¿Qué es una fractura por estrés?
Una fractura por estrés es una leve rajadura en un hueso.
¿Cuál es la causa de las fracturas por estrés?
Las fracturas por estrés suelen aparecer por repetir el mismo movimiento
una y otra vez (por ejemplo, cuando alguien se entrena para un deporte). También
pueden aparecer por las actividades diarias en las personas con huesos débiles
debido a una mala nutrición o a una afección médica.
¿Cuáles son los signos y los síntomas de las fracturas por
estrés?
Una persona con una fractura por estrés podría notar lo siguiente:
- dolor al hacer ejercicio físico, que puede desaparecer después de
hacer reposo o no
- mayor sensibilidad
- leve inflamación y enrojecimiento
Las zonas más comunes para sufrir una fractura por estrés son la
parte inferior de la pierna y el pie. Pero también pueden aparecer en otros
lugares, como los brazos, la columna o las costillas.

¿Cómo se diagnostican
las fracturas por estrés?
Para diagnosticar una fractura por estrés, un profesional del cuidado de
la salud primero hará preguntas acerca de la salud general y las actividades
(como los deportes). Después, hará un examen físico para determinar
si hay dolor, inflamación o enrojecimiento. En general, se suelen hacer radiografías.
Algunas fracturas por estrés no aparecen en las radiografías hasta
unas pocas semanas después de que comienza el dolor en el hueso. En algunos
casos, es necesario hacer una resonancia magnética o un centellograma.
¿Cómo se tratan las fracturas por estrés?
Las partes más importantes del tratamiento de una fractura por estrés
son las siguientes:
- descansar la zona lesionada
- no practicar deportes por un tiempo
En ocasiones, los niños o adolescentes con una fractura por estrés
necesitan una escayola, una
férula o un corsé.
Rara vez es necesario recurrir a una cirugía.
Los niños con dolor debido a una fractura por estrés pueden hacer
lo siguiente:
- Colocarse compresas frías o una bolsa con hielo envuelta en una toalla
sobre la zona, durante aproximadamente 15 minutos, tres veces al día.
- Tomar los medicamentos analgésicos según las recomendaciones del
profesional del cuidado de la salud.
El asesoramiento psicológico y nutricional pueden resultar útiles
si la fractura se debe a una mala nutrición o a un trastorno
de la alimentación.
¿Qué pueden hacer los niños mientras se curan de una fractura
por estrés?
Pregúntele al profesional del cuidado de la salud de su hijo si el niño
puede hacer ejercicio físico con la parte del cuerpo donde no se encuentra
la fractura. Por ejemplo, si su hija tiene una fractura en el pie, tal vez pueda hacer
ejercicios con los brazos y los hombros. Esto puede ayudar a los niños a mantenerse
activos mientras se curan.
Después de unas pocas semanas, pregúntele al profesional del cuidado
de la salud si su hijo puede comenzar a incrementar lentamente la actividad. El profesional
tal vez le recomiende hacer terapia
física para ayudar a que el niño retome de manera segura los
deportes.
¿Es posible prevenir las fracturas por estrés?
Los padres pueden ayudar a prevenir las fracturas por estrés asegurándose
de que sus hijos:
- Coman una dieta saludable que incluya abundante calcio y vitamina D.
- Sepan que los riesgos de fumar incluyen una sanación más lenta de
las fracturas en los huesos.
Los niños muy activos o que practican deportes deben hacer lo siguiente:
- Precalentar siempre antes de los entrenamientos y los partidos.
- Comenzar lentamente con cualquier actividad o ejercicio físico nuevos.
- Aumentar lentamente la duración y la intensidad del entrenamiento.
- Dejar de hacer cualquier actividad o ejercicio físico si sienten dolor
o inflamación.
- Usar el equipo deportivo adecuado, en especial calzado con buen soporte y en buenas
condiciones.
De cara al futuro
Si se las detecta a tiempo y se tratan de manera correcta, la mayoría de
las fracturas por estrés se curan correctamente. Pero si una persona retoma
las actividades demasiado pronto, las pequeñas fracturas por estrés
pueden agrandarse y ser más difíciles de curar.
Ayude a su hijo pequeño o adolescente a seguir las indicaciones del médico
para poder retomar las actividades y los deportes lo más pronto posible.
Fecha de revisión: junio de 2018