¿Qué es el metabolismo?
El metabolismo es el conjunto de reacciones químicas que tienen lugar en
las células del cuerpo para convertir los alimentos en energía. Nuestro
cuerpo necesita esta energía para todo lo que hacemos, desde movernos hasta
pensar o crecer.
Hay unas proteínas específicas en el cuerpo que controlan las reacciones
químicas del metabolismo. Miles de reacciones metabólicas ocurren al
mismo tiempo, todas ellas reguladas por el cuerpo, para que nuestras células
se mantengan sanas y funcionen bien.
¿Cómo actúa el metabolismo?
Después de ingerir alimentos, nuestro sistema
digestivo utiliza enzimas para:
- descomponer las proteínas en aminoácidos
- transformar las grasas en ácidos grasos
- transformar los hidratos de carbono en azúcares simples (por ejemplo, glucosa)
El cuerpo puede utilizar el azúcar, los aminoácidos y los ácidos
grasos como fuentes de energía cuando lo necesita. Estos compuestos son absorbidos
por la sangre, que los transporta a las células.
Después de que entren en las células, otras enzimas actúan
para acelerar o regular las reacciones químicas encargadas de "metabolizar”
estos compuestos. Durante estos procesos, la energía de estos compuestos se
puede liberar para que el cuerpo la utilice o bien almacenarse en los tejidos corporales,
sobre todo en el hígado, en los músculos
y en la grasa corporal.
El metabolismo es una especie de malabarismo en el que suceden simultáneamente
dos clases de actividades:
- construcción de tejidos corporales y reservas de energía (llamado
anabolismo)
- descomposición de tejidos corporales y de reservas de energía con
el fin de obtener más combustible para las funciones corporales (llamado catabolismo)
El anabolismo, o metabolismo constructivo, consiste fundamentalmente
en fabricar y almacenar. Contribuye al crecimiento
de células nuevas, el mantenimiento de los tejidos corporales y el almacenamiento
de energía para utilizarla más adelante. En el anabolismo, moléculas
pequeñas se transforman en moléculas más grandes y complejas
de hidratos de carbono, proteínas y grasas.
El catabolismo, o metabolismo destructivo, es el proceso que produce
la energía necesaria para toda la actividad que tiene lugar en las células.
Las células descomponen moléculas grandes (en su mayor parte, hidratos
de carbono y grasas) para liberar energía. Esto proporciona combustible para
el anabolismo, calienta el cuerpo y permite que los músculos se contraigan
y que el cuerpo se mueva.
Cuando los compuestos químicos complejos se degradan en sustancias más
simples, el cuerpo expulsa los productos de desecho a través de la piel, los
riñones, los pulmones y los intestinos.
¿Qué es lo que controla el metabolismo?
Una serie de hormonas
del sistema endocrino
ayudan a controlar la velocidad y la dirección del metabolismo. La tiroxina,
una hormona fabricada y liberada por la glándula tiroidea, desempeña
un papel clave en determinar con qué rapidez o lentitud se producen las reacciones
químicas del metabolismo en el cuerpo de una persona.
Otra glándula, el páncreas,
segrega hormonas que ayudan a determinar si la principal actividad metabólica
del cuerpo en un momento dado es anabólica o catabólica. Por ejemplo,
suele haber más actividad anabólica después de comer. Esto se
debe a que ingerir alimentos aumenta la concentración en sangre de la glucosa,
el combustible más importante del cuerpo. El páncreas percibe esta mayor
concentración de glucosa y libera la hormona insulina,
que indica a las células que aumenten su actividad anabólica.
El metabolismo es un proceso químico complicado. Pero no es de sorprender
que mucha gente lo simplifique y solo lo vea como algo que influye en la facilidad
con que nuestro cuerpo engorda o adelgaza. Aquí es donde entran en juego las
calorías. Una caloría es una unidad que mide cuánta energía
proporciona al cuerpo un alimento en particular. Una tableta de chocolate tiene más
calorías que una manzana, de modo que proporciona más energía
al cuerpo. Al igual que un coche almacena gasolina en el depósito hasta que
la necesita para alimentar el motor, el cuerpo almacena calorías, principalmente
en forma de grasa. Si llenamos
demasiado el depósito de un coche, la gasolina rebosa y se derrama por el suelo.
Del mismo modo, si una persona ingiere demasiadas calorías, estas “rebosan”
y generan un exceso de grasa corporal.
La cantidad de calorías que quema una persona en un día se ve afectada
por la cantidad de ejercicio físico que haga, la cantidad de grasa y músculo
que tenga su cuerpo y su metabolismo basal. El metabolismo basal
mide la velocidad a la que una persona “quema” energía, en forma
de calorías, mientras está en reposo.
El metabolismo basal puede influir en la tendencia a engordar de una persona. Por
ejemplo, una persona con el metabolismo basal bajo (quien, por tanto, quema menos
calorías mientras está en reposo o durmiendo) tenderá a ganar
más kilos de grasa corporal con el tiempo que una persona de talla similar
con un metabolismo basal promedio que ingiera la misma cantidad de alimentos y haga
la misma cantidad de ejercicio físico.
El metabolismo basal se puede ver afectado por los genes
de una persona y por algunos problemas de salud. También está influido
por la constitución física: las personas con más músculo
y menos grasa suelen tener metabolismos basales más altos. Pero las personas
pueden cambiar su metabolismo basal en ciertos aspectos. Por ejemplo, una persona
que haga más ejercicio físico no solo quemará más calorías
sino que mejorará su forma física, lo que aumentará su metabolismo
basal.
Fecha de revisión: julio de 2019