Cirugías y procedimientos: Circuncisión
La circuncisión es un procedimiento habitual en el que se extrae quirúrgicamente
la piel que recubre la punta del pene. Usualmente se realiza a los niños recién
nacidos antes de que salgan del hospital y, a menudo, dentro de los 2 primeros días
de vida. En la religión judía, se realiza durante una ceremonia especial
cuando el bebé tiene 8 días de vida.
Los varones nacen con un pliegue de piel, llamado prepucio, que cubre la cabeza
(glande) del pene. Durante la circuncisión, se extrae el prepucio para dejar
expuesta la cabeza del pene. Normalmente, la intervención produce una pequeña
hemorragia y no requiere de puntos de sutura. Puede colocarse un vendaje protector
sobre la herida, que en general sana por sí sola en el lapso de una semana
a 10 días.
En los Estados Unidos, se circuncida a muchos varones recién nacidos. La
circuncisión no es necesaria por motivos médicos, aunque algunos estudios
han demostrado que disminuye ciertos riesgos para la salud. De hecho, de acuerdo a
la Academia Americana de Pediatía (AAP), los beneficios de dicho procedimiento
superan los riegos. A veces se circuncida a niños mayores, pero el procedimiento
puede complicarse un poco más a medida que el niño crece.
Dado que no se considera esencial para la salud de los niños, la mayoría
de los padres toma su decisión acerca de la circuncisión en base a motivos
culturales, religiosos o personales (por ejemplo, si otros familiares de sexo masculino
han sido circuncidados).
A pesar de que la circuncisión en sí es relativamente simple y su
realización lleva sólo de 10 a 20 minutos, comprender cómo se
hace ayuda a que se sienta seguro sobre lo que está sucediendo.

Preparación para la circuncisión
Una vez que decida circuncidar a su bebé, consulte al médico que
realizará la intervención. En muchos casos, la circuncisión es
practicada por el obstetra, pero los pediatras, médicos de familia, urólogos,
neonatólogos y cirujanos especializados en pediatría también
pueden llevarla a cabo.
Puede circuncidarse a la mayoría de los bebés sanos dentro del primer
y el segundo día después del nacimiento. Sin embargo, la circuncisión
se posterga en los bebés que presentan ciertas afecciones médicas. El
pediatra o el neonatólogo que examinen al bebé decidirán si hay
que esperar para circuncidar a su bebé recién nacido.
Si puede realizarse, el médico le informará los riesgos inmediatos,
los potenciales beneficios y las instrucciones para cuidar del bebé después
de la intervención. El médico también preguntará sobre
cualquier antecedente familiar de trastornos hemorrágicos (como hemofilia o
enfermedad de von Willebrand). Pida al médico que le explique cualquier cosa
que no comprenda.
Cuando se sienta satisfecho con la información y hayan respondido sus preguntas
por completo, le pedirán que firme un formulario de consentimiento informado
afirmando que comprende el procedimiento y sus riesgos y que autorice la circuncisión
de su hijo.
Las circuncisiones suelen realizarse en la sala de tratamiento de la nursery
del hospital. Algunos padres optan por estar presentes en la sala de tratamiento durante
la circuncisión, mientras que otros prefieren esperar hasta que lleven al bebé
nuevamente a la nursery. Si desea permanecer en la sala, informe al médico.
¿Qué sucede durante la intervención?
En general, el bebé se encuentra despierto durante la circuncisión
y se lo suele colocar en un asiento de plástico moldeado que permite sostenerlo
en su lugar de forma segura. El pene y el área circundante se higienizan con
un antiséptico antes del inicio del procedimiento.
Control del dolor
Existen diversos métodos seguros y efectivos para controlar el dolor que
pueden disminuir el dolor para el bebé durante la circuncisión. Algunos
hospitales cuentan con una política formal que exige el uso de agentes de control
del dolor en todas las circuncisiones, mientras que otros no. Por eso, es importante
preguntar al médico al respecto con anticipación.
A menudo, la primera medida para controlar el dolor consiste en colocar un supositorio
de acetaminofeno (paracetamol) en el recto del bebé. Esto ayuda a reducir la
molestia durante el procedimiento y su efecto dura por varias horas más.
A continuación se suele aplicar anestesia local para adormecer el área
del pene en la que se efectuará la incisión. Las tres clases principales
son:
- anestésicos tópicos, cremas adormecedoras que se aplican en la piel
del pene y demoran de 10 a 30 minutos en hacer efecto
- bloqueo del nervio dorsal del pene (DPNB, por sus siglas en inglés), la
inyección de un medicamento líquido a través de una diminuta
aguja en la base del pene, que adormece el pene entero en minutos
- bloqueo en anillo, que es muy similar al DPNB, con la excepción de que
el medicamento adormecedor se inyecta al menos tres veces en un patrón en forma
de anillo alrededor del eje del pene
A menudo suelen combinarse distintos métodos de control del dolor. Por ejemplo,
los médicos pueden colocar primero el supositorio, aplicar la crema tópica
a continuación y luego aplicar las inyecciones en el lugar donde se colocó
la crema. Si las inyecciones se administran después de la crema adormecedora,
el bebé apenas sentirá cuando la aguja atraviese la piel, a pesar de
que el medicamento podría arder un poco a medida que se inyecta.
Para disminuir aún más el estrés y las molestias para el bebé,
el hospital puede darle un "chupete de sacarosa" (un chupete mojado en agua con azúcar),
ya que se ha demostrado que reduce la molestia para el recién nacido.
Métodos de circuncisión
En los recién nacidos, la circuncisión puede realizarse de distintas
maneras. Las técnicas más comunes protegen la cabeza del pene con dispositivos
especiales mientras se retira el prepucio. El médico determinará el
método apropiado.
En recién nacidos, las tres técnicas de circuncisión más
comunes son:
- Pinza Gomco
Se utiliza un instrumento especial llamado
estilete para separar el prepucio de la cabeza del pene (usualmente están unidos
por una membrana delgada). A continuación se coloca un dispositivo con forma
de campana sobre la cabeza del pene y por debajo del prepucio (es posible que deba
efectuarse una incisión en el prepucio para poder hacerlo). Luego, el prepucio
se extiende hacia arriba, sobre la campana, y se ajusta una pinza a su alrededor para
reducir el flujo de sangre hacia el área. Para cortar y retirar el prepucio
se utiliza un bisturí.
- Pinza Mogen
También en este caso se separa el prepucio
de la cabeza del pene con un estilete. Luego, se extiende el prepucio hacia arriba
por delante de la cabeza y se lo introduce a través de una pinza de metal que
tiene una ranura. La pinza se mantiene en su lugar mientras el prepucio se corta con
un bisturí y permanece en esta posición durante algunos minutos para
asegurar que se ha controlado la hemorragia.
- Técnica de la campana (Plastibell)
Este método
es similar a la técnica de la pinza Gomco. Después de separarlos con
un estilete, se coloca una campana plástica debajo del prepucio y sobre la
cabeza del pene. Alrededor del prepucio se ata un trozo de hilo para sutura, que interrumpe
el suministro de sangre hacia la zona. Luego, es posible que se utilice un bisturí
para cortar el prepucio excedente, pero el anillo de plástico no se retira.
Cae solo entre 3 y 7 días después.
Después del procedimiento
Después de una circuncisión, los médicos aplican ungüento
de vaselina sobre la herida y envuelven el pene del bebé en gasa para evitar
que la herida se adhiera al pañal (a menos que se haya utilizado el método
de la campana, que no requiere el uso de apósitos). Usualmente, el bebé
se devuelve a los padres brevemente después del procedimiento.
Tras la circuncisión se produce un escaso sangrado, independientemente de
la técnica utilizada. A pesar de que quizás vea salir un poco de sangre
por el borde de la incisión o en el pañal la primera vez que quite el
apósito, en general se detiene sola.
Usualmente el supositorio colocado antes de la intervención es suficiente
para controlar el dolor del bebé, pero los médicos o enfermeros pueden
decidir administrar otro si el bebé parece incómodo.
Es importante consultar al médico para saber cómo cuidar del pene
circuncidado.
El pene del bebé podrá estar dolorido por algunos días después
de la intervención. Por lo tanto, deberá ser cuidadoso al bañarlo.
No se necesitan hisopos de algodón, astringentes ni productos de baño
especiales. La mayoría de los médicos recomiendan mantener el área
limpia con agua jabonosa tibia.
Si se coloca un vendaje sobre la incisión, durante uno o dos días
después de la intervención quizás deba cambiarlo cada vez que
cambie el pañal. También debería aplicar un poco de vaselina
sobre el pene del bebé o en el frente del pañal para aliviar cualquier
molestia posible provocada por la fricción contra el pañal.
El pene circuncidado suele demorar entre 7 y 10 días en recuperarse después
de la intervención. Hasta ese momento, la punta puede verse en carne viva o
amarillenta. Llame al médico inmediatamente si advierte alguno de los siguientes
síntomas:
- sangrado persistente
- enrojecimiento en aumento alrededor de la punta del pene
- fiebre
- indicios de infección, como la presencia de vesículas con pus
- el bebé no orina normalmente dentro de las 12 horas posteriores a la circuncisión
Beneficios
Durante el primer año de vida, los niños circuncidados tienen menos
probabilidades de contraer infecciones urinarias. Quizás resulte más
fácil mantener el pene circuncidado limpio y desinfectado. Sin embargo, puede
enseñarse a los varones no circuncidados a limpiarse correctamente debajo del
prepucio una vez que se torne retráctil (en general a los 5 años).
Posteriormente, los estudios demuestran que los hombres circuncidados corren un
menor riesgo de desarrollar cáncer de pene (aunque se trata de una enfermedad
infrecuente). La circuncisión puede disminuir el riesgo de contraer VIH a través
de una pareja infectada de sexo femenino.
Riesgos y complicaciones
La circuncisión se considera un procedimiento seguro con riesgos mínimos,
de haber alguno. En la mayoría de los casos, no hay complicaciones.
En casos infrecuentes, las complicaciones pueden incluir:
- Infección: La infección es infrecuente porque los
médicos siempre usan técnicas estériles para realizar el procedimiento.
La mayoría de las infecciones relacionadas con la circuncisión son prácticamente
siempre leves y de fácil tratamiento con antibióticos. Los indicadores
de infección incluyen enrojecimiento en aumento, pus, dolor e hinchazón
alrededor de la incisión o fiebre. Si advierte alguno de estos problemas, llame
al médico.
- Hemorragia en la zona: Es más probable cuando el niño
padece un trastorno hemorrágico. Por eso es importante informar al médico
sobre cualquier antecedente familiar de problemas hemorrágicos o de coagulación.
En casos infrecuentes, puede cortarse un pequeño vaso sanguíneo durante
la intervención. En la mayoría de los casos, la hemorragia se detiene
sola, pero en ocasiones se necesitan puntos de sutura.
- Riesgos asociados con la anestesia: La anestesia local es muy
segura. Pero en casos infrecuentes, puede producir complicaciones en niños
(como ritmo cardíaco irregular, problemas respiratorios, reacciones alérgicas
a los medicamentos y, en casos muy infrecuentes, la muerte). Estas complicaciones
no son frecuentes y en general se manifiestan en pacientes con otros problemas médicos.
- Extracción incompleta del prepucio: A veces se deja un
gran excedente de piel. Esto se hace menos evidente a medida que el niño crece.
En ocasiones, si el excedente de piel es irregular, puede requerirse una intervención
correctiva posteriormente.
- Daños al pene: En casos infrecuentes, puede lesionarse
la cabeza del pene durante la circuncisión. Sin embargo, las precauciones que
los médicos toman casi siempre son suficientes para evitar que esto suceda.
Es comprensible sentirse algo preocupado mientras se le realiza una intervención
o cirugía a un hijo. De todos modos, es útil saber que en la mayoría
de los casos las circuncisiones son procedimientos habituales y las complicaciones
son infrecuentes. Un niño circuncidado suele sanar sin dificultades ni problemas
de salud. Si tiene alguna duda sobre la circuncisión, consulte a su médico.
Fecha de revisión: agosto de 2012
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