El desarrollo de su bebé
¡Después de tantas semanas de expectativa y preparación,
su bebé finalmente ha llegado! O quizás no. Solamente el 5% de las mujeres
dan a luz en la fecha estimada por el médico y muchas madres
primerizas deben esperar hasta dos semanas más para el arribo del bebé.
Los bebés que nacen en la semana 40 pesan, en promedio, unas 7 libras y
4 onzas (3.300 gramos) y miden aproximadamente 20 pulgadas (51 centímetros).
No espere que su bebé se vea como un muñeco perfecto. Los recién
nacidos, por lo general, tienen la cabeza deformada temporalmente, por haber tenido
que pasar por el canal de parto, y suelen estar cubiertos por vérnix y sangre.
La piel del bebé puede aparecer decolorada, con partes secas o con erupciones.
Todas estas variaciones
son normales.
A causa de la presencia de sus hormonas en el sistema del bebé, sus genitales
(el escroto en el varón y los labios vaginales en la mujer) pueden ser grandes.
Es posible que su bebé, tanto el varón como la mujer, segregue leche
de sus pezones. Esto desaparece en unos pocos días y es completamente normal.
Inmediatamente después del parto, el médico succionará la
mucosidad de la boca y la nariz del bebé y usted podrá escuchar el tan
ansiado primer llanto. En ese momento, el bebé podrá ser colocado sobre
su vientre y se le cortará el cordón umbilical. El corte lo realiza,
por lo general, el padre si así lo desea. Se llevarán a cabo una serie
de pruebas de control, como el Índice de Apgar
para evaluar las reacciones del bebé y los signos vitales, y también
se lo pesará y medirá. Si su embarazo fue de alto riesgo o si fue necesario
hacer cesárea, habrá un neonatólogo (médico que se especializa
en cuidados intensivos de recién nacidos) presente durante el parto para tratar
al bebé inmediatamente. Si su bebé necesita cualquier tipo de cuidado
especial para adaptarse a la vida fuera del vientre materno, lo recibirá y
después lo podrá tener en sus brazos.

Su cuerpo
En esta semana va a vivir el momento que esperaba:
¡el encuentro con su bebé! Pero antes de conocer a su bebé, debe
pasar por el parto. Es posible que en las clases prenatales haya aprendido sobre las
tres etapas del parto. La primera etapa del parto
cumple la función de estirar y hacer disminuir el grosor del cuello del útero
haciendo contraer el útero a intervalos regulares. La segunda etapa del parto
es cuando usted puja para hacer pasar al bebé por el conducto vaginal y expulsarlo
de su cuerpo. La tercera etapa es cuando expulsa la placenta.
Si pasa más de una semana de su fecha estipulada de parto y el bebé
no nace, su médico puede recomendarle realizar una prueba no estresante, que
controla el ritmo cardíaco y el movimiento fetal para asegurarse de que el
bebé esté recibiendo el oxígeno necesario y que el sistema nervioso
responde correctamente. Hable con su médico para saber más acerca de
esta prueba.
A veces, la naturaleza necesita que le den una mano. Si su trabajo de parto no
progresa como debiera o si su salud o la del bebé lo requieren, su médico
inducirá el parto rompiendo las membranas o administrándole la hormona
oxitocina u otra medicación. Si su embarazo es de alto riesgo o si existe la
posibilidad de otras complicaciones, es posible que se le practique una cesárea.
Algunas mujeres saben con antelación que se les hará una cesárea
y podrán programar con tiempo el día de nacimiento del bebé.
Si éste es su caso, probablemente ha podido prepararse emocionalmente y mentalmente
para el nacimiento, lo que puede ayudar a disminuir la desilusión que muchas
madres sienten al perder la oportunidad de dar a luz “naturalmente”. Pero
aunque tenga al bebé mediante una cesárea que no estaba planeada, puede
estar plenamente segura de que también creará un vínculo
afectivo con su bebé. Es posible que no sea la experiencia de parto que imaginaba
pero, de todas maneras, su hermoso recién nacido ha llegado. ¡Terminaron
los meses de espera!
¡Suerte con su bebé!
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