¿Qué es la tos?
La tos es uno de los síntomas más frecuentes de las enfermedades
propias de la infancia. Aunque la tos pueda sonar fatal, no suele indicar una afección
grave. De hecho, toser es un reflejo saludable e importante que ayuda a proteger las
vías respiratorias de la garganta y el pecho.
¿Cuáles son los distintos tipos de tos?
De todos modos, a veces hay toses que requieren atención médica.
Conocer los distintos tipos de tos lo puede ayudar a saber cuándo tratarla
en casa y cuándo llamar al médico.
Los tipos más frecuentes de tos son los siguientes:
- Tos “de perro”
- Tos ferina
- Tos con sibilancias
- Tos nocturna
- Tos diurna
- Tos con fiebre
- Tos con vómitos
- Tos persistente
Tos “de perro”
Este tipo de tos se suele deber a una inflamación de las vías respiratorias
superiores. Casi siempre, la tos de perro se debe al crup,
una inflamación de la laringe y la tráquea. Los niños pequeños
tienen las vías respiratorias más estrechas y, si se inflaman, pueden
dificultar la respiración. Los niños que no han cumplido los tres años
corren un mayor riesgo de padecer crup por la estrechez de sus vías respiratorias.
La tos causada por el crup puede empezar de golpe, a menudo a media noche. La mayoría
de niños con crup también presentarán estridor,
una respiración ruidosa y chirriante que se oye al inspirar.
Tos ferina
La tos ferina
(o pertussis) es una infección de las vías respiratorias causada por
la bacteria Bordetella pertussis. Los niños con pertussis tienen ataques
de tos consecutivos sin poder respirar entre uno y otro. Cuando dejan de toser, inspiran
hondo y emiten un sonido sibilante y aspirado. Otros síntomas son la secreción
nasal, los estornudos, la tos leve y la febrícula.
La tos ferina puede presentarse a cualquier edad, pero es más grave en los
bebés menores de un año que no hayan recibido la vacuna contra la tos
ferina, que forma parte de la vacuna
DTPa, contra la difteria, el tétanos y la pertussis acelular. La tos ferina
es muy contagiosa, por lo que todos los niños deben recibir las dosis de la
vacuna a los 2, 4, 6 y 15 meses y entre los 4 y los 6 años de edad.
Tos con sibilancias
Si su hijo emite un sonido sibilante (hace "pitos") al espirar, esto podría
indicar que las vías respiratorias bajas de los pulmones están inflamadas.
La inflamación puede ocurrir con el asma
o con una infección vírica llamada bronquiolitis.
También pueden oírse sibilancias cuando un cuerpo extraño está
obstruyendo las vías respiratorias bajas. Un niño que empieza a toser
después de inhalar algo, como comida o un juguete pequeño, debe ir al
médico.
Tos nocturna
Muchas toses empeoran por la noche. Cuando su hijo está resfriado, la mucosidad
de la nariz y de los senos nasales le puede bajar por la garganta y provocarle tos
mientras duerme. Esto solo será un problema si la tos no lo deja dormir.
El asma también puede desencadenar tos nocturna porque las vías respiratorias
tienden a estar más sensibles y más fáciles de irritar por la
noche.
Tos diurna
El aire frío o la actividad pueden empeorar la tos durante el día.
Trate de asegurarse de que no hay nada en su casa, como un desodorante de ambientes,
mascotas o humo (sobre todo el del tabaco) que está haciendo toser a su hijo.
Tos con fiebre
Lo más probable es que un niño con tos, fiebre baja o febrícula
y secreción nasal tenga un o resfriado
común. Pero la tos con 102 °F (39 °C) de fiebre o más se
puede deber a una pulmonía,
sobre todo si el niño está débil y respira deprisa. En tal caso,
llame al médico de inmediato.
Tos con vómitos
Los niños a menudo tosen tanto que se les activa el reflejo de la náusea,
lo que les hace vomitar.
Asimismo, un niño que tose por un resfriado o por una crisis
asmática puede vomitar si le llega una gran cantidad de mucosidades al
estómago, que le provoca náuseas. Por lo general, esto no es motivo
de alarma a menos que los vómitos no cesen.
Tos persistente
La tos debida a resfriados causados por virus puede durar semanas, sobre todo si
un niño contrae un resfriado tras otro. El asma, las alergias
o una infección crónica en los senos nasales o las vías respiratorias
también pueden provocar tos persistente. Si su hijo sigue tosiendo después
de llevar haciéndolo 3 semanas, llame al médico.