Operación de fusión espinal

¿Qué es una operación de fusión espinal?

Los médicos hacen operaciones de fusión espinal o vertebral para ayudar a niños o adolescentes con escoliosis u otros problemas en la columna vertebral.

Se llama "fusión" porque hace que dos o más huesos pertenecientes a la columna vertebral (llamados “vértebras”) se fusionen entre sí para formar un hueso compacto. Esto permite enderezar la columna y evitar que la curvatura empeore con el tiempo.

¿Por qué se hace este tipo de operaciones?

Muchos niños con escoliosis no necesitan tratamiento médico. Otros usan un corsé para evitar que la escoliosis empeore.

Pero algunos niños pueden necesitar cirugía de fusión espinal debido a lo siguiente:

• Tienen curvaturas que pueden volverse demasiado grandes como para usar un corsé.
• Son niños mayores y la columna vertebral ya ha terminado de crecer.
• Tienen un tipo de escoliosis que no puede arreglarse con un corsé ortopédico.

La cirugía enderezará la curvatura tanto como sea posible y evitará que empeore.

¿Qué ocurre en una operación de fusión espinal? 

A los niños y adolescentes que se operan de fusión espinal se les administra anestesia general. Esto les permite dormir durante la cirugía. La operación dura varias horas.

• Después de hacer una incisión (o corte) en la espalda, el cirujano hace cortes en el hueso para enderezarlo.
• Luego coloca varillas y tornillos para mantener el hueso en una posición recta o derecha. Las partes metálicas se colocan debajo de los músculos de la columna vertebral. En la mayoría de los casos no se ven ni duelen.
• Para acabar, el cirujano coloca un injerto óseo (pequeños trozos de hueso) donde se encuentran las varillas y los tornillos. Esto acabará por fusionar los huesos de la columna entre sí.

¿Qué ocurre después de una operación de fusión espinal?

Después de una fusión, la mayoría de los niños permanecen en el hospital durante un par de días. Esto les da tiempo para recuperarse de la cirugía y mejorar su movimiento. Cuando vuelven a casa, ya se pueden desplazar y hacer muchas actividades cotidianas (como ducharse, vestirse y subir escaleras).

Los niños con escoliosis muy grave o que padecen otras afecciones médicas pueden tener que quedarse durante más tiempo en el hospital. El equipo médico que lleva a su hijo observará y tratará cualquier posible complicación (como la pulmonía, el estreñimiento o las dificultades para comer).

El dolor después de la cirugía se trata con medicamentos recetados, como opioides para el dolor, y analgésicos de venta libre, como paracetamol e ibuprofeno. La mayoría de los niños toman medicamentos para el dolor de venta con receta médica durante menos de dos semanas para ayudarlos a afrontar el dolor y los espasmos musculares. Durante las primeras 1 a 2 semanas después de la cirugía, los niños pueden reducir gradualmente la cantidad de medicamentos para tratar el dolor.

¿Cómo pueden ayudar los padres?

Para ayudar a su hijo a recuperarse en casa:

• Anímelo a desplazarse andando un poco más cada día. Comience con actividades ligeras en la casa, como ir a buscar el correo al buzón o dejar salir al perro. En poco tiempo, su hijo podrá salir de casa para hacer actividades normales, como darse una vuelta por el centro comercial.
• Asegúrese de que su hijo no conduce ni levanta más de unos pocos kilos de peso hasta que su médico le dé el visto bueno.

El médico de su hijo le indicará cuándo podrá volver a ir a la escuela. La mayoría de los niños regresan alrededor de 2 a 3 semanas después de la cirugía. El profesional del cuidado de la salud le dirá cuáles son las actividades que debe evitar después de la cirugía. Su hijo deberá tomarse un descanso de la clase de gimnasia y de los deportes porque los huesos aún se están fusionando. Infórmele al personal de la escuela que su hijo necesitará ayuda al principio. La escuela puede darle a su hijo tiempo adicional para transitar por los pasillos y copias de libros escolares que el niño podrá mantener en su casa.

A veces los niños necesitan hacer fisioterapia para completar la recuperación. Esto generalmente comienza alrededor de 4 a 6 semanas después de la cirugía. Puede continuar durante varios meses.

¿Qué más debería saber?

Al cabo de unos 6 meses a un año, los huesos deberían estar completamente fusionados. Las varillas de metal ya no son necesarias pero permanecen en la columna del paciente porque no le hacen ningún daño. Sacarlas implicaría otra operación.

Una vez recuperados por completo, los niños podrán hacer deporte y participar en las actividades de las que disfrutaban antes de la operación.