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Medicamentos para estudiar

Revisor médico: Mary L. Gavin, MD

¿Qué son los medicamentos para estudiar?

Los medicamentos para estudiar suelen ser estimulantes de venta con receta médica que se usan para aumentar el nivel de alerta y de energía durante un breve período de tiempo. También aumentan el rimo cardíaco, la frecuencia respiratoria y la tensión arterial. Los estimulantes de venta con receta médica que se usan para estudiar son: 

  • las anfetaminas, como Adderall, Dexedrine o Vyvanse
  • los metilfenidatos, como Ritalin o Concerta

Los médicos recetan medicamentos como Adderall y Ritalin para tratar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad o TDAH. A veces, gente que no tiene está afección usa estos medicamentos porque cree que la ayudará a rendir más en la escuela. Por eso, estos medicamentos reciben el nombre de "drogas, medicamentos o fármacos para estudiar". Los medicamentos para estudiar pueden ayudar a centrarse en la tarea y a mantenerse despierto durante más tiempo, pero no aumentan el aprendizaje ni la capacidad de pensar ni mejoran las calificaciones. 

¿Cómo afectan al cerebro los medicamentos para estudiar?

Las células nerviosas que hay dentro del cerebro envían y reciben mensajes para que se liberen unas sustancias químicas llamadas "neurotransmisores". Cuando alguien toma estimulantes de venta con receta médica, estos hacen que aumente la cantidad de ciertos neurotransmisores en el cerebro. Esto puede generar los efectos más frecuente de estos medicamentos, incluyendo el aumento de la concentración. 

Inconvenientes de los medicamentos para estudiar

Cuando los médicos recetan estimulantes para tratar el TDAH, empiezan con una dosis baja. Si el paciente necesita más, van aumentando la dosis lentamente y están muy pendientes de sus efectos secundarios. Cuando una persona no usa estos medicamentos tal y como se recetan o los toma sin receta médica, tiene más probabilidades de tener efectos secundarios. Entre ellos, se incluyen los siguientes:

  • dificultades para dormir
  • falta de apetito
  • hipertensión arterial (tensión arterial alta)
  • frecuencia cardíaca irregular
  • nerviosismo

Los estimulantes también pueden causar dolores de cabeza, irritabilidad y cambios de humor. También pueden causar graves problemas médicos, como ataques de corazón (o infarto de miocardio), accidentes cerebro-vasculares o crisis convulsivas. El hecho de mezclar fármacos para estudiar con el alcohol, con medicamentos de venta sin receta médica, medicamentos para el resfriado u otras medicamentos o drogas todavía puede empeorar las cosas. 

Mucha gente que empieza a tomar medicamentos para estudiar cree que son inofensivos, o cree que solo los utilizará una vez (para pasar los exámenes finales). Con el tiempo, la gente que abusa de los estimulantes se puede acabar volviendo dependiente de ellos. Si los intenta dejar, puede tener síntomas de abstinencia, como problemas de sueño, cansancio y depresión. 

Los riesgos para la salud no son los únicos inconvenientes de los medicamentos para estudiar. Los estudiantes que comparten, venden o usan medicamentos de venta con receta médica de manera ilegal puede ser expulsados de su centro de estudios, tener que pagar multas e, incluso, ser arrestados. 

Alternativas a los fármacos para estudiar

Si necesitas concentrarte y cumplir con tus tareas escolares, hay opciones mucho mejores que los medicamentos para estudiar. He aquí algunas formas de eficacia probada de potenciar la concentración y combatir el estrés:

  • Dormir bien por la noche. Dormir lo suficiente por la noche mejora la memoria y ayuda a concentrarse, aprender y pensar con claridad. Los adolescentes necesitan aproximadamente 9 horas de sueño por noche. 
  • Ejercicio físico. Llénate de energía de una manera natural, moviendo tu cuerpo. Haz deporte, un entrenamiento de gimnasia, corre, prueba el yoga o date una caminata. El ejercicio favorece el aprendizaje, la memoria y la concentración. La práctica regular del ejercicio físico también mejora el estado de ánimo, ayuda a dormir y reduce el estrés. 
  • Comer bien. Una buena nutrición es fundamental para tener el cuerpo sano y la mente sana. No te saltes comidas e ingiere una amplia variedad de alimentos saludables (como cereales integrales, fruta, verdura, proteínas magras) para alimentar tu cerebro y ayudar a mantener altos tus niveles de energía. 
  • Meditación. Meditar justo antes de iniciar una sesión de estudio te puede despejar la mente y ayudarte a concentrarte en la tarea que vas a tener entre manos. Hasta solo unos pocos minutos de meditación al día pueden servir para bajar el estrés. 
Revisor médico: Mary L. Gavin, MD
Fecha de revisión: enero de 2022