Un absceso periamigdalino es un área de tejido llena de pus en la parte posterior de la boca, junto a una de las amígdalas. 

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Un absceso periamigdalino puede ser muy doloroso y hacer que resulte difícil abrir la boca. También puede causar inflamación y desplazar la amígdala hacia la úvula (la campanilla de tejido blando que se encuentra en la parte posterior de la boca). Si ocurre esto, tal vez resulte difícil tragar, hablar e incluso respirar.

Las mismas bacterias que causan la faringoamigdalitis estreptocócica son responsables de la aparición de abscesos periamigdalinos.

Tenga en cuenta lo siguiente

Un niño con síntomas de un absceso periamigdalino debe ver a un médico. Sin tratamiento, el absceso puede causar problemas de salud más graves. El tratamiento incluye antibióticos (que se suelen administrar por vía intravenosa) y drenar el absceso.

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