Queratosis pilaris

También recibe el nombre de: piel de gallina

¿Qué es la queratosis pilaris?

La queratosis pilaris es una afección cutánea frecuente que causa pequeños bultos o granos. Suelen aparecer en la parte alta de los brazos, los muslos, las nalgas y/o las mejillas.

La queratosis pilaris no es una infección, de modo que no es contagiosa. Aunque esta afección puede variar de una persona a otra, tiende a mejorar con el tiempo.

¿Cuáles son los signos y los síntomas de la queratosis pilaris?

La queratosis pilaris se da más en los niños pequeños, pero también es frecuente alrededor de la pubertad. Esta afección provoca bultitos o pequeñas protuberancias en la piel que pueden: 

• tener un aspecto rojizo, blanco, marrón o negro según el tono de piel del niño
• notarse secos y ásperos, de un tacto similar al del papel de lija
• formarse en la parte alta de brazos, muslos, nalgas y/o mejillas
• ir y venir, pero tender a empeorar en invierno

La queratosis pilaris se puede parecer a la piel de gallina. Los bultitos no duelen ni pican y tampoco desaparecen tan rápidamente como la piel de gallina.

¿Cuál es la causa de la queratosis pilaris?

La queratosis pilaris ocurre cuando una proteína llamada queratina obstruye los folículos pilosos (unas hendiduras en forma de saco que hay en la superficie de la piel). Esta afección es de origen genético. Por lo tanto, si su hijo la tiene, es probable que algún familiar también la tenga o la haya tenido.

¿Cómo se diagnostica la queratosis pilaris?

El médico de su hijo o un dermatólogo (un médico que trata los problemas de la piel) puede observar la piel de su hijo para saber si se trata de queratosis pilaris. 

¿Cómo se trata la queratosis pilaris?

La queratosis pilaris suele desaparecer por sí sola, y la mayoría de las personas no hacen nada para tratarla. Pero si los bultitos molestan a su hijo, él puede hacer los siguiente: 

• Ducharse o bañarse con agua tibia, en vez de caliente.
• Utilizar un agente limpiador suave, sin jabón, para lavarse el cuerpo y la cara.
• Aplicarse crema hidratante suave varias veces al día. Las cremas hidratantes con ácido láctico o ácido salicílico pueden ayudar a suavizar los granitos y hacer que la piel resulte menos áspera al tacto. 

Si no está seguro de qué productos elegir o si la piel de su hijo no mejora, hable con el médico de su hijo. Puede haber otros tratamientos disponibles.