El procedimiento
Por lo general, un profesional de la salud se encargará de hacer la extracción
de la sangre desde una vena. Limpiará la superficie de la piel con un antiséptico
y colocará una goma elástica (que hará de torniquete) en la parte superior del brazo
para ejercer presión y conseguir que las venas se hinchen y se llenen de sangre. A
continuación, se inserta una aguja en el interior de una vena (generalmente en la
cara interna del codo o en el dorso de la mano) y la sangre se extrae y se recoge
en un vial o en una jeringuilla.
Después del procedimiento, se retira la goma elástica. Una vez recogida la sangre,
se extrae la aguja, se cubre la zona con un trocito de algodón para detener el sangrado
y se coloca una tirita o pequeño vendaje a continuación. La extracción de sangre para
llevar a cabo esta prueba sólo dura unos pocos minutos.
Qué esperar
Cualquiera de los dos métodos que se utilizan para extraer muestras de sangre (sea
punzando el talón o pinchado la vena) provoca molestias de carácter temporal y lo
único que siente el paciente es un breve pinchazo. Después de la extracción, es posible
que aparezca un pequeño moretón, que debería desaparecer al cabo de pocos días.
Obtención de los resultados
La muestra de sangre se procesará utilizando una máquina. Los resultados se suelen
entregar al cabo de pocas horas o bien al día siguiente.
Riesgos
La prueba de la T3 total se considera un procedimiento seguro. De todos modos,
al igual que en cualquier prueba médica, es posible que ocurran algunos problemas
durante la extracción de sangre, como los que figuran a continuación:
- desmayos o mareos
- hematoma (acumulación de sangre bajo la piel que provoca un bulto y/o un moretón)
- dolor provocado por múltiples pinchazos cuando al técnico le cuesta encontrar
la vena
Ayudar a su hijo
Las extracciones de sangre son relativamente indoloras. Aun y todo, a muchos niños
les dan miedo las agujas. Si le explica a su hijo el procedimiento en unos términos
que le resulten fáciles de entender, es posible que contribuya a disminuir parte de
sus temores.
Permita que su hijo formule al técnico que le haga la extracción todas las preguntas
que pueda tener. Dígale que se relaje y que se quede quieto durante todo el procedimiento,
ya que si tensara los músculos o se moviera, la extracción resultaría más complicada
y más dolorosa. También le puede ayudar el hecho de mirar hacia otro lado mientras
el técnico le introduce la aguja en la piel.
Si tiene alguna pregunta
Si tiene preguntas sobre la prueba de la T3 total, hable con el pediatra de su
hijo.