el intestino delgado o el esófago
• cáncer de estómago más adelante en la vida de una persona

Los niños pueden tener dolor de estómago por muchos motivos diferentes, como la indigestión, las infecciones víricas, el estrés y las preocupaciones y la apendicitis. La mayoría de los dolores de estómago no están causados por la bacteria Helicobacter pylori. 

¿Cuáles son los síntomas de las infecciones por Helicobacter pylori?

Hay mucha gente infectada por H. pylori que no sabe que está infectada. Estas infecciones no suelen causar síntomas. 

Cuando estas bacterias sí que causan síntomas, estos suelen ser los síntomas propios de la gastritis o de la úlcera péptica. 

En los niños, los síntomas de la gastritis pueden incluir:

• nauseas
• vómitos
• dolor abdominal
• distensión abdominal

En los niños mayores y en los adultos, el síntoma más frecuente de las úlceras pépticas son un dolor tipo ardor, sordo y duradero, en el abdomen, generalmente en la zona comprendida entre las costillas y el ombligo. Este dolor suele empeorar con el estómago vacío y mejorar en cuanto la persona come, bebe leche o toma un antiácido.

Las úlceras pépticas pueden sangrar y causar:

• hematemesis: vómitos sanguinolentos o que parecen contener granos de café
• melena: heces (cacas) negras o sanguinolentas, parecidas al alquitrán

¿Cómo contrae la gente infecciones por Helicobacter pylori?

La gente puede tragar bacterias H. pylori a partir del agua, los alimentos o los utensilios contaminados. Por eso, las infecciones son más frecuentes en lugares concurridos, sin agua limpia o sin buenos sistemas de alcantarillado. La gente también puede contagiar esta bacteria a través de la saliva u otros fluidos corporales. 

¿Cómo se diagnostican las infecciones por Helicobacter pylori?

Los problemas que pueden causar las infecciones por H. pylori se pueden dar en muchas otras enfermedades. Para averiguar si una persona tiene una infección por H. pylori, los médicos pueden hacer varios tipos diferentes de pruebas. 

Los médicos pueden: 

• Observar directamente el recubrimiento interno del estómago. El paciente estará sedado durante todo el procedimiento. El médico le introducirá un endoscopio, un tubo pequeño y flexible provisto de una cámara diminuta, por la garganta, hasta llegar al estómago y luego al duodeno (la primera parte del intestino delgado). Es posible que el médico extraiga muestras del recubrimiento interno del duodeno (biopsias) para detectar posibles signos de infección por H. pylori. 
• Hacer análisis de sangre para detectar anticuerpos contra H. pylori. Los anticuerpos son unas proteínas que fabrica el sistema inmunitario para eliminar los gérmenes. Generalmente, permanecen en nuestro cuerpo por si tuviéramos que luchar contra el mismo germen otra vez. Un resultado positivo puede indicar una exposición a H. pylori en el pasado, en vez de una infección actual activa. 
• Hacer pruebas del aliento, que permiten detectar el carbono descompuesto por H. pylori después de que un paciente se beba una solución y luego espire. Las pruebas de aliento duran bastante tiempo, no proporcionan información sobre la gravedad de la infección y son difíciles de llevar a cabo en los niños pequeños. 
• Hacer análisis de heces, que permiten detectar proteínas de H. pylori en las heces (cacas). Al igual que en las pruebas del aliento, las pruebas de heces no dan información sobre la gravedad de la infección. 

¿Cómo se tratan las infecciones por Helicobacter pylori?

Los médicos tratan las infecciones por H. pylori con antibióticos. Debido a que un solo antibiótico puede no bastar para matar estas bacterias, lo más probable es que los médicos receten una combinación de antibióticos. Para aliviar los problemas derivados de los ácidos estomacales, los médicos también suelen recetar antiácidos o medicamentos que impiden que se segreguen jugos gástricos. 

El tratamiento antibiótico cura muchos casos de gastritis y de úlcera péptica causados por H. pylori, sobre todo las úlceras duodenales. 

Los niños que tengan síntomas de hemorragias de estómago o de intestino delgado se deberán tratar en un hospital. 

¿Cómo pueden ayudar los padres?

Las infecciones por H. pylori se pueden curar con antibióticos. Por lo tanto, lo más importante que pueden hacer los padres es dar a sus hijos los antibióticos que les receten sus médicos durante el tiempo y las dosis que ellos les indiquen. 

Para ayudar a aliviar el dolor abdominal, sigan un horario de comidas regular. Planifique las comidas de tal modo que el estómago de su hijo no esté vacío durante mucho tiempo seguido. Hacer cinco o seis comidas reducidas al día puede ser lo mejor, y su hijo debería reposar un rato después de cada comida. 

No le dé a su hijo aspirina, medicamentos que contengan aspirina (ácido acetilsalicílico), ibuprofeno u otros medicamentos antiinflamatorios. Estos medicamentos pueden irritar el estómago y/o causar hemorragias en el estómago. 

¿Se pueden prevenir las infecciones por Helicobacter pylori?

No existe ninguna vacuna contra la bacteria H. pylori. Pero, si su familia sigue estos pasos, se podrá proteger de muchas enfermedades y reducir el riesgo de contraer una infección por H. pylori:

• Lávense las manos a fondo y con frecuencia, sobre todo después usar el cuarto de baño y antes de comer o de preparar la comida.   
• Y eviten comer aquellos alimentos que duden sobre si se han preparado con seguridad.
• Beban agua de fuentes fiables. 

¿Cuándo llamar al médico?

Llame al médico si su hijo presenta alguno de estos síntomas:

• fuerte dolor abdominal
• vómitos sanguinolentos o que se parece a los posos del café
• heces sanguinolentas, negras o alquitranadas
• ardor o dolor sordo y duradero debajo de las costillas, que mejora después de comer, beber leche o tomar antiácidos