Si has estado pensando en suicidarte, pide ayuda de inmediato.
La depresión
es algo muy serio. No puedes esperar y desear que tu estado de ánimo mejore.
Cuando una persona se ha estado sintiendo deprimida durante mucho tiempo, es difícil
ser objetivo sobre su situación.
Habla con alguien de confianza en cuanto puedas. Si no puedes hablar con uno de
tus padres, habla con un entrenador, un pariente, un consejero
escolar, un líder religioso o un maestro. Llama a una línea de atención
para la prevención del suicido (como 1-800-273-8255) o al
número de emergencias local (911).
También puedes aprovechar los siguientes recursos las 24 horas del día,
los 7 días de la semana:
- Línea de la Esperanza Nacional para prevenir el Suicidio en los
Estados Unidos: llama al 1-800-273-8255 o envía el mensaje de texto
"CONNECT" al 741741. También puedes comunicarte con ellos a través de
su sitio.
- Línea de la Esperanza Trevor para la comunidad LGBTQ:
1-866-488-7386 o envía el mensaje de texto "START" al 678678. También
puedes comunicarte con ellos a través de su sitio.
Estas líneas gratuitas son atendidas por personas que están formadas
y preparadas para ayudar sin tener que conocer tu nombre ni verte la cara. Las llamadas
son absolutamente confidenciales.
Aviso: En el año 2020, la FCC estableció el número 988
como el nuevo número nacional, de 3 dígitos, para que todos los americanos
que estén atravesando una crisis puedan comunicarse con psicólogos especializados
en crisis de salud mental y prevención de suicidios. El 16 de julio de 2022,
a más tardar, todos los proveedores de servicios telefónicos deben dirigir
las llamadas que se hacen al 988 a la Línea de la Esperanza Nacional para prevenir
el suicidio en los Estados Unidos.
¿Por qué los adolescentes intentan suicidarse?
La mayoría de los adolescentes que fueron entrevistados después de
un intento de suicidio dicen que lo hicieron porque estaban intentando escapar de
una situación que parecía imposible de enfrentar o para obtener alivio
después de tener malos pensamientos o sentimientos. El deseo de escaparse de
la situación en la que se encontraban era más fuerte que el deseo de
morir. Y en ese momento en particular, quitarse la vida parecía la única
salida.
Algunas personas que ponen fin a su vida o intentan suicidarse tal vez estén
intentando escapar de sentimientos de rechazo, dolor o pérdida. Otras quizás
se sientan enojadas, avergonzadas o culpables de algo. Algunas personas podrían
estar preocupadas porque creen que decepcionan a sus amigos o familiares. Y algunas
quizás no se sientan deseadas, amadas, o se sientan victimizadas y como si
fueran una carga para los demás.
Todos nos sentimos sobrepasados por emociones o situaciones difíciles en
algún momento. Pero la mayoría de las personas lo superan o pueden poner
sus problemas en perspectiva y encontrar la manera de seguir adelante con determinación
y esperanza. Entonces, ¿por qué una persona intenta suicidarse mientras
que otra en la misma situación compleja no lo hace? ¿Qué hace
que algunas personas sean más resilientes (más capaces de afrontar los
reveses y las dificultades de la vida) que otras? ¿Qué hace que una
persona no logre ver otra salida a una situación compleja más que terminar
con su vida?
La respuesta a estas preguntas reside en el hecho de que la mayoría de las
personas que se suicidan tienen depresión.
Depresión
La depresión
lleva a las personas a centrarse más en sus errores y decepciones, a enfatizar
los aspectos negativos de las situaciones y a despreciar sus capacidades. Una persona
con una depresión grave es incapaz de ver la posibilidad de un desenlace positivo
y tal vez crea que jamás será feliz o que las cosas nunca le volverán
a salir bien.
La depresión afecta los pensamientos de una persona de tal manera que no
es capaz de ver que un problema se puede superar.
Pareciera ser que la depresión modificara el pensamiento de una persona como
un filtro que distorsiona las cosas. Por eso, las personas con depresión no
se dan cuenta de que el suicidio es una solución permanente a un problema temporal,
mientras que otras personas sí pueden verlo. Un adolescente con depresión
tal vez se sienta como si no hubiera una salida para los problemas, ningún
escape al dolor emocional ni ninguna otra forma de comunicar una gran tristeza.
A veces, las personas que tienen pensamientos suicidas ni siquiera se dan cuenta
de que están deprimidas. No se dan cuenta de que es la depresión (y
no la situación) la que está influyendo para que vean las cosas como
si "no hubiera salida", "nunca fuera a estar mejor" o "no hubiese nada que se pueda
hacer".
Cuando la depresión cede porque la persona recibe la terapia
o el tratamiento adecuados, el pensamiento distorsionado desaparece. La persona puede
sentir placer, energía y esperanzas nuevamente. Pero mientras una persona está
profundamente deprimida, los pensamientos suicidas son una verdadera preocupación.
Las personas que tienen una afección denominada "trastorno bipolar" siempre
tienen más riesgo de suicidio porque su enfermedad puede hacer que atraviesen
períodos en los que están sumamente deprimidos y tiempos en los que
tienen una energía inusualmente elevada y desenfrenada (llamada manía).
Estas dos fases extremas del trastorno
bipolar afectan y distorsionan el estado de ánimo, el futuro y el juicio
de una persona. Para quienes tienen esta afección, puede ser un desafío
mantener los problemas en perspectiva y actuar con buen juicio.
Consumo de sustancias
Los adolescentes que tienen problemas con el alcohol
y las drogas también tienen más riesgo de presentar pensamientos o conductas
suicidas. El alcohol y algunas drogas tienen efectos depresivos sobre el cerebro.
El uso indebido de estas sustancias puede provocar una profunda depresión.
Esto es especialmente cierto en el caso de algunos adolescentes que ya tienen una
tendencia a la depresión por su biología, sus antecedentes familiares
y por otras situaciones estresantes de la vida.
El problema puede empeorar porque muchas personas que tienen depresión recurren
a las drogas o el alcohol como escape. Pero tal vez no se den cuenta de que los efectos
depresivos que las drogas y el alcohol tienen sobre el cerebro pueden intensificar
la depresión a largo plazo.
Además de sus efectos depresivos, las drogas y el alcohol pueden afectar
el juicio de una persona. Interfieren con su capacidad de evaluar los riesgos, hacer
buenas elecciones y pensar en soluciones a los problemas. Muchos intentos de suicidio
ocurren cuando una persona se encuentra bajo los efectos del alcohol o las drogas.
Obviamente, esto no significa que todas las personas que están deprimidas
o que tienen un problema con las drogas o el alcohol intentarán quitarse la
vida. Pero estas afecciones (en especial si se presentan juntas) aumentan el riesgo
de suicidio de una persona.
El suicidio no siempre es planificado
A veces, una persona deprimida planea su suicidio con anticipación. Sin
embargo, en muchos casos, los intentos de suicidio ocurren de manera impulsiva en
un momento de tristeza profunda. Una situación, como el fin de una relación,
una gran pelea con uno de los padres, un embarazo no deseado, ser dejado de lado o
ser victimizado de algún modo pueden hacer que una persona se sienta desesperadamente
triste. Con frecuencia, una situación como esta, sumada a una depresión
existente, es la gota que colma el vaso.
Algunas personas que intentan suicidarse quieren morirse y otras no están
completamente seguras de que desean morirse. Para algunos, un intento de suicidio
es una manera de expresar un profundo dolor emocional. Como no pueden expresar cómo
se sienten, para ellos el intento de suicidio parece el único modo de hacer
llegar su mensaje. Lamentablemente, muchas personas que en realidad no querían
quitarse la vida terminan muertas o gravemente enfermas.
¿Cuáles son las señales de advertencia detrás de un
suicidio?
Con frecuencia, existen señales de que una persona puede estar planificando
o pensando en un intento de suicidio. He aquí algunas de ellas:
- hablar acerca del suicidio o la muerte en general
- hablar sobre "irse"
- referirse a cosas que "no necesitarán" y regalar sus pertenencias
- hablar sobre sentimientos de desesperanza y de culpa
- alejarse de los amigos o los familiares y perder el deseo de salir
- perder el deseo de participar en sus actividades favoritas
- tener dificultad para concentrarse o pensar con claridad
- sufrir cambios en los hábitos de alimentación y de sueño
- tener conductas autodestructivas (como beber alcohol, consumir drogas o cortarse)
¿Cómo puedo afrontar los problemas?
Ser adolescente no es sencillo. Existen muchas nuevas presiones sociales, académicas
y personales. Y para los adolescentes que tienen que enfrentar otros problemas, como
vivir en ambientes violentos o abusivos,
la vida puede ser incluso más difícil.
Algunos adolescentes se preocupan por su sexualidad
y las relaciones,
y se preguntan si sus sentimientos y atracciones son normales o si serán amados
y aceptados. Otros se enfrentan con su imagen
corporal y los problemas
de alimentación; el intento de alcanzar ideales imposibles los hace sentir
mal con ellos mismos.
Algunos adolescentes tienen problemas de aprendizaje o problemas
de atención que les dificultan el éxito en la escuela. Quizás
se sientan decepcionados de sí mismos o sientan que son una decepción
para otros.
Estos problemas pueden ser complejos y agotadores, y pueden llevar a una depresión
si se mantienen durante mucho tiempo sin alivio ni apoyo. Todos nos enfrentamos a
problemas y acontecimientos dolorosos en algún momento. ¿Cómo
hacen las personas para atravesarlos sin caer en una depresión? Parte de la
solución es mantenerse conectado a la familia, los amigos,
la escuela, la fe y otras redes de contención.
Las personas pueden afrontar mejor los problemas cuando tienen al menos una persona
que cree en ellos, que desea lo mejor para ellos y en quien pueden confiar. También
ayuda recordar que la mayoría de los problemas son temporales y se pueden superar.
Cuando enfrentes problemas, intenta hacer lo siguiente:
- Dile a alguien en quien confíes lo que te está pasando.
- Mantente cerca de las personas que se preocupan por ti y son positivas.
- Pídele a alguien que te ayude a pensar qué hacer con un problema
que estás enfrentando.
- Trabaja con un terapeuta o un consejero si los problemas te están deprimiendo
o si no tienes una buena red de apoyo o sientes que no pueden afrontar la situación.
Los consejeros
y los terapeutas pueden dar apoyo emocional y pueden ayudar a los adolescentes
a desarrollar sus propias habilidades para afrontar problemas. También puede
ser de ayuda unirse a una red de apoyo para personas que estén atravesando
el mismo problema; por ejemplo, la anorexia, los problemas con la imagen corporal,
convivir con
un familiar alcohólico o preocupaciones por la sexualidad o la salud sexual.
Estos grupos pueden ayudar a ofrecer el ambiente de cuidado en el que puedas hablar
sobre estos problemas con personas que comparten tus preocupaciones.
¿Cómo puedo ayudar a un amigo?
Siempre es bueno iniciar una conversación con alguien que crees que está
pensando en el suicidio. Esto te permite buscar
ayuda para esa persona y, simplemente hablar del tema puede ayudar a esa persona
a sentirse menos sola y más querida y comprendida.
Hablar de los problemas también le da a esa persona la oportunidad de considerar
otras soluciones para ellos. En la mayoría de los casos, quienes están
considerando el suicidio están dispuestos a hablar si alguien les pregunta
por qué están preocupados. Como las personas con depresión no
pueden ver las respuestas con la misma claridad que los demás, quizás
los ayude contar con alguien que pueda ayudarlos a encontrar al menos una manera diferente
de salir de una mala situación.
Aun cuando un amigo o un compañero de clase te haga jurar que guardarás
el secreto, debes buscar ayuda tan pronto como puedas; es posible que la vida de tu
amigo dependa de esto. Una persona que está pensando seriamente en suicidarse
puede estar en un pozo emocional tan profundo que es incapaz de darse cuenta de que
necesita ayuda. Informa cuanto antes a un adulto en quien confíes.
Si es necesario, puedes llamar a la línea de atención para la prevención
del suicidio (como el 1-800-273-8255 o el 1-866-488-7386). Estas llamadas son confidenciales
y son atendidas por personas que estarán encantadas de ayudarte a pensar qué
hacer.
A veces, los adolescentes que intentan suicidarse (o que se suicidan) parecen no
dar ninguna señal antes de hacerlo. Esto puede dejar a sus seres queridos sintiéndose
no solo devastados
sino también con culpa y preguntándose si pasaron algo por alto. Para
sus familiares y amigos es importante saber que en algunos casos no existen señales
de advertencia y que no deben culparse.
Cuando alguien fallece debido a un suicidio, las personas que quedan atrás
pueden luchar con un terrible dolor emocional. Los adolescentes que han sufrido una
crisis o pérdida reciente o que tenían un familiar o compañero
de clase que se suicidó pueden estar en riesgo de tener pensamientos o conductas
suicidas.
Si eras amigo de alguien que se quitó la vida o intento quitársela,
tal vez te ayude hablar con un terapeuta o un consejero; una persona entrenada en
afrontar este tema complejo. O podrías unirte a un grupo de sobrevivientes
en el que puedas compartir tus sentimientos y recibir el apoyo de las personas que
han estado en la misma situación que tú.
Fecha de revisión: octubre de 2020