Hola, doctor
El médico te saludará. Probablemente te hará algunas preguntas, cómo qué tal te
encuentras o si tienes algún problema o hay algo que te preocupa. Tu medico querrá
estar seguro de que tu cuerpo está funcionando como debería. Para ello, utilizará
algunos aparatos, como un estetoscopio (para escuchar cómo te funcionan los pulmones
y el corazón), un otoscopio (para mirarte los oídos, la nariz y la garganta por dentro)
y un oftalmoscopio (para mirarte los ojos por dentro).
El médico también te explorará el reflejo de la rodilla (rotuliano) con un martillo
de goma. Probablemente también te palpará el abdomen, te explorará los genitales (partes
íntimas), y te examinará la columna.
Tal vez te preguntes - ¿por qué los médicos hacen todas esas cosas? Aquí tienes
la explicación:
Escuchar con el estetoscopio: el estetoscopio permite al médico
oír el sonido que hacen los pulmones al respirar y el corazón al latir. Los médicos
saben cómo suenan el corazón y los pulmones cuando están sanos. Si tus pulmones o
tu corazón no suenan como deberían, el médico seguirá investigando.
Mirarte los oídos, la nariz y la garganta por dentro: los médicos
saben qué aspecto tienen los oídos, la nariz y la garganta cuando están sanos. El
otoscopio permite al médico echar un buen vistazo a estos órganos, y la luz ayuda
a detectar posibles problemas, como la presencia de líquido dentro del oído, que podría
indicar una infección.
Mirarte los ojos por dentro: los médicos saben qué aspecto tienen
los ojos sanos. El oftalmoscopio permite al médico ver la retina, la parte del ojo
sensible a la luz que envía mensajes al cerebro. A pesar de que el médico te iluminará
el ojo con una luz un poco fuerte, intenta mantener el ojo bien quieto para que el
médico te lo pueda ver bien por dentro.
Poner a prueba tus reflejos con un martillo de goma: el médico
te dará un golpecito en la rodilla y el resto de la pierna subirá sola, sin que tú
hagas nada para moverla. Es una parte extraña de la exploración, pero hay un buen
motivo para hacer esta prueba. Permite evaluar lo bien que los nervios transmiten
mensajes por tu cuerpo. Cuando el golpe de martillo desencadena el reflejo, el médico
sabe que los nervios están desempeñando correctamente la función fundamental de enviar
mensajes desde el cerebro y la médula espinal que indican al cuerpo lo que debe hacer.
Palparte el abdomen: en el abdomen tienes muchos órganos importantes
- desde el estómago, hasta el hígado, pasando por los intestinos. Los médicos saben
qué tacto tiene un abdomen sano, y tu médico se querrá asegurar de que el tuyo está
bien.
Explorarte los genitales: es posible que esta exploración te haga
sentirte un poco incómodo, de modo que tal vez te ayude que tu madre o tu padre esté
contigo durante la exploración. Tus partes íntimas - la vagina si eres una niña o
el pene y los testículos si eres un niño - son partes del cuerpo importantes. Al igual
que con las demás partes de tu cuerpo, el médico querrá asegurarse de que no presentan
ningún problema. Los cambios en estas áreas, como el hecho de que te empiece a salir
vello, son señales de que te estás acercando a la pubertad.
Examinarte la columna: la columna vertebral está formada por una
serie de huesos que tienes a lo largo de la parte central de la espalda. Debería estar
recta. Pero a veces las columnas de algunos niños tienen desviaciones, y algunas de
ellas se denominan escoliosis. Las pequeñas desviaciones no suelen provocar problemas,
pero, cuando se detecta una de mayor importancia, suele ser necesario hacer una radiografía
y a veces consultar a un ortopedista, que es un médico especializado en el tratamiento
de la escoliosis.