El yoga y tú
Cuando oyes la palabra yoga, ¿te imaginas a una persona con las piernas
entrelazadas y hechas un lío? En caso afirmativo, es posible que el yoga te
parezca muy complicado o solo para adultos. ¡No es verdad!
Los niños y los adolescentes pueden hacer yoga por las mismas razones que
los adultos: porque es agradable estirar el cuerpo, respirar más despacio y
relajar la mente. El yoga te puede ayudar a calmarte cuando el ajetreo de la vida
te estresa. Aaahh…
Qué necesitas
Siempre que empieces una nueva rutina de ejercicios, es buena idea comentarlo con
tu mamá o tu papá. Una clase de yoga puede ser una forma estupenda de
empezar porque el profesor te podrá enseñar las posturas.
Busca un sitio con espacio suficiente y pocas distracciones. Sin tele ni gente,
a ser posible. Lleva ropa deportiva cómoda y no te pongas zapatos ni calcetines.
Una esterilla para yoga te puede ser útil porque es un poco más blanda
que el suelo y evita que te resbalen los pies. El yoga no debe doler, así que
ve despacio y no te fuerces al adoptar diferentes posturas. Llega solo hasta donde
te resulte cómodo llegar.
¿Por qué yoga para el estrés?
Cuando te estresas o
te pones nervioso, hay muchas cosas que te pueden ayudar a sentirte mejor. Hablar
con alguien: tu mamá o tu papá, un amigo o tu orientador escolar, es
muy buena idea porque ellos te pueden ayudar a descubrir qué te pasa y empezar
a encontrar soluciones.
Además, puedes reducir el estrés haciendo ejercicio físico.
Es probable que ya sepas que el ejercicio es bueno para tu salud, pero también
se ha demostrado que sirve para levantarte el ánimo. Por lo tanto, tiene sentido
que el yoga sea una de las actividades preferidas de las personas que se quieren sentir
más fuertes y más relajadas.
En el yoga se hacen muchos estiramientos, pero eso no es todo. El yoga también
se centra en la respiración y la meditación, lo que significa pensar
en cosas que tranquilizan. Practicar yoga es una oportunidad para aprender a estirarse,
respirar y reflexionar, habilidades que puedes utilizar para calmarte la próxima
vez que estés preocupado por algo o te sientas agobiado. En otras palabras,
¡el yoga te puede ayudar a seguir teniendo el cuerpo suelto y relajado cuando
las cosas se pongan al rojo vivo!
Piensa en positivo
La meditación forma parte del yoga para aliviar el estrés. Meditar
significa estar calmado, en silencio y concentrado. Algunas personas llaman a esto
“sentirse centrado”. Cuando te sientes centrado, puedes dar lo mejor de
ti mismo en situaciones estresantes, como hacer un examen o resolver un desacuerdo
con un amigo.
Prueba estos ejercicios de meditación:
- Tómate un respiro para hacer yoga: busca un sitio tranquilo
y donde no entre nadie, como tu habitación. Siéntate en una postura
cómoda y cierra los ojos. Imagina un lugar donde te sientas seguro y relajado.
¿Es el patio de la casa de tu mejor amigo? ¿La casa de tu abuela? ¿Acampar
en el bosque? Imagínate a ti mismo en ese lugar durante tres a cinco minutos.
Te sentirás mucho más tranquilo y calmado después de tu “respiro
de yoga”.
- Imágenes positivas: cuando estés estresado por
un examen, un partido o una representación importante, te puede ayudar mucho
el hecho de imaginarte que te va estupendamente. Siéntate en una postura cómoda
y cierra los ojos. Imagínate sintiéndote preparado para el examen, marcando
el gol de la victoria en un partido de fútbol o haciendo tu papel en una obra
y levantando carcajadas en el público. Por descontado, las imágenes
positivas no pueden sustituir a la preparación propiamente dicha, ¡pero
te pueden ayudar a confiar más en ti mismo!
Si meditas durante solo cinco minutos al día, esto te ayudará a sentirte
bien incluso cuando no estés meditando. Cuanto más lo hagas, más
se convertirá en parte de tu rutina, como cepillarte los dientes o atarte los
zapatos antes de un partido de fútbol.
Respira hondo
Por un lado, tú ya sabes respirar. ¡Lo estás haciendo ahora
mismo! Pero aprender a respirar mientras haces yoga te puede ayudar a darte cuenta
de cómo te cambia la respiración cuando está preocupado o disgustado.
A menudo, cuando te empiezas a poner nervioso o a sentir incómodo, la respiración
se te acelera y no respiras tan profundamente como lo deberías hacer. Cuando
te hayas conectado con tu respiración, podrás probar la respiración
abdominal.
¡Levántate y muévete!
Hay muchas posturas de yoga diferentes. Algunas te pueden ayudar a estirar el cuello,
los hombros y la espalda, que son las partes más propensas a ponerse tensas
cuando estás nervioso o estresado.
Prueba estas dos posturas de yoga cuando quieras reducir tu estrés:
- Sorpresa/fastidio: abre mucho la boca y pon los ojos como platos
como si estuvieras sorprendido; a continuación, arruga la cara al máximo
y frunce el ceño y los labios como si expresaras fastidio. Ve alternado entre
ambas expresiones. Hazlo mientras estudias en casa para relajar la cara y la mandíbula,
que se pueden poner muy tensas durante el tiempo de estudio. Si lo haces con un compañero,
¡conviértelo en un juego! ¿Quién es capaz de poner la cara
más rara?
- Gimnasia de hombros: haz unas cuantas rotaciones suaves de hombros
justo antes de un examen para mantenerlos sueltos y bien relajados mientras escribas.
Puedes hacerlas incluso durante el examen si necesitas hacer una breve pausa reparadora.
Disfruta del yoga
El yoga te puede ayudar mucho, pero también puede ser muy divertido. Puedes
sonreír mientras haces yoga, e incluso reírte, lo que también
es un gran alivio para el estrés. El yoga se puede practicar en solitario o
con amigos. Y puedes hacerlo en casa, en un estudio de yoga o en el parque.
Terminaremos con un saludo especial en sánscrito: namaste. Tradicionalmente,
se dice al final de una práctica de yoga y significa “la luz que hay
en mí saluda a la luz que hay en ti”. Namaste.
Fecha de revisión: mayo de 2018