Qué deben saber los maestros

El trastorno del procesamiento auditivo es un problema auditivo que afecta a entre el 3% y el 5% de los niños en edad escolar.

Los niños con esta afección, también conocida como "trastorno del procesamiento auditivo central", no pueden entender lo que oyen de la misma forma en que lo hacen otros niños. Esto se debe a que sus oídos y su cerebro no están completamente coordinados. Hay algo que interfiere en la manera en que el cerebro reconoce e interpreta los sonidos, sobre todo, los del habla.

Los niños con un trastorno del procesamiento auditivo suelen tener problemas para reconocer diferencias en las palabras habladas, incluso cuando los sonidos son lo bastante claros y fuertes como para que se puedan oír. Esto suele ocurrir cuando hay ruido de fondo, como en un aula típica.

Los niños con trastorno del procesamiento auditivo pueden tener que usar un sistema de micrófono remoto, antes conocido como sistema de frecuencia modulada. Este dispositivo asistencial para escuchar enfatiza la voz del hablante sobre el ruido de fondo, haciendo que la voz se oiga más clara para que el niño la pueda entender. 

Estas son las principales áreas problemáticas que pueden afectar a los alumnos con trastorno del procesamiento auditivo:

• Figura-fondo auditivos: ocurre cuando el niño tiene problemas para entender el habla sobre el murmullo o el ruido ambiental de fondo. Las clases ruidosas, poco estructuradas o al aire libre pueden ser muy frustrantes para un niño con trastorno del procesamiento auditivo. 
• Cierre auditivo: ocurre cuando el niño no puede "completar los vacíos" que haya en un mensaje, lo que le puede plantear verdaderos retos. Esto puede ocurrir en situaciones poco ruidosas, pero es más frecuente que ocurra cuando la voz del hablante va demasiado deprisa o está amortiguada, lo que hace que al niño le cueste darle sentido a los sonidos y a las palabras.
• Escucha dicótica: ocurre cuando el niño tiene problemas para entender dos hablas que compiten entre sí al ocurrir al mismo tiempo. Por ejemplo, si un profesor está hablando al lado de un niño con trastorno del procesamiento auditivo, y hay otro alumno que le está hablando desde el otro lado, el niño no entenderá el habla de uno o de ambos hablantes. 
• Procesamiento temporal: se trata de la función del sistema de procesamiento auditivo del niño que le permite reconocer diferencias en los sonidos del habla (como la palabra "ver" versus la palabra "ser"). También le ayuda a entender el tono y la entonación (por ejemplo, hacer una pregunta en vez de dar una orden), entender los acertijos y los chistes y hacer inferencias.
• Interacción binaural: se trata de la capacidad de saber de qué lado proceden los sonidos y de localizar un sonido en el espacio. Aunque sea menos frecuente, este tipo de problema ocurre en niños con antecedentes de traumatismo cerebral o trastornos convulsivos.

Si los déficits auditivos no se identifican ni se gestionan bien, muchos alumnos con trastorno del procesamiento auditivo deberán afrontar importantes retos académicos. 

Los alumnos con este trastorno se pueden beneficiar de trabajar con un logopeda, así como de acudir a evaluaciones regulares con un audiólogo.

Qué pueden hacer los maestros 

El trastorno del procesamiento auditivo está relacionado con la audición, pero no se trata de un trastorno cognitivo, del habla o del lenguaje. Es posible que un alumno suyo con trastorno del procesamiento auditivo se avergüence al tener que decirle que no ha entendido lo que usted le ha dicho o las instrucciones que le ha dado. Asegurarse de que sus alumnos con trastorno del procesamiento auditivo se anotan todas las tares y ayudarles a organizarse puede aliviar su frustración y elevar su autoestima en la clase. 

Háblele con un ritmo algo más lento y con una voz clara. Hablar en voz alta no siempre ayuda. 

Un profesor también puede ayudar a sus alumnos con trastorno del procesamiento auditivo:

• usando posicionamientos estratégicos (o preferenciales), de modo que estos alumnos se sienten más cerca del profesor. Esto reduce las distracciones sonoras o visuales y mejora su acceso al habla.
• enseñándoles previamente las palabras nuevas o desconocidas
• usando ayudas visuales
• grabándoles las lecciones o las clases para que las puedan revisar después