Psoriasis
Cuando Jackie tenía 15 años, las manchas en la piel cerca de sus
codos se volvieron gruesas y rojizas, y comenzaron a provocarle comezón. A
veces, mejoraban un poco. Otras veces empeoraban. Pero nunca lograban desaparecer.
El médico de Jackie le explicó que tenía una afección
de la piel conocida como "psoriasis". Le recomendó una crema recetada y le
sugirió que saliera al aire libre durante 20 minutos temprano por la mañana,
antes de que el sol estuviera demasiado fuerte.
¿Qué es la psoriasis?
La psoriasis es una enfermedad que se produce por la acumulación de células
cutáneas sobre la superficie de la piel. Allí, producen áreas
rojizas (llamadas placas) y escamas gruesas que provocan comezón.
La psoriasis puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero se suele encontrar
con más frecuencia en el cuero cabelludo, las rodillas, los codos y el torso.
La psoriasis puede mejorar y volver a empeorar. Tal vez notes que desaparece y
después vuelve a aparecer. Sin embargo, una vez que alguien la padece, es muy
poco probable que la tendencia a tener brotes desaparezca por completo. Para muchas
personas, la psoriasis no es un gran problema. Para otras, puede ser bastante grave.
Actualmente, no hay una cura para la psoriasis, pero hay buenos tratamientos.
Comer alimentos saludables, usar cremas humectantes y mantener un peso adecuado pareciera
ayudar a algunas personas. Sin embargo, si la psoriasis empeora, la mayoría
de las personas necesitan ver a un médico.
¿Cuáles son las causas de la psoriasis?
Los médicos no están seguros de por qué la gente contrae la
psoriasis, pero sí saben cómo funciona esta enfermedad. Todos tenemos
en la sangre una clase de glóbulo blanco, llamado linfocito T
(o célula T). Estas células forman parte del sistema
inmunitario. Viajan a través del torrente sanguíneo y luchan contra
las bacterias, los virus y otros microorganismos que nos enferman. La psoriasis hace
que las células T de una persona ataquen por error la piel sana, como si trataran
de combatir una infección o de curar una herida.
Cuando las células T atacan la piel sana, el sistema inmunitario del cuerpo
reacciona como lo haría ante una herida o una infección; envía
más sangre al área para producir células de piel y glóbulos
blancos.
Las células de piel se generan en lo profundo de la piel. Normalmente, demoran
aproximadamente un mes en salir a la superficie. Una vez que llegan allí, mueren
y se desprenden. En las personas con psoriasis, este proceso se acelera. Las células
cutáneas llegan a la superficie en pocos días en lugar de un mes.
La piel muerta y los glóbulos blancos no pueden desprenderse lo suficientemente
rápido. Se acumulan en la superficie de la piel como manchas gruesas y rojizas.
Y, a medida que las células de la piel van muriendo, se van formando escamas
plateadas que se acaban desprendiendo.
La psoriasis no es contagiosa. Aunque sí puedes heredar los genes que hacen
que seas más propenso a tenerla. Alrededor del 40 % de las personas que tienen
psoriasis, tienen un miembro en la familia que padece la enfermedad.
Alguna de las cosas que pueden incrementar las posibilidades de tener un brote
de psoriasis son las siguientes:
- Las infecciones. La faringitis estreptocócica, los resfriados
y otras enfermedades infecciosas hacen que el sistema inmunitario del cuerpo reaccione,
lo que puede aumentar las probabilidades de un brote de psoriasis.
- La obesidad. Las placas propias de muchos tipos distintos de
psoriasis se suelen formar en los pliegues de la piel.
- El estrés. Los niveles altos de estrés pueden afectar
el sistema inmunitario y empeorar los síntomas de la psoriasis.
- Algunos medicamentos. El litio, los betabloqueantes para la hipertensión
arterial y las drogas que se usan para prevenir la malaria aumentan el riesgo de desarrollar
psoriasis.
- Las irritaciones de la piel. Los cortes, los rasguños,
las quemaduras por el sol, las erupciones y otras irritaciones que afectan a la piel
pueden aumentar las probabilidades de un brote de psoriasis.
- El clima frío. En invierno, la gente suele pasar más
tiempo en el interior y toma menos el sol. Una exposición moderada a la luz
solar directa puede ayudar a mejorar la psoriasis.
¿Cuáles son los signos?
Probablemente, la gente que padece psoriasis notará uno o más de
los siguientes síntomas:
- manchas rojas que sobresalen en la superficie de la piel cubiertas de escamas
plateadas
- piel seca y agrietada que sangra de vez en cuando
- picazón, dolor o sensación de ardor en el área afectada
- uñas gruesas que tienen marcas o depresiones
Existen distintos tipos de psoriasis:
- La psoriasis en placas es el tipo más habitual de psoriasis.
La psoriasis en placas cubre la piel con manchas secas y rojas (placas) y escamas
plateadas. Las placas pueden aparecer en cualquier parte de la piel, pero se suelen
encontrar en las rodillas, los codos, la zona lumbar y el cuero cabelludo. Pueden
provocar comezón y dolor, y también se pueden agrietar y sangrar.
- La psoriasis guttata afecta con más frecuencia a personas
menores de 30 años. A menudo, se manifiesta luego de una enfermedad, en especial,
la faringitis estreptocócica. Este tipo de psoriasis provoca pequeñas
manchas rojas sobre la piel, usualmente, en el torso, los brazos y las piernas de
una persona. Las manchas también pueden aparecer en la cara, el cuero cabelludo
y las orejas.
- La psoriasis inversa provoca manchas rojas, lisas y dolorosas,
con aspecto de carne viva. Las manchas se desarrollan en partes del cuerpo donde las
superficies de la piel entran en contacto entre sí, como las axilas, las nalgas,
los párpados superiores, la ingle y los genitales o, en las mujeres, debajo
de los senos. Tener sobrepeso aumenta los riesgos de que una persona padezca una psoriasis
inversa.
- La psoriasis pustulosa provoca que la piel se torne roja, con
comezón, inflamada y con bultos con pus, normalmente sobre las plantas de los
pies o en las palmas de las manos. La psoriasis pustulosa afecta más al cuerpo;
a veces, quien la padece puede llegar a tener fiebre, escalofríos o sentirse
cansado. Este tipo de psoriasis es la menos habitual.
- La psoriasis eritrodérmica es muy poco frecuente. En los
casos de psoriasis eritrodérmica, una erupción rojo claro, similar a
la de una quemadura de sol, cubrirá amplias áreas del cuerpo. Además
de la picazón y del posible dolor, algunas personas con este tipo de psoriasis
pueden sentir taquicardia y cambios en la temperatura corporal.
¿Cómo diagnostican la psoriasis los médicos?
Si crees que podrías tener psoriasis, es conveniente que consultes a un
médico. El médico te revisará la piel, el cuero cabelludo y las
uñas. Te hará algunas preguntas: si alguien en tu familia tiene psoriasis,
si has estado enfermo hace poco o si has comenzado a tomar una nueva medicación.
En algunos casos, el médico puede tomar una muestra de piel (conocida como
biopsia) para examinarla en detalle. La biopsia ayuda a los
médicos a determinar si alguien tiene psoriasis u otra enfermedad con síntomas
similares.
¿Cómo se trata la psoriasis?
Hay muchas formas de tratar la psoriasis. Los tratamientos actúan
diferente en las personas, es por ello que los médicos prueban varios para
encontrar cuál es el que mejor funciona:
- Cremas, lociones y ungüentos. Los ungüentos o cremas
humectantes o recetados que contienen corticoides, las cremas con vitamina D, el champú
a base de ácido salicílico y el alquitrán de hulla pueden resultar
muy efectivos para tratar muchos tipos de psoriasis de leves a moderadas.
- La terapia lumínica (también conocida como fototerapia).
A veces, la luz solar o la luz ultravioleta artificial pueden ayudar a tratar los
síntomas la psoriasis. Un médico puede recomendar exponerse al aire
libre por períodos breves, aunque a veces, el exceso de luz solar puede empeorar
la psoriasis. Por lo tanto, esta opción no siempre resulta para todos. Los
médicos pueden recomendar tratamientos especiales con luz.
- Pastillas o medicación inyectable. Los médicos
suelen recomendar estos tratamientos para casos grave de psoriasis que no responden
a otros tratamientos. Estos incluyen pastillas, inyecciones y medicamentos administrados
por vía intravenosa
(a través de una vena). Como estos tratamientos pueden tener efectos secundarios,
los médicos suelen indicarlos solo por períodos de tiempo cortos.
Un médico podría intentar una terapia por un tiempo y, después,
cambiarla por otra. O también puede combinar diferentes terapias. Siempre se
trata de encontrar la terapia que mejor funcione para cada persona.
A veces, lo que funciona por un tiempo podría dejar de funcionar. Esta es
una de las razones por las que es importante trabajar de cerca con tu médico.
Intentar nuevos tratamientos puede ser un poco frustrante, pero con el tiempo, la
mayoría de las personas encuentran uno que funcione.
Tomar decisiones saludables puede ayudar a mejorar la psoriasis. Aquí tienes
unas cuantas cosas que puedes hacer:
- Si fumas, deja de fumar. Fumar puede provocar brotes de psoriasis
en algunas personas.
- Evita el alcohol. Esto puede hacer que los tratamientos contra
la psoriasis sean menos efectivos.
- Come alimentos saludables. Comer muchas frutas y verduras puede
ayudarte a prevenir enfermedades que podrían desencadenar una psoriasis.
- Mantén un peso saludable. Esto reduce el riesgo de desarrollar
psoriasis inversa.
- Mantén la piel limpia y bien hidratada. Los baños
diarios con sales de baño o aceites y la aplicación posterior de crema
hidratante pueden ayudar a aliviar los síntomas de la psoriasis.
Las personas que tienen psoriasis se pueden sentir avergonzadas por cómo
se ven. Esta es una de las razones por las que algunas personas se acercan a un terapeuta
capacitado o se unen a un grupo de apoyo con gente que entiende por lo que podrían
estar pasando.
La clave del tratamiento para la psoriasis es seguir las instrucciones
que tu médico te indique. Si esto significa colocarte un ungüento
dos veces al día, busca la manera de no olvidarte de hacerlo (como poner una
alarma en tu teléfono). Para tratar la psoriasis es necesario estar siempre
atento, incluso cuando te sientas bien.
Fecha de revisión: abril de 2015
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