¿Qué es un médico de atención primaria?

Un médico de atención primaria es un profesional de la salud que practica la medicina general. Por eso, se trata de nuestra figura de referencia cuando necesitamos recibir atención médica. La mayoría de los médicos de atención primaria son médicos titulados, pero en algunos casos, los enfermeros facultativos y los asistentes médicos también pueden desempeñar esta función.

Un médico de atención primaria es la persona que su hijo debe visitar en las revisiones médicas o cuando tenga que recibir atención médica en situaciones que no sean de urgencia. Si su hijo tiene fiebre baja, tos, una erupción, le falta el aire o tiene náuseas, generalmente su médico de atención primaria podrá encontrar la causa y decidir qué se debe hacer.

Los médicos de atención primaria suelen poder tratar las afecciones de sus pacientes en sus propias consultas. Pero, si no los pudieran tratar, los enviarán a especialistas de confianza. Si su hijo necesita someterse a un tratamiento prolongado o ingresar en un hospital, su médico de atención primaria supervisará su tratamiento, ayudará a tomar decisiones sobre el mismo o lo derivará a otros especialistas si es necesario.

Una de las funciones más importantes de los médicos de atención primaria consiste en ayudar a los niños a no enfermarse. Esto recibe el nombre de "medicina preventiva".

Para que su hijo pueda recibir los mejores cuidados preventivos, usted:

• deberá establecer una buena relación con un médico de atención primaria que le guste y en quien confíe
• deberá llevar a su hijo a todas las revisiones médicas programadas y ponerle todas las vacunas cuando le toque
• deberá seguir los consejos del médico para que su hijo lleve un estilo de vida saludable, controlando su peso corporal y haciendo la cantidad adecuada de ejercicio físico

¿Cuáles son los tipos de médicos de atención primaria?

Existen varios tipos de médicos de atención primaria que pueden tratar a niños y adolescentes. Saber cuál de ellos es el más adecuado para usted es algo que dependerá de las necesidades específicas de su familia:

• Médicos de familia o médicos de cabecera: médicos que atienden a pacientes de todas las edades, desde la lactancia, la infancia y la adolescencia hasta la edad adulta y la ancianidad.
• Pediatras: médicos que atienden a bebés, niños y adolescentes.
• Internistas: médicos de medicina interna que atienden a adultos, aunque algunos también atienden a adolescentes que están cerca de la veintena.
• Especialistas en medicina del adolescente: médicos pediatras o internistas que disponen de formación adicional para atender a la población adolescente.
• Especialistas que combinan la medicina interna con la pediatría: médicos con formación especializada tanto en pediatría como en medicina interna.
• Obstetras y ginecólogos: médicos especializados en la salud de la mujer y que, a veces, ejercen como médicos de atención primaria de muchachas que han empezado a menstruar.
• Enfermeros profesionales o asistentes médicos: en algunos casos son los profesionales que ven a los niños o adolescentes en una consulta.

Cuándo visitar a un médico de atención primaria

Llame al médico de atención primaria de su hijo para preguntarle sobre dudas y otras cuestiones relacionadas con la salud de su hijo que no sean de carácter urgente. Entre ellas, se incluyen las siguientes:

• fiebre alta
• dolor de oídos
• dolor abdominal
• un dolor de cabeza que no desaparece
• una erupción en la piel
• leve resuello o respiración sibilante
• una tos persistente

Cuando esté en duda, llame al médico de atención primaria. Aunque su médico no pueda hablar con usted, alguien más de su consulta o de su centro podrá hablar con usted y decidir si debería (o no) llevar a su hijo a un servicio de urgencias médicas. Durante los fines de semana y por la noche, los médicos de atención primaria suelen tener contestadores automáticos que les permiten ponerse en contacto con usted si les deja un mensaje.

Cuándo acudir a un servicio de urgencias

Diríjase al servicio de urgencias médicas si su hijo:

• tiene dificultades para respirar o le falta el aliento
• presenta un cambio repentino en su estado mental, como volverse inusualmente somnoliento, estar letárgico, confuso, desorientarse o ser muy difícil de despertar
• tiene un corte en la piel que no deja de sangrar
• tiene rigidez de cuello (o de nuca) y fiebre
• tiene latidos acelerados del corazón que no vuelven al ritmo habitual
• ingiere una sustancia venenosa o una cantidad excesiva de medicamento
• se da un golpe en la cabeza que no parece ser leve

¿Cómo encontrar a un médico de atención primaria?

Para encontrar un médico de atención primaria, empiece preguntándose qué cosas son importantes para usted. Por ejemplo, lo más probable es que le interese que el médico de atención primaria de su hijo esté cubierto por su seguro de salud y que, de ser posible, su consulta esté cerca de su domicilio. Otras cosas a tener en cuenta son lo atento y agradable que sea el personal de la consulta, lo fácil que sea contactar al médico y si el horario de la consulta es compatible con el suyo.

Pida recomendaciones a sus amigos, vecinos y parientes, así como a médicos y enfermeros que usted conoce y en quienes confía.

Cuando tenga una lista de posibles candidatos, infórmese cuanto pueda sobra cada médico de atención primaria. Por ejemplo, averigüe si el médico:

• es abierto, cercano y natural o de trato más formal y distante
• prefiere tratar las afecciones de forma directa y agresiva o adoptar un enfoque más conservador de "esperar a ver qué pasa"
• intenta resolver los problemas en su consulta o envía a la mayoría de sus pacientes a especialistas

Infórmese también sobre cualquier otro servicio complementario. En algunos centros también hay especialistas, profesionales de la salud mental, dietistas, asesores en lactancia y trabajadores sociales. Puede ser conveniente disponer de todos esos servicios en un único centro.

Probablemente, su seguro contará con un listado de médicos de atención primaria y muchos centros permiten conocer antes al profesional para saber si se ajusta a sus preferencias. Y, aunque lo más fácil sea elegir un médico de atención primaria y quedarse siempre con él, si cree que su hijo no está recibiendo el nivel de atención adecuado, siempre pueden cambiar a otro profesional.