Si su hijo está enfrentando una enfermedad grave como el cáncer o tiene una afección
crónica, como asma, es posible que el médico le recomiende participación en un ensayo
clínico.
Acerca de los ensayos clínicos
Un ensayo clínico es un estudio de investigación que sigue un protocolo predefinido
o plan de acción.
Algunos ensayos clínicos se limitar a observar a las personas en determinadas situaciones
(por ejemplo, cuántos niños obesos o con sobrepeso padecen depresión) y luego se registran
los datos para su análisis por los investigadores. En otros se investigar los efectos
de fármacos, terapias, vacunas, vitaminas o procedimientos nuevos. Estas clases de
ensayos, denominados ensayos clínicos aleatorizados y controlados, intentan hallar
el mejor tratamiento con la menor cantidad de efectos secundarios. Se llevan a cabo
únicamente después de la realización de investigaciones preliminares y si existen
motivos para creer que el potencial tratamiento nuevo es efectivo.
Todos los ensayos clínicos son de carácter voluntario y la información que se obtiene
durante ellos es confidencial. Los participantes pueden retirarse del estudio en cualquier
momento, por cualquier motivo.
Cómo funcionan
Todos los estudios se guían por un protocolo, que describe qué estudiará el ensayo,
quiénes son candidatos idóneos y qué tratamientos (si los hubiera) se ofrecerán, además
de cómo se medirán los resultados.
En un ensayo clínico aleatorizado y controlado, se divide a los niños en grupos.
El grupo experimental recibe el tratamiento que se debe probar, mientras que el grupo
de control recibe un tratamiento convencional (generalmente, el que el niño ya está
recibiendo) o un placebo (un tratamiento falso o comprimido de azúcar que no contiene
ningún medicamento).
En los ensayos clínicos con niños, sólo se usa placebo si la interrupción del tratamiento
convencional es breve (quizás unos pocos días) y no representa ningún riesgo o si
la terapia que se está probando es para tratar síntomas molestos (como ojos llorosos)
una enfermedad.
En esta clase de tratamientos, se realiza una "puesta a ciego" de los pacientes,
lo cual significa que los pacientes no saben si se le está administrando el tratamiento
o el placebo hasta la finalización. De esta manera, no es posible que saber lo que
estar tomando influencie su respuesta. En un estudio doble ciego, ni los pacientes
ni los investigadores saben quién ha tomado el fármaco o el placebo hasta la terminación
del estudio.
Una vez que el estudio ha finalizado, se comparan los resultados del grupo experimental
y del grupo de control. Los investigadores analizan los datos para determinar si el
potencial tratamiento nuevo es efectivo.