¿Qué
puede esperar durante esta visita?
Lo más probable es que el pediatra y/o el personal de enfermería
que atienden a su hijo hagan lo siguiente:
1. Midan el peso y la estatura de su hijo, calculen su índice de
masa corporal (IMC) y representen estas medidas en las curvas
de crecimiento.
2. Tomen la tensión arterial de su hijo utilizando un equipo
de evaluación estándar.
3. Le hagan preguntas, le resuelvan inquietudes y le den consejos
sobre los siguientes aspectos relacionados con su hijo:
Comida. Programe tres comidas principales y uno o dos tentempiés
nutritivos al día. Sirva a su hijo una dieta bien equilibrada, que contenga
proteínas magras, cereales integrales, frutas, verduras y productos lácteos
semidescremados. Los niños de esta edad deberían tomar dos tazas y media
(600 ml) de leche semidescremada
(o el equivalente en productos lácteos semidescremados o sustitutos de la leche
forificados) al día. Limite las comidas y las bebidas ricas en azúcares
y grasas y ofrézcale no más de 240 ml (8 onzas) de jugo al día.
Hábitos relacionados con el uso del baño. Mojar la cama es un problema
más frecuente en el género masculino que en el femenino y cuando se
tiene el sueño profundo. La mayoría de las veces remite por sí
solo, pero hable con el pediatra de su hijo en el caso de que persista este problema.
Sueño. Los niños de esta edad suelen necesitar unas
9 a 12 horas de sueño nocturno.
La falta de sueño puede dificultar que mantengan la atención en la escuela.
Establezca una hora de irse a la cama que permita que su hijo duerma lo suficiente
y estimule a su hijo a seguir una rutina relajante a la hora de acostarse. Mantenga
la TV y los dispositivos digitales, como teléfonos y tabletas, fuera de la
habitación de su hijo.
Actividad física. Los niños de esta edad deberían
dedicar por lo menos 60 minutos al día a la actividad
física. Limite el tiempo que pasa su hijo delante de cualquier tipo de
pantalla (televisión,
vídeo, computadora, videojuegos, teléfonos inteligentes y tabletas)
a no más de dos horas al día de programas infantiles de calidad.
Crecimiento y desarrollo. Alrededor de los 8 años, es habitual
que muchos niños:
- muestren una mayor independencia con respecto a sus padres y otros miembros de
su familia
- tengan un grupito de amigos, generalmente de su mismo género
- busquen modelos de rol, como atletas profesionales, actores o superhéroes
- distingan entre lo que está bien y lo que está mal
- disfruten leyendo
- resuelvan problemas de matemáticas sencillos
- sepan mantener la atención durante más tiempo que en etapas previas
y sean más cooperativos
- resuelvan problemas de una forma más lógica y organizada
- lleven a cabo tareas más coordinadas como lanzar una pelota de baloncesto
4. Hagan una exploración
física a su hijo. Ésta incluirá auscultarle el corazón
y los pulmones, examinarle los dientes en busca de caries y ver cómo camina.
Puesto que algunos niños empiezan a presentar signos de la pubertad tan pronto
como desde los 7 años, el pediatra explorará también el desarrollo
propio de esta etapa. Uno de los padres del niño o un cuidador debería
estar presente durante la exploración.
5. Actualicen sus vacunas. Las vacunas protegen a los niños
de importantes enfermedades propias de la infancia, de modo que es fundamental que
su hijo las reciba a tiempo. Los programas
de vacunación pueden variar entre distintos consultorios médicos;
por lo tanto, pregunte al pediatra al respecto.
6. Soliciten pruebas. Es posible que el pediatra evalúe
el riesgo de su hijo a la anemia, el colesterol
elevado o la tuberculosis
y que, en caso de ser necesario, solicite las pruebas pertinentes.