Las quemaduras de tercer grado, o quemaduras de espesor total, son el tipo de quemadura más grave. Afectan a todas las capas de la piel y al tejido subyacente, pudiendo causar daños permanentes.

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Las quemaduras de tercer grado suelen ocurrir por el contacto directo prolongado con el fuego, objetos calientes, vapor, líquidos calientes, productos químicos o corrientes eléctricas.

En una quemadura de tercer grado, la superficie de la piel está hinchada y presenta un aspecto seco, blanco ceroso, correoso, marrón o carbonizado. Puede haber un intenso dolor, poco dolor o nada de dolor debido al daño nervioso. Algunas víctimas de este tipo de quemadura entran en estado de choque.

Si alguien sufre una quemadura de tercer grado, llame al 911 de inmediato.  Asegúrese de que la persona afectada está en un lugar seguro, pero no le quite la ropa quemada. Aplique agua fría sobre la zona quemada durante por lo menos 3 a 5 minutos, luego cúbrala con un paño o sábana limpios y secos hasta que llegue la ayuda. Si es posible, eleve las partes del cuerpo quemadas por encima de la altura del corazón.

Una vez en el hospital, el tratamiento puede incluir la limpieza de la zona afectada y la eliminación de la piel y los tejidos muertos; antibióticos administrados por vía oral (tomados por la boca), tópica (aplicados sobre la piel) o intravenosa (IV) (a través de venas); administración de líquidos por vía intravenosa (VI); y medicamentos para aliviar el dolor (analgésicos).

A menudo, los médicos realizan un injerto de piel, un tipo de operación donde se extrae piel sana de una parte del cuerpo no quemada y se coloca sobre la herida para ayudarla a cicatrizar.

Tenga en cuenta

Las quemaduras de tercer grado son una urgencia médica grave y pueden ser de riesgo vital.  De todos modos, si se tratan rápidamente, muchos casos de quemadura de tercer grado pueden tener buenos resultados.

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