¿Cuándo fue la última vez que gateó por su casa, poniéndose
a cuatro patas? Por raro que le parezca, pruébelo. Los niños exploran
su entorno cada día, por eso es importante que vea las cosas desde su perspectiva
para asegurarse de que su casa es segura.
Cuando oímos expresiones como "a prueba de bebés" o "a prueba de
niños", solemos pensar en bebés o en niños pequeños de
menos de tres años de edad. Y es verdad que los niños pequeños
tienen el riesgo más alto de lesionarse en el entorno doméstico: es
allí donde pasan la mayor parte del tiempo. Pero las lesiones por accidente
son la principal causa de muerte entre los niños menores de 14 años,
y más de la tercera parte de estas lesiones ocurren en casa.
He aquí algunas formas sencillas de ayudar a prevenir las lesiones en su
casa.
Accidentes que pueden ocurrir en casa
Las causas más frecuentes de muerte por accidente doméstico son el
fuego y las
quemaduras, la asfixia, el ahogamiento,
la asfixia por aspiración, las caídas, las
intoxicaciones y las armas
de fuego.
La mayoría de los accidentes ocurren en lugares donde hay:
- agua: en el baño, la cocina, las piscinas o en los baños
calientes
- calor o llamas: en la cocina o cerca de una barbacoa
- sustancias tóxicas: debajo del fregadero de la cocina,
en el armario de los medicamentos, el garaje o el cuarto de jardinería o, incluso,
en los bolsos u otros lugares donde se guardan medicamentos.
- posibles caídas: escaleras, suelos resbaladizos, ventanas
muy altas o muebles que vuelcan.
- riesgo de asfixia por aspiración: incluyendo un entorno
para dormir inseguro, alimentos que exponen al niño al riesgo de atragantarse
y asfixiarse al aspirarlos (como las uvas o los perritos calientes), las pilas
de botón, o los elementos que haya dentro o fuera de la casa donde se puede
enganchar, enredar, quedar atrapado o estrangular un niño.
Usted puede conseguir que estos lugares sean más seguros, pero la medida
más importante para proteger a su hijo consiste en observarlo constantemente.
Incluso si su casa está a prueba de niños, basta con un solo instante
para que un bebé o un niño pequeño se caiga, se precipite sobre
una estufa caliente o se meta un objeto peligroso en la boca. Estar pendiente de su
hijo es su mejor defensa.
Pero, a pesar de todo, los accidentes ocurrirán; de modo que es importante
estar bien preparado. Si usted está esperando a un bebé o tiene hijos,
es sensato que:
- Aprenda las técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) y la maniobra
de Heimlich adecuada para cada edad.
- Tenga los siguientes números cerca del teléfono (para su uso y el
de otras personas que cuiden de su hijo):
- teléfono del centro de toxicología (1-800-222-1222 en EE.UU.)
- teléfono del médico de su hijo
- teléfonos del lugar donde trabajan los padres, así como el de sus
móviles
- teléfonos de un vecino o de un pariente cercano (por si necesitara que
otras personas cuidaran de sus otros hijos en caso de emergencia)
- Disponga de un botiquín
de primeros auxilios y guarde instrucciones sobre cómo actuar en caso de
emergencia en su interior.
- Instale detectores de humo y de monóxido de carbono en su casa. Y cámbieles
las pilas con regularidad.
Para tener más información, revise los siguientes artículos
sobre seguridad doméstica: