En la consulta del médico
Las revisiones periódicas son fundamentales para mantener a los niños
sanos y para llevar al día su calendario de vacunaciones.
Un chequeo también
es una oportunidad para hablar con el médico sobre el desarrollo y sobre cuestiones
de seguridad, así como para preguntarle cualquier duda que pueda tener sobre
la salud de su hijo en general. Conforme los niños crecen, ellos también
pueden empezar a hacer sus propias preguntas sobre su salud y su cuerpo en proceso
de cambio.
En las revisiones iniciales, los niños se pesan y se miden, y se representan
sus medidas de peso, estatura, e índice de masa corporal (IMC) en gráficas
de crecimiento. En estas gráficas, los médicos pueden ver cómo
están creciendo los niños en comparación con otros niños
de su misma edad y género. El médico analizará los antecedentes
médicos del niño y de su familia y le hará una revisión
física completa.
Durante la visita, el médico tomará la tensión arterial de
su hijo y le evaluará la vista,
y la audición.
Es posible que haga a su hijo pruebas de cribado para saber si tiene anemia, tuberculosis
o colesterol alto.
En la visita de los 11 a 12 años, las vacunas que le pondrán de su
hijo pueden incluir las siguientes:
La vacuna antigripal,
que se administra antes de la temporada de la gripe cada año, también
es recomendable.
Es posible que el médico también pregunte sobre los hábitos
de sueño, de ejercicio y de alimentación de su hijo. La revisión
anual también sirve para que los niños mayores hablen con sus médicos
sobre cuestiones relacionadas con la pubertad.
Es posible que el médico hable con su hijo sobre la importancia del cuidado
y de la higiene personal; que le advierta sobre los peligros del consumo de alcohol,
tabaco o drogas; y que enfatice lo importante que es la seguridad (llevar casco cuando
monte en bicicleta, ponerse el cinturón cuando viaje en coche, etc).
El médico también puede preguntar y dar recomendaciones sobre temas
de comportamiento, problemas de aprendizaje, dificultades en el colegio y otros temas
que preocupen a los padres del niño.
Cuando el niño inicie la adolescencia, es posible que el médico le
pida a usted que salga de la consulta para tener una conversación a solas con
su hijo. Es algo importante para que los niños vayan adquiriendo una mayor
independencia y se vayan responsabilizando
de su propia salud.
Si sospecha un problema médico
Los padres suelen saber si su hijo está lo bastante enfermo como para llevarlo
al médico. Algunos de los síntomas que pueden requerir atención
médica son los siguientes:
- cambios en el peso o en los hábitos alimentarios
- cambios en el comportamiento o en el patrón de sueño
- no crecer en estatura o no desarrollarse físicamente según lo que
cabe esperar
- problemas menstruales
- tener fiebre y comportarse como si estuviera enfermo
- vómitos o diarreas frecuentes o de larga duración
- signos de una infección en la piel o de una erupción duradera o
inusual
- tos resistente, resuello u otros problemas respiratorios
- dolor localizado
Problemas médicos típicos
Entre los problemas más frecuentes en este grupo de edad, se incluyen los
trastornos del sueño, mojar la cama, la faringitis
estreptocócica y los resfriados.
Algunos preadolescentes se pueden lesionar al hacer deporte u otras actividades, y
algunos niños desarrollan dolores de estómago o de cabeza relacionados
con el estrés.
Aunque es raro que sean graves, si el problema persiste, llame al médico.
Fecha de revisión: junio de 2019