Cuándo visitar a un médico de atención primaria
El médico de atención primaria debe ser la primera opción
en cualquier afección médica que no sea de carácter urgente.
Llame al médico de atención primaria de su hijo si tiene:
- fiebre alta
- dolor de oído
- dolor abdominal
- un dolor de cabeza que no remite
- una erupción
- jadeo leve
- tos persistente
Si duda sobre si le conviene llamar al centro de atención primaria de su
hijo o llevarlo a urgencias, llame de todos modos. Aunque su médico no se pueda
poner, alguien más de su centro podrá hablar con usted e indicarle si
debería (o no) llevar a su hijo a un servicio de urgencias médicas.
Durante los fines de semana y por la noche, los médicos de atención
primaria suelen tener contestadores automáticos que les permiten ponerse en
contacto con usted si les deja un mensaje.
Cuándo acudir a un servicio de urgencias
Diríjanse de inmediato a un servicio de urgencias médicas si su hijo:
- tiene problemas para respirar o jadea
- presenta un cambio brusco en su estado mental, como volverse inusualmente somnoliento,
estar confuso, desorientarse o ser muy difícil de despertar
- tiene un corte en la piel que sangra mucho, sin que se pueda cortar la hemorragia.
- tiene rigidez de cuello (o de nuca) y fiebre
- le late muy deprisa el corazón y no se consigue enlentecer los latidos.
- ingiere una sustancia venenosa o una cantidad excesiva de medicamento
- se da un golpe importante en la cabeza
¿Cómo encontrar a un médico de atención
primaria?
Para encontrar un buen médico de atención primaria en el sector privado,
antes que nada, debe empezar por preguntarse qué es lo que está buscando.
Por ejemplo, tal vez le interese que el médico de atención primaria
esté cubierto por su seguro de salud y que, a ser posible, la consulta esté
cerca de su domicilio. Otras cosas a tener en cuenta son lo atento y agradable que
sea el personal de la consulta, lo fácil que sea contactar con él y
si el horario de la consulta es compatible con el suyo.
Pida recomendaciones a sus amigos, vecinos y parientes, así como a médicos
y enfermeras que usted conoce y en quienes confía.
Cuando tenga una lista de posibles candidatos, infórmese cuanto pueda sobra
cada uno de ellos. Por ejemplo, averigüe si:
- es abierto, cercano y natural o de trato más formal y distante
- prefiere tratar las afecciones de forma directa y agresiva o adoptar un enfoque
más conservador de "esperar a ver qué pasa"
- intenta resolver los problemas en su consulta o remite a la mayoría de
sus pacientes a especialistas
Infórmese también sobre cualquier otro servicio complementario; en
algunos centros también hay especialistas, profesionales de la salud mental,
dietistas, orientadores sobre lactancia y trabajadores sociales. Puede ser conveniente
disponer de todos esos servicios en un único centro.
Probablemente su seguro contará con un cuadro de médicos de atención
primaria y es posible que también disponga de un listado de los médicos
mejor valorados por los pacientes. Muchos despachos o centros le permitirán
conocer a posibles candidatos para que pueda comprobar si encajan bien con el perfil
de su hijo. Y recuerde, aunque lo más fácil sea elegir un médico
de atención primaria y quedarse siempre con él, si cree que su hijo
no está recibiendo el nivel de atenciones que usted desea, siempre se pueden
cambiar a otro profesional de la medicina.
Fecha de revisión: septiembre de 2014