Si se someterá a su hijo
a una operación o un procedimiento, puede darle tranquilidad entender la forma
en que actúan los diferentes tipos de anestesia para que la experiencia sea
más cómoda.
La anestesia se divide en tres categorías principales: general, regional
y local; todas ellas afectan el sistema nervioso de algún modo y se pueden
administrar a través de varios métodos y diferentes medicamentos.
Piense en el cerebro como una computadora central que controla todas las funciones
del cuerpo, y en el sistema nervioso como una red que transmite mensajes que van y
vienen desde el cerebro a las diferentes partes del cuerpo. La transmisión
se realiza a través de la médula espinal, que se extiende desde el cerebro
y recorre la columna vertebral, y contiene nervios que parecen hilos que se ramifican
a todos los órganos y todas las partes del cuerpo.
A continuación se incluye una breve descripción del efecto de cada
tipo de anestesia.
Anestesia general
El objetivo es dejar a la persona completamente inconsciente (o "dormida") y mantenerla
en este estado durante la operación, sin conciencia ni recuerdo de la intervención
quirúrgica. La anestesia general se puede administrar a través de una
vía intravenosa (que requiere la inserción de una aguja en una vena,
generalmente del brazo) o mediante la inhalación de gases o vapores a través
de una máscara o tubo de respiración.
Si su hijo recibirá anestesia general, el anestesista estará presente
antes, durante y después de la operación para controlar la administración
de los medicamentos anestésicos y asegurarse de que su hijo reciba la dosis
correcta en todo momento.
Con anestesia general, el anestesista utiliza una combinación de varios
medicamentos para lo siguiente:
- aliviar la ansiedad
- mantener dormido a su hijo
- minimizar el dolor durante el procedimiento quirúrgico y aliviarlo después
de su realización (mediante el uso de medicamentos llamados analgésicos)
- relajar los músculos, lo que ayuda a mantener a su hijo inmovil
- bloquear los recuerdos de la intervención quirúrgica
Después de la operación, el anestesista revierte el proceso de la
anestesia para ayudar a que su hijo se "despierte". Generalmente, la recuperación
completa de los niños luego de una anestesia general tarda de 45 minutos a
una hora aproximadamente. Enfermeros especialmente capacitados supervisan este período
de recuperación en la Unidad de Cuidados Postanestesia (PACU) o sala de recuperación.
Durante la recuperación, su hijo sigue bajo el cuidado del anestesista.
Anestesia regional
El medicamento anestésico se inyecta cerca de un grupo de nervios, y adormece
una extensa área del cuerpo (como desde la cintura hacia abajo).
Un niño que recibe anestesia regional, por lo general, se encuentra dormido
antes de que se realice el procedimiento. Sin embargo, los niños mayores o
aquellos que correrían un riesgo no aceptable si se durmiesen pueden estar
sedados durante el procedimiento. Por ejemplo, si un niño tiene sobrepeso,
es posible que le resulte difícil al anestesista palpar los huesos que lo guían
a la ubicación correcta de la aguja.
En los niños, la anestesia general y la regional suelen combinarse, excepto
en circunstancias muy especiales. Por lo general, la anestesia regional se utiliza
para que una persona esté más cómoda durante y después
del procedimiento quirúrgico.
Si la anestesia regional es adecuada para su hijo, podrá hablar al respecto
con el anestesista. El tiempo necesario para recuperarse del efecto anestésico
variará en función del tipo de anestesia regional que se utilice.