¿Qué es una artrografía?
Una artrografía es una prueba que se hace
para observar el interior de una articulación
en busca de lesiones y otros problemas. Consiste en tomar imágenes que dan
a los médicos una visión del tejido blando que hay dentro de una articulación,
imágenes que no pueden ofrecer las radiografías ordinarias. Esto ayuda
a encontrar la causa de problemas como el dolor o la inflamación articular.
También conocida como "artrograma", se suele
hacer para evaluar las articulaciones de las rodillas y de los hombros. A veces, los
médicos hacen artrografías para explorar otras articulaciones, como
las de la muñeca, el tobillo, la cadera o el codo. Con menor frecuencia, los
médicos hacen artrografías para introducir medicamentos dentro de una
articulación a fin de aliviar el dolor.
¿Cómo se hacen las artrografías?
Los radiólogos (unos médicos que diagnostican
y tratan problemas usando imágenes médicas) son quienes hacen artrografías.
El radiólogo:
- Dormirá la piel que hay alrededor de la articulación.
- Introducirá una aguja fina en la articulación.
- Inyectará un contraste en la articulación
para obtener unas imágenes más claras.
- Hará radiografías de la articulación
en posiciones diferentes.
Si la artrografía se hace para administrar
un medicamento, este se inyecta dentro de la articulación usando una aguja.
Con menos frecuencia, los radiólogos usan
ecografías, fluoroscopias (un tipo de radiografía continua que toma
imágenes en movimiento), tomografías computadas (un tipo de radiografía
que toma imágenes muy detalladas), o resonancias magnéticas (RM) para
obtener imágenes en vez de radiografías ordinarias.
A veces los médicos hacen artrografías
mientras operan a sus pacientes. Las imágenes de las artrografías pueden
ayudar a tomar decisiones sobre la operación.
Después de concluir la artrografía,
el radiólogo estudiará las imágenes para obtener más información
sobre la articulación. Cuando los resultados estén listos, el médico
de su hijo los compartirá con usted.
¿Por qué se hacen las artrografías?
Los médicos hacen artrografías para
diagnosticar y a veces para tratar artropatías. Una artropatía es una
enfermedad o trastorno que afecta a las articulaciones, como la artritis o la gota.
Entre las cosas que pueden causar una artropatía, se incluyen las lesiones,
la infecciones, las enfermedades autoinmunitarias, las enfermedades gastrointestinales
y los cristales que se forman en las articulaciones.
Algunas artropatías, como la artritis
y la artrosis, pueden afectar a casi cualquier articulación del cuerpo. Otras,
como la gota o el pie de Charcot, suelen afectar a pies y tobillos. La mayoría
de los problemas articulares son temporales y remiten en un plazo de pocas semanas.
Pero hay algunos que duran varios años o que no desparecen nunca (afecciones
crónicas).
El tratamiento puede ser a base de medicamentos
o de cirugía, dependiendo del problema y de su causa. En la mayoría
de los casos, detectar el problema pronto y tratarlo puede ayudar a prevenir el daño
articular y ayudar a la persona a llevar una vida normal.
¿Cómo pueden ayudar los padres?
Después de la prueba, siga las instrucciones
del médico para saber:
- durante cuánto tiempo su hijo deberá
mantener la articulación en reposo
- qué actividades puede practicar su hijo y
cuáles debe evitar
- si es adecuado cargar peso en la articulación
- si su hijo debe limitar el movimiento de la articulación
- cuándo puede retomar su hijo las clases,
el deporte y otras actividades
Si su hijo tiene dolor y su médico le da el
visto bueno, le puede dar paracetamol
o ibuprofeno. Siga
las instrucciones del prospecto o del envase sobre la dosis que debe darle a su hijo.
También puede colocar una compresa fría (como un paño mojado
en agua fría) sobre la articulación.
Es posible que la articulación de su hijo
emita sonidos cuando se la muevan o cuando él la mueva durante las próximas
24 a 48 horas. Eso se deberá al contraste que le habrán inyectado dentro
de la articulación y no hay ningún motivo para preocuparse.
¿Cuándo debería llamar al médico?
Llame al médico si su hijo tiene:
- enrojecimiento o hinchazón alrededor de
la articulación
- fiebre
durante alguno de los primeros 3 días que siguen a la prueba
- supuración o sangrado en el lugar de la inyección
de más de un día de duración
- dolor que no remite con paracetamol o ibuprofeno,
o que se alarga más de dos días.
Fecha de revisión: noviembre de 2019