¿Qué es la diálisis?
Nuestros riñones funcionan en gran medida como si fueran el sistema de recogida
y eliminación de residuos. Eliminan los fluidos sobrantes y los productos de
desecho de la sangre. Y estos residuos salen del cuerpo en forma de orina (pis).
Si los riñones dejan de funcionar adecuadamente, los productos de desecho
se pueden acumular en la sangre. Esto evoluciona a problemas médicos que en
poco tiempo se pueden convertir en problemas de riesgo vital.
Cuando los riñones dejan de funcionar como deberían, los médicos
lo llaman insuficiencia renal. La diálisis es un tratamiento
médico que se encarga de desempeñar la función de filtrar la
sangre de unos riñones que han dejado de funcionar hasta que se curan o son
sustituidos por riñones donados a través de un trasplante.
Algunas personas no son buenos candidatos para someterse a un trasplante
de riñón. Y pueden tener que recibir tratamiento de la diálisis
durante el resto de la vida.
La diálisis es un tratamiento de la enfermedad renal, lo que significa que
se hace para que desempeñe la función de los riñones a fin de
mantener al cuerpo bien equilibrado. Pero no es una cura. La diálisis, considerada
aisladamente, no cura unos riñones que no funcionan bien.
¿Cómo funciona?
Hay dos tipos de diálisis: la hemodiálisis y la
diálisis peritoneal. Si necesitas someterte a diálisis,
hablarás sobre los pos y los contras de cada opción con tu equipo médico
y con tu familia. Todos juntos, decidirán que opción es la mejor para
ti. A veces la gente puede cambiar de un tipo de diálisis al otro si lo desea.
- La hemodiálisis
es la forma más frecuente de tratar una insuficiencia renal avanzada. Este
tipo de diálisis filtra la sangre en el exterior del cuerpo utilizando una
máquina que es del tamaño aproximado de una lavavajillas o un poco más
pequeña.
Esta máquina extrae sangre del cuerpo de la persona
a través de un tubo y la filtra. Después de haber limpiado la sangre,
la máquina vuelve a bombear la sangre al cuerpo de la persona a través
de otro tubo.
La hemodiálisis se suele llevar a cabo en una
clínica espacial llamada centro de diálisis.
- La diálisis
peritoneal ocurre en el interior del cuerpo de la persona y se suele
hacer en la casa del paciente. Este tipo de diálisis utiliza una solución
limpiadora especial y la membrana abdominal del paciente a modo de filtro.
La solución limpiadora (llamada dialisato) se introduce
en el interior del abdomen a través de un catéter. Los productos de
desecho y el fluido sobrante pasan de la membrana abdominal a la solución limpiadora.
Luego se extrae la solución del cuerpo a través del catéter y
se elimina.
¿Duele?
Las agujas que se utilizan en la hemodiálisis pueden ser molestas para algunas
personas. Aparte de esto, el tratamiento de diálisis es indoloro.
¿Hay algo que pueda ir mal?
La diálisis se asocia a algunos riesgos. Por ejemplo:
- Infección. Las bacterias pueden entrar en el cuerpo en
los lugares donde el catéter o la aguja entran en la piel. Y esto puede provocar
una infección.
- Bajada de la tensión arterial. El descenso de la tensión arterial durante la diálisis puede
provocar problemas para respirar, calambres musculares, náusea o vómitos.
- Picazón. La hemodiálisis
puede provocar picazón en la piel. El picor puede empeorar durante o después
del tratamiento.
- Problemas de sueño. La diálisis puede provocar insomnio o apnea del sueño,
una afección en que se deja de respirar brevemente durante el sueño.
- Ganancia de
peso. La solución que se utiliza en
la diálisis peritoneal contiene azúcar. Si el cuerpo absorbe una cantidad
excesiva de esta solución, podría ser como si se alimentara de muchas
caloría de más. Esto puede causar ganancia de peso y aumento de la cantidad
de azúcar en sangre.
Cúidate durante la diálisis
Si has de recibir diálisis, necesitas mantenerte lo más sano posible
para aprovechar el tratamiento al máximo y evitar los problemas que acabamos
de comentar.
He aquí algunos consejos para conseguirlo:
- Come bien. Necesitarás ingerir la
cantidad adecuada (ni excesiva ni insuficiente) de fluidos, sal, vitaminas y minerales
cada día. Un exceso de potasio o de fósforo, por ejemplo, puede afectar
a los latidos de tu corazón o debilitarte los huesos. Habla con el dietista
de la clínica donde te hacen la diálisis sobre un plan de alimentación
adecuado para ti.
- Toma los medicamentos que te hayan recetado.
Lo más probable es que necesites medicamentos para controlar la tensión
arterial, ayudar a fabricar glóbulos rojos y mantener unas concentraciones
de vitaminas y minerales
bien equilibradas. Sigue las instrucciones que te dé tu equipo médico
sobre cómo medicarte. Es normal olvidarse de tomar algún medicamento
o confundirse con las instrucciones de varios de ellos; por lo tanto, pregunta si
tienes cualquier duda. Habla con tu médico antes de tomar cualquier otro medicamento,
vitamina o suplemento.
- Organiza las cosas con tiempo de antelación.
Si vas a salir de viaje, asegúrate de que dispones de todo cuanto necesitas
para seguir con tu tratamiento. Si vas a necesitar someterte a diálisis en
una localidad distinta a la que resides, llama a la clínica de diálisis
con tiempo de antelación y asegúrate de que te pueden dar una hora.
Exceptuando que tienen que llevar una dieta especial e invertir tiempo en el tratamiento,
la gente que se somete a diálisis suele poder llevar una vida normal. La mayoría
de las veces, pueden ir al colegio, practicar la mayoría de deportes y actividades,
irse de fiesta y salir con sus amigos, como hace toda la gente. La diálisis
puede ser un poco pesada, pero no tiene que bajarte el ritmo.
Fecha de revisión: mayo de 2015