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¿Qué es la escleroterapia?

La escleroterapia es un procedimiento que se usa para cerrar vasos sanguíneos y vasos linfáticos. Los médicos lo hacen inyectando una solución dentro de los vasos. La solución causa irritación en el vaso, colapsando y pegando sus paredes entre sí, lo cual permite sellar el vaso.

Los radiólogos intervencionistas son quienes llevan a cabo la escleroterapia. Son médicos formados en el uso de imágenes (como las radiografías o las ecografías) para diagnosticar y tratar problemas relacionados con la sangre y los vasos sanguíneos.

¿Qué afecciones se tratan con la escleroterapia?

Los médicos usan la escleroterapia para tratar los problemas relacionados con los vasos sanguíneos y con los vasos linfáticos, conocidos como anomalías vasculares.

Los vasos sanguíneos son unos tubitos finos que transportan células sanguíneas, nutrientes y oxígeno a los tejidos de todo el cuerpo. También se llevan los productos de desecho y el dióxido de carbono de los tejidos corporales.

Los vasos linfáticos son unas estructuras similares a las venas que transportan linfa por todo el cuerpo. La linfa, un líquido transparente que transporta grasas, ayuda a combatir los gérmenes y mantiene los líquidos corporales en unas concentraciones normales.

Tipos de anomalías vasculares

Entre las anomalías vasculares, se encuentran las siguientes:

Algunas de estas anomalías afectan a capas profundas del cuerpo, o sea que no se pueden ver. Otras anomalías forman marcas justo debajo de la piel o en la piel. Los médicos pueden tratar las anomalías que:

  • se vean en la piel 
  • causen dolor 
  • sangren 
  • presionen una parte importante del cuerpo, como la tráquea o un ojo

¿Cómo se lleva a cabo la escleroterapia?

Los radiólogos intervencionistas llevan a cabo la escleroterapia en una sala de radiología intervencionista. La sala de radiología intervencionista viene a ser como un quirófano provisto de un equipo de radiología y de ecografía.

Antes del procedimiento, un médico o un enfermero le pondrá una vía intravenosa (VI) a su hijo. A continuación, el anestesista le administrará un medicamento a través de la vía intravenosa para que se quede dormido durante todo el procedimiento.

Después, el radiólogo intervencionista:

  • Hará una radiografía o una ecografía para detectar la anomalía vascular.
  • Guiará la punta de la aguja dentro del vaso hacia el lugar que se deba tratar.
  • Introducirá la solución dentro del vaso mediante la aguja.
  • Revisará la circulación sanguínea para estar seguro de que la escleroterapia ha sellado bien el vaso.
  • Extraerá la aguja.

A veces, si la anomalía es grande, el médico dejará el catéter insertado dentro del vaso para poder repetir el tratamiento durante los próximos días.

¿Qué ocurre después de la escleroterapia?

Después de la escleroterapia, los niños son llevados al área de recuperación, donde se reúnen con sus familias. La mayoría de los niños pueden volver a casa el mismo día del procedimiento. Un niño puede tener dolor y se le pueden formar moretones donde le cerraron los vasos durante varios días después del procedimiento.

¿La escleroterapia se asocia a algún riesgo?

La escleroterapia es segura, pero se asocia a algunos riesgos. A veces, no se cierra el vaso que se quería cerrar o se cierra un vaso equivocado. El paciente también puede presentar:

  • cambios en la piel, como ampollas o cicatrices en el área del procedimiento 
  • infección por donde se introdujo la aguja
  • un ligero incremento del riesgo de cáncer por el uso de rayos X

El radiólogo intervencionista revisará con usted todos los riesgos antes de que su hijo se someta al procedimiento.

¿Cómo pueden ayudar los padres?

Los padres pueden ayudar a sus hijos a prepararse para la escleroterapia y a recuperarse después del procedimiento:

  • Siga cualquier instrucción que le dé el equipo de radiología intervencionista.
  • Dele a su hijo el medicamento para el dolor que necesite y según se lo hayan recetado
  • Pregunte sobre cualquier instrucción para cuidar de su hijo que no le quede clara. 
  • Lleve a su hijo a todas las visitas de seguimiento con sus médicos. 

Durante la fase de recuperación, ayude a su hijo a:

  • Descansar y a tener un sueño reparador
  • Evitar las actividades agotadoras.
  • Andar cada día.
  • Evitar mojar el punto de entrada del catéter en bañeras o piscinas.
  • Comer y beber según lo que tolere.
Revisor médico: Deborah A. Rabinowitz, MD
Fecha de revisión: octubre de 2020