Entre los 13 y los 17 años
Es muy probable que los chicos de esta edad conozcan a otros chicos que consumen
alcohol y/o drogas y que tengan amigos que ya conducen coches. Mucho siguen teniendo
ganas de expresar a sus padres sus opiniones o dudas sobre las drogas. Es posible
que su hijo le haga preguntas más específicas sobre ellas.
Utilice estas conversaciones no solo para entender las opiniones y sentimientos
se su hijo, sino también para hablarle sobre los peligros de conducir bajo
los efectos de las drogas o el alcohol. Háblele sobre cuestiones legales, como
pagar multas o ir a la cárcel, y sobre la posibilidad de que él mismo
u otras personas acaben muertos o gravemente heridos.
Considere la posibilidad de hacer un contrato escrito o verbal sobre las normas
para salir o para conducir. Puede prometer a su hijo que lo recogerá a cualquier
hora (¡incluso a las 2 de la madrugada!), y sin preguntas, si él le llama
porque la persona encargada de conducir ha estado bebiendo alcohol o consumiendo drogas.
El contrato también puede contemplar otras situaciones. Por ejemplo, si
descubre que alguien bebió alcohol o consumió drogas en su propio coche
mientras su hijo iba al volante, le puede suspender el privilegio de conducir durante
6 meses. Si habla de todo esto con su hijo desde el principio, eliminará las
sorpresas y dejará claras sus expectativas.
Sentar bien las bases
Ningún padre, ningún hijo ni ninguna familia es inmune a los efectos
de las drogas. Cualquier niño puede acabar teniendo problemas con las drogas,
hasta aquellos que han hecho un esfuerzo por evitarlas y que han recibido una guía
adecuada procedente de sus padres.
De todos modos, ciertos grupos de niños tienen más probabilidades
de consumir drogas que otros. Los niños cuyos amigos consumen drogas son más
proclives a probarlas. Aquellos que se sienten socialmente aislados por cualquier
motivo se pueden refugiar en las drogas.
Por eso es importante que conozca a los amigos de su hijo y a sus padres. Involúcrese
en la vida de su hijo. Si en el centro de estudios de su hijo se aplica un programa
contra las drogas, participe en él. ¡Puede aprender algo nuevo! Preste
atención a cómo se siente su hijo y hágale saber que usted está
ahí, deseoso de escucharlo sin juzgarlo. Reconozca cuándo su hijo está
atravesando un momento difícil para ofrecerle el apoyo que necesita o buscar
ayuda adicional, si fuera necesario.
Los juegos de rol pueden ayudar a su hijo a desarrollar estrategias para rechazar
las drogas cuando se las ofrezcan. Representen las distintas situaciones posibles
que se podría encontrar. El hecho de ayudarle a construir frases o respuestas
para decir no le preparará para saber qué responder antes de que se
encuentre en esa situación.
Un ambiente familiar acogedor, cálido y abierto, donde los hijos pueden
hablar sobre sus sentimientos, donde se elogian sus logros y donde se alimenta su
autoestima, favorece que los niños compartan sus propias dudas y preocupaciones.
Cuando a un niño se le censura en su propia casa, va a otro lugar a buscar
apoyo y respuestas a sus preguntas.
Convierta el hecho de conversar con su hijo en una parte regular del día
a día. Encontrar tiempo para disfrutar haciendo cosas con su familia ayuda
a que todo el mundo se sienta conectado y mantenga una comunicación abierta.
Si desea encontrar más recursos para usted o para su hijo, no dude en hablar
con su pediatra.
Fecha de revisión: noviembre de 2014