Vitamina D

¿Qué es la vitamina D? 

La vitamina D es un nutriente que ayuda al organismo a absorber el calcio de los alimentos que ingerimos. 

¿Para qué sirve la vitamina D?

El calcio y la vitamina D sirven para construir los huesos y para mantenerlos fuertes. La vitamina D también desempeña un papel importante en la salud del corazón, la lucha contra las infecciones y contribuye a la curación de los huesos después de una lesión o de una operación. 

¿De dónde proviene la vitamina D? 

El sol

Nuestro cuerpo fabrica vitamina D cuando nuestra piel se expone al sol. Pero obtener suficiente cantidad de vitamina D de la luz solar puede ser complicado. La mayoría de los niños y de los adultos pasamos mucho tiempo en interiores, sea en la escuela o el trabajo. Además, la cantidad de vitamina D que podemos obtener del sol se ve afectada por la época del año, el tiempo y la contaminación atmosférica. Cuando se está en un exterior, es importante protegerse la piel para prevenir el cáncer de piel y las lesiones en la piel causadas por una exposición excesiva al sol. 

Alimentos  

Hay muy pocos alimentos que contienen vitamina D de forma natural. Los alimentos que más la contienen son los pescados grasos (como el salmón y el atún), el hígado, los hongos, los huevos y los aceites procedentes del pescado. Los niños no comen este tipo de alimentos a menudo. Por eso, las compañías alimentarias suelen "enriquecer" la leche, el yogur, la leche de fórmula para bebés, los jugos, los cereales y otros alimentos con vitamina D añadida.

Suplementos

Para obtener suficiente cantidad vitamina D, algunos niños pueden tener que tomar un multivitamínico que contenga vitamina D o un suplemento de vitamina D. La vitamina D a veces se etiqueta como vitamina D3.

La vitamina D se puede comprar en forma de pastillas, gominolas, chicles, jarabe y espray sin necesidad de receta médica. Consulte al médico de su hijo para elegir la modalidad más adecuada.

¿Cuánta vitamina D necesita mi hijo? 

La vitamina D se mide en unidades internacionales (UI).

• Los bebés de menos de un año necesitan 400 UI de vitamina D al día.  Cada litro de leche de fórmula contiene 400 UI, de modo que los bebés que beben un mínimo de 32 onzas (950 ml) de leche de fórmula al día ingieren suficiente cantidad de vitamina D. Los bebés que se alimentan de leche materna o que ingieren menos de 32 onzas (950 ml) de leche de fórmula al día necesitan más vitamina D. Hable con el médico sobre la posibilidad de darle a su bebé un suplemento de vitamina D.
• Los niños de más de un año necesitan 600 UI o más de vitamina D al día. Los profesionales de la salud suelen querer que los niños sanos tomen entre 600 y 1.000 UI de vitamina D al día.

Algunos niños pueden necesitar una mayor cantidad de vitamina D, como aquellos que:

• padecen ciertos problemas médicos (como la obesidad, la enfermedad celíaca, la fibrosis quística, fracturas múltiples o dolor de huesos). 
• se están recuperado de una operación en los huesos (como después de una fusión vertebral para tratar la escoliosis)
• están tomando medicamentos (como los anticonvulsivos) que no permiten que el cuerpo absorba bien la vitamina D. 

Pregunte al médico si su hijo necesita o no tomar un suplemento de vitamina D. 

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a ingerir suficiente cantidad de vitamina D?

Puesto que la vitamina D es tan importante, a usted le interesará estar seguro de que su hijo ingiere suficiente cantidad de esta vitamina. Si su hijo no ingiere muchos alimentos ricos en vitamina D, hable con su médico sobre si un suplemento diario o un multivitamínico que contenga vitamina D lo puede ayudar.

Los profesionales del cuidado de la salud piden análisis de sangre cuando creen que un niño podría padecer algún problema de salud que le impide obtener suficiente cantidad de vitamina D. Si los médicos no creen que su hijo pueda tener un problema de salud, no será necesario hacerle un análisis de sangre. 

¿Y qué pasa con el calcio? 

La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio, un mineral que sienta las bases para tener unos huesos fuertes. A diferencia de lo que ocurre con la vitamina D, los niños suelen poder ingerir una cantidad suficiente de calcio a partir de la dieta. Entre los alimentos de alto contenido de calcio, se incluyen la leche, el queso y el yogur. Los fabricantes de alimentos suelen enriquecer con calcio alimentos como los cereales, el pan y los jugos.