¿Qué
puede esperar durante esta visita?
Lo más probable es que el pediatra y/o el personal de enfermería
que atienden a su hijo hagan lo siguiente:
1. Midan el peso, la longitud (o estatura) y el perímetro cefálico
de su hijo y representen estas medidas en las curvas
de crecimiento.
2. Le hagan preguntas, le resuelvan inquietudes y le den consejos
sobre los siguientes aspectos relacionados con su hijo:
Comida.
En torno a los 12 meses de edad, los niños están preparados para cambiar
de la leche artificial (o de fórmula) a la leche de vaca.
Los niños se pueden seguir amamantando después de cumplir un año
si así lo deseen las dos partes implicadas. Es posible que su hijo se empiece
a cansar de los alimentos para bebés y se vaya interesando cada vez más
por los alimentos propios de los adultos. Ofrézcale una amplia variedad de
alimentos blandos y evite los que pueden provocar atragantamientos.
Deposiciones. Es posible que note cambios en el aspecto y la frecuencia
de las deposiciones de su hijo cuando usted introduzca la leche entera de vaca y nuevos
alimentos en su dieta. Informe al pediatra si su hijo tiene diarrea, estreñimiento
y/o le cuesta expulsar las heces.
Sueño. Los niños que han cumplido un año
necesitan dormir entre
11 y 14 horas al día, lo que también incluye una o dos "siestas"
durante las horas de luz.
Desarrollo. Alrededor de 1 año, es habitual que muchos
niños:
- digan "mamá" y
"papá", aparte de una o dos palabras más
- sigan instrucciones de un solo paso con gestos (como, "por favor, dame la pelota")
- imiten gestos
- se pongan de pie sin ayuda
- caminen agarrados de la mano e incluso caminen solos unos pasos
- hagan la pinza fina, agarrando objetos con precisión entre el pulgar y
el índice
- se alimenten solos con las manos
- disfruten jugando al "cucú-donde estás", a palmas-palmitas y a otros
juegos de carácter social
3. Hagan una exploración
física a su hijo desvestido mientras usted está presente.
4. Actualicen sus vacunas. Las vacunas protegen a los niños
de importantes enfermedades propias de la infancia, de modo que es fundamental que
su hijo las reciba a tiempo. Los programas
de vacunación pueden variar entre distintos consultorios médicos;
por lo tanto, pregunte al pediatra al respecto.
5. Soliciten pruebas. Es posible que el pediatra solicite evaluar
la exposición
al plomo, la anemia o la tuberculosis,
en el caso de que su hijo esté en situación de riesgo.
De cara al futuro
He aquí algunas de las cosas que deberá tener en cuenta hasta la
próxima revisión, que se llevará a cabo cuando su hijo tenga
15 meses:
Alimentación
- Dé a su bebé leche entera (no leche semidesnatada
ni desnatada, a menos que el médico le diga que puede hacerlo) hasta que cumpla
los 2 años.
- Limite su consumo de leche de vaca a unos 480 a 720 ml (de 16
a 24 onzas) al día y haga la transición del biberón a la taza.
Si lo sigue amamantando, empiece a ofrecerle leche materna (extraída previamente)
en una taza.
- Sírvale jugo en taza y limite su cantidad a no más
de 120 ml (o 4 onzas) al día. Evite los refrescos o las bebidas con azúcar.
- Sírvale papillas de cereales enriquecidas con hierro e
incremente los alimentos ricos en hierro (como la carne, las batatas, las fresas y
los porotos) en la dieta de su hijo.
- Favorezca la conducta de que se alimente solo.
- Haga que su hijo permanezca sentado mientras beba y coma.
- Sírvale tres comidas principales y dos o tres tentempiés
nutritivos al día. No se asuste si su hijo parece comer menos
que antes. El crecimiento se enlentece durante el segundo año de vida y el
apetito tiende a reducirse. Hable con el pediatra si hay algo que le preocupa al respecto.
- Evite los alimentos que pueden causar atragantamientos,
como las uvas enteras, las pasas, las palomitas de maíz, las galletas saladas
de tamaño reducido, los frutos secos, las salchichas, los perritos calientes,
los trozos de carne o de queso duro, las verduras u hortalizas crudas y las frutas
duras.
- Evite las bebidas y comidas de elevado contenido en azúcar
y grasa.
Aprendizaje
- Los niños aprenden mejor interactuando con la gente. Resérvese
un tiempo para hablar, leer
y jugar con su hijo cada día.
- Ver la televisión
(o pasar tiempo delante de cualquier tipo de pantalla, incluyendo las computadores)
no es recomendable para niños menores de 18 meses.
- Tenga un área de juegos segura y dé abundante tiempo
a su hijo para que la explore.
Cuidados cotidianos y seguridad
- Cepille los dientes
de su hijo con un cepillo blando y una pequeña cantidad (el
tamaño de un grano de arroz) de pasta de dientes dos veces al día. Programe
su primera visita al dentista para poco después de que le salga el primer diente
de leche o para cuando cumpla un año.
- Cuando viajen en coche, siente siempre a su hijo en una silla
de seguridad orientada en el sentido apuesto al de la marcha y colocada
en los asientos traseros hasta que tenga 2 años o hasta que alcance los límites
de peso o estatura establecidos por el fabricante de la silla.
- Evite exponerlo
al sol, cubriendo su piel y colocándolo en la sombra siempre que
sea posible. Puede utilizar crema de protección solar (con un FPS -factor de
protección solar- de 30) si ni la sombra ni las ropas que lleva le ofrecen
una protección suficiente.
- Sea cuidadoso al poner su casa a
prueba de niños:
- Instale vallas de seguridad y recoja las tiras o cordones de cortinas y persianas.
- Guarde bajo llave o pestillo o mantenga fuera del alcance de su hijo los siguientes
elementos: objetos con que se podría atragantar, medicamentos, sustancias tóxicas,
objetos calientes, afilados o quebradizos.
- Tenga escritos los números de emergencia, incluyendo
el del centro de toxicología, cerca del teléfono.
- Para evitar
posibles ahogamientos, cierre las puertas de los baños, baje las
tapas de los inodoros y supervise siempre a su hijo cuando esté cerca del agua
(incluyendo los baños).
- No permita que su bebé sea fumador
pasivo, lo que aumenta el riesgo de enfermedades de pulmón y de
corazón. Ser fumador pasivo del vapor de los cigarrillos
electrónicos también es nocivo.
- Proteja a su hijo de las heridas
por arma de fuego evitando guardar este tipo de armas en su casa. Si
tiene un arma de fuego, guárdela descargada y bajo llave. Las municiones se
deberían guardar en un lugar distinto. Asegúrese de que los niños
no pueden acceder a las llaves.
- Hable con su médico si le preocupa su situación vital.
¿Dispone de todo lo que necesita para cuidar de su bebé? ¿Dispone
de suficiente comida, de un lugar seguro donde vivir y de seguro
médico? Su médico le puede informar sobre recursos de la comunidad
o derivar su caso a un trabajador social.
Estas listas de recomendaciones son congruentes con las guías de la
Academia Americana de Pediatría (AAP) (Directrices Futuros Brillantes o "Bright
Futures Guidelines" en inglés).
Fecha de revisión: julio de 2017