¿Qué
puede esperar durante esta visita?
Lo más probable es que el pediatra y/o el personal de enfermería
que traten a su hijo hagan lo siguiente:
1. Midan el peso y la estatura de su hijo, calculen
su índice de masa corporal (IMC) y representen estas medidas
en las curvas de
crecimiento.
2. Tomen la tensión arterial y evalúen
la vista y
la capacidad auditiva
de su hijo, utilizando un equipo de evaluación estándar.
3. Le hagan preguntas, le resuelvan inquietudes y le den consejos
sobre los siguientes aspectos relacionados con su hijo:
Comida. Programe tres comidas principales y uno o dos tentempiés
nutritivos al día. Si su hijo es de mal comer, siga ofreciéndole una
amplia variedad de alimentos saludables entre los que pueda elegir. A los niños
se les debe estimular a probar nuevos alimentos, pero no se les debe forzar a comérselos
enteros.
Hábitos relacionados con el uso del inodoro. Ahora, su
hijo debería ser capaz de ir al inodoro él solo. El
estreñimiento se puede convertir en un problema porque a algunos niños
les da vergüenza utilizar el baño en la escuela. Recuerde a su hijo que
debe hacer pausas regulares para ir al baño y que no deber retener la orina
ni las heces. Hable con el pediatra si le preocupan los hábitos que ha desarrollado
su hijo relacionados con el control de los esfínteres.
Sueño. Los niños de esta edad duermen
aproximadamente de 10 a 11 horas cada noche. La mayoría de los niños
de 5 años han dejado de hacer la siesta diurna. Para que su hijo duerma lo
suficiente, es posible que deba acostarlo antes por la noche.
Desarrollo. Alrededor de los 5 años, es habitual que muchos
niños:
- se sepan su dirección y su número de teléfono
- expliquen historias utilizando frases completas
- sepan reconocer y escribir varias letras
- sepan dibujar personas provistas de cabeza, cuerpo, brazos y piernas
- salten
- bajen escaleras alternando ambos pies
- cuenten con los dedos
- se vistan solos
4. Hagan una exploración física a su hijo desvestido
mientras usted está presente. Esta incluirá auscultarle el corazón
y los pulmones, observar sus habilidades motoras y hablar con su hijo para evaluar
sus habilidades lingüísticas.
5. Actualicen sus vacunas. Las vacunas protegen a los niños
de importantes enfermedades propias de la infancia, de modo que es fundamental que
su hijo las reciba a tiempo. Los programas
de vacunación pueden variar entre distintos consultorios médicos;
por lo tanto, pregunte al pediatra al respecto.
6. Soliciten pruebas. Es posible que el pediatra evalúe
el riesgo de su hijo a la anemia, la tuberculosis
y/o a tener una concentración elevada de plomo
en sangre y que, en caso de ser necesario, solicite las pruebas pertinentes.