¿Qué es la hemodiálisis?
Nuestros riñones actúan como un sistema de recogida de residuos.
Eliminan los fluidos sobrantes y los productos de desecho de la sangre. Y estos residuos
salen del cuerpo en forma de orina (pis).
Si los riñones de una persona dejaran de funcionar adecuadamente, los productos
de desecho se acumularían en su sangre. Esto podría ser peligroso. Por
lo tanto, la gente con insuficiencia renal necesita someterse a diálisis para
eliminar los productos de desecho.
La hemodiálisis es un tipo de diálisis renal. Es la que los médicos
utilizan más a menudo para desempeñar la función de filtrar la
sangre propia de los riñones.
¿Cómo funciona?
La hemodiálisis utiliza una máquina para extraer sangre del cuerpo,
filtrarla y bombear sangre limpia al interior del cuerpo. El proceso de filtración
tiene lugar en una parte de la máquina llamada dializador,
o riñón artificial.
El dializador consta de dos partes. Una parte es para la sangre. Y la otra parte
se llena de una solución limpiadora llamada dialisato.
Ambas partes del dializador están separadas por una fina membrana. Las células
sanguíneas y otras partes importantes de la sangre son demasiado grandes para
pasar a través de la membrana. Pero los productos de desecho y los fluidos
sobrantes la atraviesan con facilidad.
El dialisato extrae los productos de desecho y los líquidos sobrantes de
la sangre, a través de la membrana y los elimina al exterior. Y la sangre filtrada
se bombea y regresa al cuerpo de nuevo.
Las sangre fluye del cuerpo a la máquina y luego hacia el cuerpo a través
de unos tubos. Estos tubos van unidos a unas agujas que entran en la piel de la persona.
La agujas se conectan con venas o arterias de gran tamaño través de
un acceso vascular. Los médicos necesitan crear este acceso vascular antes
de iniciar la diálisis.
La creación del acceso vascular implica una operación de poca importancia.
La mayoría de los pacientes están despiertos durante el procedimiento,
pero reciben anestesia local para no sentir nada en el área de la operación.
De hecho, los cirujanos suelen crear el acceso vascular una pocas semanas antes de
que empiece la hemodiálisis. Así, da tiempo a que se cure el acceso
vascular.
Existen tres tipos distintos de acceso vascular, pero todos ellos desempeñan
la misma función:
- las fístulas y los injertos
conectan arterias a venas para aumentar el tamaño del vaso sanguíneo.
Los cirujanos suelen crear estos dos tipos de acceso vascular en los brazos del paciente.
- A veces, los médicos utilizan un catéter
para acceder a la sangre del paciente. Los catéteres que se utilizan
en la diálisis se pueden establecer en el cuello, el pecho u otra parte del
cuerpo. Los catéteres se suelen utilizar de forma temporal hasta que el paciente
disponga de una fístula o de un injerto.
¿Cuándo se hace?
La hemodiálisis dura unas cuatro horas y se debe hacer tres veces a la semana.
La mayoría de la gente va a una clínica especial, llamada centro
de diálisis, a recibir este tipo de tratamiento. Alguna gente recibe
diálisis en un hospital. En algunas ocasiones, los centros de diálisis
forman a las familias para que hagan el tratamiento en casa, aunque no es frecuente.
Después de que lo conecte a la máquina de diálisis, el paciente
se acuesta o se sienta en una silla. Mientras dura el tratamiento, el paciente puede
aprovechar el tiempo para leer, ver la televisión, jugar a vídeo-juegos
o hacer la siesta.