¿Qué sucederá después?
Cuando inicies la conversación, lo más probable es que tus padres
te pidan que les expliques más cosas sobre lo que te está ocurriendo.
Esta parte puede ser sorprendentemente fácil. En cuanto inicies la conversación,
es posible que sientas el alivio de abrir tu corazón y de poder expresar lo
que sientes.
O puede ser difícil. Tal vez no sepas cómo expresar tus sentimientos
con palabras. Haz lo posible por salir del "no lo sé". Si realmente no lo sabes
explicar, intenta decirles: "les quiero explicar, pero ahora no encuentro las palabras
para hacerlo". Reflexiona sobre ello y asegúrate de hablarlo de nuevo más
adelante. Tus padres se preocuparán y es posible que te pregunten cómo
estás. No se estarán metiendo contigo ni te estarán agobiando.
Solo significa que les importas y que se preocupan por ti.
A veces, hablar sobre la depresión también puede ser difícil
para los padres. Tal vez sea necesario tener varias conversaciones o tal vez te sientas
mejor después de tener una sola conversación. Cada situación
es diferente.
Si te has deprimido por un problema en particular, tus padres pueden ayudarte a
pensar en cómo resolverlo. O tus padres pueden escuchar tus ideas sobre qué
hacer y darte un voto de confianza y decirte que estás haciendo lo correcto.
Eso te puede tranquilizar. Independientemente de que encuentres una solución
de inmediato o no, compartir un problema es mejor que guardártelo para ti mismo.
¿Y si necesito hablar con un terapeuta?
Si tu depresión es fuerte o dura mucho tiempo, es posible que necesites
hablar con un terapeuta, incluso
aunque hayas conversado bien con tus padres. Dile a tu madre a tu padre que sigues
estando deprimido o que tienes problemas para motivarte, para estar concentrado y
de buen humor. Tu madre o tu padre pueden concertar una cita con un buen terapeuta
y apoyarte mientras trabajas con él.
Si tus padres no están seguros de que necesites ver a un terapeuta, pero
tú crees que lo necesitas, explícales el porqué. Es mejor que
lo hagas cuando estés tranquilo y puedas expresar bien tus ideas. A algunos
padres les preocupa cómo encontrar un buen terapeuta o cuánto les costará.
Tú médico, un religioso o tu orientador escolar pueden ayudar a tus
padres a encontrar terapeutas de tu localidad que trabajen a buen precio.
¿Y si hablar con mis padres no funciona?
Aunque creas que a tus padres no estarán dispuestos a ayudarte, merece la
pena intentar hablar con ellos. La gente se sorprende al darse cuenta lo mucho que
los padres hacen cuando se les pide ayuda, aun cuando los mismos padres tiene sus
propios problemas.
En algunas ocasiones, los padres tienen demasiados problemas personales y otros
asuntos por resolver en ese momento. Si tratas de hablar con tus padres y resulta
que no te pueden ayudar, acude a otro adulto (como un profesor, tu orientador escolar,
un entrenador o un pariente). No te des por vencido hasta que encuentres a alguien
que te pueda ayudar. Es así de importante.
¿Qué más pueden hacer tus padres?
Aunque estés yendo a un terapeuta, hay formas en que tus padres te pueden
ayudar cuando estés deprimido. Por ejemplo, pueden:
- comunicarse con amabilidad y acordar prohibir las críticas hirientes, las
discusiones, las amenazas y los insultos
- recordarte que te quieren y que creen en ti
- demostrarte afecto
- comentar tus comportamientos positivos y tus rasgos positivos
- ayudarte en los deberes y proyectos escolares si estás teniendo problemas
para hacerlos o bien contratar a un profesor particular
- ver lo bueno que hay en ti y seguir esperando cosas buenas de ti
- exigirte tus responsabilidades en casa y en la escuela con amabilidad y seriedad
- hablar contigo sobre tus problemas
- asegurarse de que haces ejercicio físico, te alimentas bien y duermes los
suficiente (no se estarán metiendo contigo sino solo demostrado que te quieren)
- hacer cosas contigo de las que ambos disfruten, como pasear, practicar un deporte
o un juego, ver películas en familia, hacer manualidades o cocinar.
Tal vez necesites pedirles a tus padres que hagan todo eso por ti. Puedes enseñarles
esta lista o elaborar una con tus propias ideas. Nadie sabe mejor que tú qué
es lo que más te ayuda.
Habla con tus padres sobre las conductas que llevarán a cabo para recuperarte
de tu depresión. Haz una lista de lo que planeas hacer. Y asegúrate
de que tu plan incluya cómo:
- harás ejercicio físico
- descansarás y dormirás la cantidad adecuada de tiempo
- comerás alimentos saludables
- pasarás tiempo al aire libre durante el día
- pasarás tiempo relajándote, haciendo cosas divertidas, sobre todo
con las personas a quienes quieres.
Observa tu lista cada día para ayudarte a recordar lo que está en
tu plan y para recordarte a ti mismo que puedes salir adelante. Más allá
de la depresión, hay un futuro brillante que te aguarda.
Fecha de revisión: agosto de 2016