Familias bilingües
En algunos países, es habitual que los niños aprendan a hablar dos
o más idiomas a la vez y que los utilicen a diario para comunicarse y entender
a la gente de su alrededor.
En países como EE.UU., puede haber un idioma dominante; es decir, el que
utiliza el gobierno, los centros educativos y la sociedad. Teniendo esto presente,
los padres que hablan otro idioma añadido por su herencia cultural se pueden
enfrentar al siguiente dilema: ¿Deberíamos enseñar a nuestros
hijos solo el idioma dominante o deberíamos educarlos para que sean bilingües?
Aunque es importante aprender el idioma dominante en el país donde uno vive,
para mucha gente, también es importante que sus hijos aprendan la lengua materna
de sus padres, abuelos y hermanos mayores.
Enseñar o no a su hijo más de un idioma es una decisión que
depende de usted. Tal vez usted crea que su hijo necesita empezar "desde cero" en
un nuevo país y que solo necesita aprender el idioma dominante. De todos modos,
educar a niños bilingües se asocia a algunas ventajas.
¿Qué significa ser bilingüe?
Ser bilingüe significa entender y expresarse bien en dos
idiomas, y ser capaz de trasmitir los pensamientos con claridad en ambos idiomas.
Ser plurilingüe significa desarrollar estas habilidades en más
de dos idiomas.
Mucha gente cree que el inglés es la lengua oficial en EE.UU. Pero, en realidad,
no es así; aunque algunos países tienen lenguas oficiales, EE.UU. no
las tiene. De hecho, en 2004, se hablaban en torno a 336 lenguas en EE.UU. Algunos
estados de EE.UU. son bilingües desde el punto de vista oficial. Por ejemplo,
en Luisiana, el inglés y el francés son las dos lenguas oficiales; en
Nuevo México, las lenguas oficiales son el inglés y el español;
y en Hawái, el inglés y el Hawaiano. Por lo tanto, ser bilingüe
en EE.UU. no es ninguna novedad.
¿Cuáles son las ventajas de ser bilingüe?
Algunos estudios sostienen que los niños expuestos a varios idiomas son
más creativos y desarrollan mejor las habilidades de resolución de problemas.
Otros estudios sugieren que hablar una segunda lengua, aunque solo sea durante los
primeros años de vida, ayuda a desarrollar habilidades cognitivas para que
al niño le resulte más fácil aprender otras lenguas en el futuro.
Algunos expertos afirman que, si padres e hijos no hablan la misma lengua en casa,
su comunicación puede pagar las consecuencias. Consecuentemente, los padres
pueden perder cierto control sobre sus hijos y, con el tiempo, estos podrían
recibir influencias negativas, como las procedentes de pandillas o bandas, a fin de
recuperar un sentido de pertenencia que dejaron de sentir en su propia casa.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a ser bilingüe?
Existen varios métodos que pueden ayudar a un niño a ser bilingüe.
En todos ellos, es muy importante exponer a los niños a ambos idiomas en distintos
contextos para ayudarles a entender la importancia de cada lengua.
Se recomiendan dos enfoques:
- El enfoque de un padre, una lengua implica que cada padre hable
en una lengua distinta en casa desde los primeros años de vida del niño.
Por ejemplo, la madre podría hablarle al niño solo en inglés
mientras el padre usa solo el español.
- El método de la lengua minoritaria en casa permite a los
padres establecer un uso para cada lengua. Por ejemplo, mientras en casa los niños
solo hablan en español, en la escuela hablarán en inglés.
Con cualquiera de los dos métodos, trate de no mezclar idiomas. Es decir,
cuando hable con su hijo en su lengua materna, no la mezcle con el inglés,
sea en frases o en oraciones. Sin embargo, no se sorprenda si su hijo mezcla palabras
de ambos idiomas en una oración. Cuando le ocurra, corríjale con naturalidad
proporcionándole la palabra adecuada en la lengua que estén utilizando.
Hay muchos materiales que pueden ayudar a su hijo a aprender una segunda lengua,
como CD-ROMs para el aprendizaje de idiomas, videojuegos, videos, DVD, CD de música
y juguetes electrónicos que funcionan con pilas. También es fácil
encontrar libros bilingües y dibujos animados en español, como Clifford,
el gran perro rojo, y Dora, la exploradora. Y, por descontado, siempre está
Internet.
Cuando exponga a su hijo a una segunda lengua, no se olvide de sus aficiones. Por
ejemplo, si a su hijo le gusta el fútbol, vean un partido en uno de los canales
que emiten en español. Si a su hijo le gusta la música, busquen los
últimos álbumes de artistas que canten en inglés y en su lengua
materna.
Con niños pequeños, utilice rimas, canciones y juegos. A medida que
su hijo vaya creciendo, sea constante y creativo en su enfoque. Algunos padres envían
a sus hijos a escuelas de idiomas para que aprendan la lengua siguiendo un método
más formal. Muchas familias también optan por enviar a sus hijos a pasar
más tiempo con sus parientes en su tierra natal, sea en verano o durante períodos
más largos. No olvide que también es importante tener amigos que hablen
la lengua de su país de origen.
¿El bilingüismo supone una pérdida cultural?
Si su hijo crece y se educa en país distinto a su país de origen,
lo más probable es que pierda algo de la cultura y de los vínculos con
ese país; de todos modos, de usted depende trasmitirle o no a su hijo su herencia
cultural.
Desde luego que existe una cultura "americana". Sin embargo, no olvide que durante
siglos muchas de las personas que llegaron a EE.UU. en busca de un futuro más
prometedor cultivaron su lengua materna y su cultura en sus casas y barrios. No obstante,
aprendieron a hablar inglés y a integrarse en el estilo de vida estadounidense.
Esas identidades culturales siguen existiendo en muchas familias después de
muchas generaciones. Por ejemplo, hay un barrio italiano o chino en casi todas las
ciudades grandes de EE.UU. Y cada año, se celebra Mardi Gras, el Cinco de Mayo
y el Día de San Patricio con entusiasmo.
Hablar con fluidez una segunda lengua se puede asociar a importantes ventajas culturales.
Los niños que aprenden la lengua materna de sus padres se pueden comunicar
con sus parientes y reforzar sus lazos familiares más allá de las fronteras.
Además, es muy probable que quieran aprender la historia y las tradiciones
del país natal de su familia. Entender de dónde vienen ayuda a los niños
a desarrollar una fuerte identidad y les ayuda a determinar hacia dónde quieren
ir en el futuro.
¿El bilingüismo puede retrasar el desarrollo del habla?
En algunos casos, aprender dos idiomas a la vez puede enlentecer el desarrollo
del lenguaje en comparación con los niños monolingües. Los lingüistas
afirman que los niños bilingües pueden invertir el orden de las palabras
dentro de una oración, pero, al igual que los niños que hablan una sola
lengua, entenderán perfectamente lo que quieran decir. Por otra parte, la corrección
siempre se debe hacer con sutileza para que el niño no se sienta inhibido o
acomplejado.
Algunos padres temen que hablar a sus hijos en un idioma diferente al inglés
dificultará el aprendizaje de esta lengua en la escuela. La realidad es que
antes de que vayan a la escuela, los niños ya habrán estado en continuo
contacto con el inglés a través de la televisión, Internet y
sus amigos. Los padres se suelen asombrar de la habilidad que tienen sus hijos para
aprender inglés cuando juegan con niños angloparlantes en su barrio
o centro de preescolar. Y, en cuanto empiezan a ir a la escuela, se ponen al nivel
de sus compañeros rápidamente. Es entonces cuando el problema para los
padres pasa a ser el de evitar que sus hijos hablen exclusivamente en inglés.
Algunos retos
Es posible que a algunos niños no les entusiasme la idea de hablar la lengua
materna de sus padres. Por naturaleza, los niños quieren ser como sus compañeros
de clase. Por ejemplo, si sus amigos solo hablan inglés, es posible que ellos
también quieran hablar solo esa lengua. Los padres que quieran que sus hijos
hablen una segunda lengua deben seguir hablándola en casa, independientemente
de la resistencia que puedan encontrar en sus hijos.
Educar a hijos bilingües
Enseñar un segundo idioma a un niño puede ser todo un reto. Lo cierto
es que la mayoría de las familias inmigrantes pierden su lengua materna en
la tercera generación; aunque este no tiene que ser su caso.
En última instancia, en la fluidez que tenga su hijo al hablar la lengua
de sus padres influirán muchos factores, entre los que se incluyen su motivación
personal y el apoyo procedente de sus padres. En primer lugar, decida qué nivel
desea que tenga su hijo en la lengua materna de la familia, y luego busque los recursos
apropiados, como libros y material multimedia, la educación formal o la inmersión
temporal.
Enseñar a los niños a ser bilingües les puede ayudar a reconocer
la importancia de su cultura y de su herencia, así como a desarrollar una fuerte
identidad personal. ¡Y les podrá ser de gran utilidad en el trabajo cuando
sean adultos!
Fecha de revisión: junio de 2017
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