La atención de los hermanos de niños con necesidades especiales
Como padre, usted desea darle la misma atención a todos sus hijos. Pero
como padre de un niño con necesidades especiales, eso puede resultar difícil.
Su hijo con una discapacidad necesita de usted. Pero sus hermanos, también.
Tal vez parezca que la atención que usted ofrece nunca es suficiente y los
otros niños pueden comenzar a sentirse dejados de lado.
Quizá sea de ayuda comprender lo que su niño o adolescente con un
desarrollo típico puede estar pensando o sintiendo. Los niños adoran
a sus hermanos. Quieren comprender por qué un hermano con una discapacidad
no puede hacer algunas cosas y desean saber cómo ayudar.
Si responde a sus preguntas de manera adecuada para su edad y es abierto y honesto,
puede ayudar a aliviar sus preocupaciones, aclarar cualquier confusión e incluso
puede llegar a darles a sus otros hijos la posibilidad de ayudar. Los niños
que se sienten comprendidos, amados y seguros de su lugar en la familia pueden crecer
sanos, y el vínculo entre los hermanos puede crecer.
A continuación, puede ver lo que los niños de distintas edades y
etapas de desarrollo pueden llegar a pensar.
Edad preescolar (3 a 5 años)
Por naturaleza, los niños en edad preescolar sienten que ellos son el centro
de todo (desde el juego que quieren jugar hasta el juguete que piden en una tienda).
Por lo tanto, ayudarles a comprender por qué un hermano tal vez necesite más
de su tiempo y de su atención puede resultar difícil.
Puede ser útil dedicarle tiempo personal a su hijo. Esto puede ser un desafío,
pero incluso unos pocos minutos dedicados a jugar a la pelota o permitiendo que el
pequeño "ayude" en la cocina a la hora de comer pueden ser el rato que el niño
necesita con su mamá o su papá.
Cuando los niños pregunten por las capacidades de su hermano, explíqueles
la afección con un lenguaje sencillo y de una manera que puedan comprender.
Utilice palabras reales, como "parálisis cerebral" en lugar de "herida". Esto
evita la confusión en los niños que tienen sus propias heridas; no es
bueno que ellos se preocupen de manera excesiva por un golpe en la cabeza.
Diga algo como "tu hermano tiene problemas para caminar porque tiene parálisis
cerebral". Si su hijo le pregunta: "¿Qué es la parálisis cerebral?",
explíquele con palabras sencillas que es una enfermedad que hace que para un
niño sea más difícil hacer las mismas cosas que hacen otros niños.
Los niños de esta edad también son "pensadores mágicos". Por
eso, para ellos es muy real que el té recién servido está muy
caliente y hay monstruos debajo de la cama. Cuando los niños tienen un hermano
con necesidades especiales, este tipo de pensamiento puede hacer que les preocupe
que la discapacidad sea una enfermedad, como un resfriado común. Tranquilice
a su hijo explicándole que el no puede "contagiarse" una afección como
la parálisis cerebral y que nada que otro niño haya hecho provocó
esta afección; no es "culpa" de nadie.
Niños mayores (6 a 12 años)
En la escuela primaria, los niños comienzan a comprender mejor el "por qué"
de un diagnóstico. Espere recibir preguntas más complicadas y no tenga
miedo de responderlas.
Por ejemplo, si le hacen preguntas por un hermano con una movilidad limitada, su
explicación podría ser que "sus piernas no funcionan porque nació
con un problema de salud". La siguiente pregunta podría ser: "¿Alguna
vez va a caminar?". Y usted debe responder honestamente: "No lo sé, pero vamos
a intentar ayudarlo para que lo haga. Por eso hace terapia".
Tal vez, su hijo esté triste o preocupado por la salud de su hermano. Pero
jugar juntos y disfrutar de su compañía puede ser de ayuda. Anime a
su hijo con un desarrollo normal a leerle libros a su hermano, a construir torres
de bloques juntos y a hacer actividades manuales con arcilla o pintura con las manos.
A esta edad, los niños también deben comenzar a explicar la afección
de su hermano a sus amigos. Quizá, algunos amigos hagan preguntas irrespetuosas
o incluso tomen parte en una conducta de acoso como poner sobrenombres, lo cual puede
hacer que su hijo se sienta avergonzado, enojado o culpable.
Puede ayudar a su hijo a afrontar estos encuentros practicando algunas conversaciones.
Por ejemplo, si alguien pregunta: "¿Qué le pasa a tu hermana?", su hijo
simplemente podría decir: "Tiene parálisis cerebral". O si un compañero
usa una palabra desagradable para describir al hermano con necesidades especiales,
hágale saber a sus otros hijos que sin importar lo difícil que pueda
ser, no deben responder con enojo. Por el contrario, ayúdelos a explicar la
situación: "A mi hermana le cuesta más aprender las cosas que a ti o
a mí, pero eso no quiere decir que puedas decir cosas desagradables de ella".
A esta edad, también aparece la rivalidad entre hermanos; por lo tanto,
no se sorprenda si los niños están celosos de su hermano con necesidades
especiales. Después de todo, ven que su hermano recibe más atención
o que puede quedarse levantado hasta más tarde o quedar exceptuado de las tareas
del hogar.
Las comparaciones son normales, pero explíquele que si bien parece injusto,
esta es simplemente la manera en que debe ser. Así como un niño tal
vez sienta que el hermano recibe más atención, existen muchas oportunidades
que el hermano con necesidades especiales no puede tener. "Justo" no siempre significa
"igual".
Adolescentes (mayores de 13 años)
Durante la adolescencia, los hermanos suelen sentir mayor presión para cuidar
de sus hermanos con necesidades especiales. Tal vez usted dependa de su hijo adolescente
para hacer de niñero o le pida ayuda con los quehaceres domésticos.
Los adolescentes pueden sentirse presionados a asumir más responsabilidades
de las que deberían tener a esta edad.
Como padre, asegúrese de que no le está pidiendo demasiado a su hijo
adolescente. Haga que algunas responsabilidades, como el cuidado del hermano, sean
opcionales. De esta manera, ayudará a los adolescentes a sentir que ellos tienen
el control sobre cuánto ayudan. Por ejemplo: "Me vendría muy bien que
cuides a tu hermana, pero si quieres salir con amigos, no hay problema".
Además, asegúrese de no esperar demasiado cuando se trata de las
tareas del hogar, la tarea escolar o las actividades extracurriculares. A veces, los
niños con un desarrollo típico sienten más presión para
ser perfectos de manera que sus padres no tengan que preocuparse por ellos.
Los adolescentes luchan por independizarse de los padres. Y un adolescente que
tiene un hermano con necesidades especiales tal vez también esté luchando
con la idea de tener una vida separado de su hermano. Hágale saber a su hijo
adolescente que desear más independencia y experimentar más del mundo
es normal y saludable, y usted desea que lo haga dentro de límites seguros.
A medida que los adolescentes se acercan a la edad adulta, tal vez comiencen a
preocuparse por el futuro y se pregunten quién ayudará a cuidar de su
hermano una vez que se muden o si algo le ocurre a usted. Tranquilice a su hijo adolescente
diciéndole que sin importar lo que pase en el futuro, la ayuda con el cuidado
de su hermano dependerá de lo que su hijo se sienta cómodo con asumir.
Después, tenga un plan que beneficie a todos los integrantes de la familia
cuando ocurran cambios.
Manejo de las emociones fuertes
Así como cuidar de un niño con necesidades especiales puede ser entretenido
y frustrante, los niños y los adolescentes que tienen un hermano
con necesidades especiales tendrán altibajos.
Algunos hermanos son capaces de manejar ciertas situaciones difíciles y
no permiten que nada los afecte, mientras que otros son más sensibles y se
toman las cosas a pecho. Estos niños necesitan maneras saludables de superar
sus emociones. Escribir un diario, hacer actividad física o participar en artes
creativas, como la danza o la música, son excelentes maneras de manejar las
emociones fuertes.
Pero si nota cambios en la rutina de sueño de su hijo, en su apetito, su
humor o su conducta, podría tratarse de un síntoma de ansiedad, depresión
u otro problema. Si esto ocurre, busque la ayuda de un profesional de la salud mental
para su hijo.
Fecha de revisión: agosto de 2015
|
|