Si tiene gripe, puede seguir amamantando a su bebé, incluso aunque esté tomando medicamentos antivirales para tratar los síntomas gripales. La leche materna, fabricada exclusivamente para su bebé, le proporciona los anticuerpos que necesita para combatir cualquier infección. Por lo tanto, el hecho de seguir amamantando a su hijo lo puede proteger de las infecciones contra las que está luchando el cuerpo de su madre.

De todos modos, mientras usted esté enferma, proteja a su hijo de la máxima cantidad posible de gérmenes. Los bebés corren un mayor riesgo de contraer la gripe y desarrollar problemas debido a esta enfermedad. Por lo tanto:

• Lávese las manos a fondo y con frecuencia, sobre todo antes de tocar a su bebé.
• Tosa o estornude en pañuelos de papel, y luego deséchelos. 
• Limite el contacto cara a cara con su bebé.

Es una buena idea que lleve una mascarilla mientras lo esté amamantando para evitar toser, estornudar o respirar sobre la cara de su hijo. Esto puede ayudar a proteger a su bebé y a otros miembros de la familia que viven juntos de cualquier virus respiratorio que provoque estos síntomas (como el VSR y el coronavirus), incluso si no es gripe.

Si le preocupa los riesgos que corre su hijo o si se encuentra demasiado mal para amamantar a su bebé, extráigase leche y haga que otra persona se la dé a su hijo. Además, los médicos recomiendan ponerse la vacuna antigripal a todo el mundo a partir de los 6 meses de edad. 

Llame al médico inmediatamente si su bebé presentara cualquier síntoma gripal.