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Trastorno del espectro autista

¿Qué es el trastorno del espectro autista?

El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno cerebral con el que se nace. Afecta a la comunicación y a la interacción social y va acompañado de patrones de comportamiento e intereses restringidos y repetitivos.

¿Cuáles son los signos y los síntomas de este trastorno?

Los niños con TEA tienen problemas en:

  • el lenguaje corporal y el contacto visual
  • las interacciones sociales
  • crear amistades y mantenerlas
  • las percepciones sensoriales
  • el comportamiento rígido
  • intereses intensos y poco habituales

En los niños de 1 a 3 años, los padres pueden notar:

  • retrasos en el habla
  • usar solo muy pocos gestos (saludar, dar palmas, señalar)
  • no responder cuando alguien los llama por su nombre
  • evitar el contacto ocular
  • no compartir la diversión ni los intereses con otras personas
  • formas inusuales de mover las manos, los dedos o el cuerpo entero
  • estar muy centrados o unidos a objetos inusuales
  • incapacidad para imitar o simular (o muy poca capacidad)
  • intereses sensoriales inusuales
  • rituales, tales como repetir algo una y otra vez o alinear objetos

Es posible que los síntomas leves no se reconozcan hasta que el niño sea mayor o tenga problemas:

  • al formar amistades
  • en el juego simbólico o de simulación (jugar a ser otra persona)
  • en saber cómo actuar en distintas situaciones sociales
  • por intereses inusuales e intensos en temas o actividades específicos

No hay dos personas con TEA que tengan los mismos signos y síntomas. Hay muchas cosas que pueden influir, como los retrasos en el lenguaje, los problemas de razonamiento y de aprendizaje y los desafíos en su forma de comportarse. Por este motivo, el autismo se describe como un "espectro."

¿Cómo se diagnostica el trastorno del espectro autista?

La mayor conciencia social sobre los signos del autismo que existe en la actualidad y las nuevas herramientas de cribado facilitan la identificación precoz (temprana) del autismo. Los médicos se fijan en los signos y los síntomas del TEA en cada nueva revisión médica, hacen preguntas a los padres sobre lo que les preocupa de sus hijos y hacen pruebas de cribado a los niños en las visitas de los 18-meses y de los 2 años.

Si detectan en el niño rasgos que les preocupan, sugerirán la evaluación completa del niño. Esta suele implicar la participación de un equipo de expertos. El equipo puede incluir a:

  • médicos que tratan trastornos del desarrollo
  • psicólogos
  • terapeutas ocupacionales y terapeutas del habla (terapeutas del habla)

Ellos observarán y evaluarán al niño para entender cómo se comunica, su lenguaje, su forma de pensar, sus emociones, su nivel de desarrollo, su salud física, sus habilidades sociales y sus habilidades para ayudarse a sí mismo. También preguntarán a la familia sobre lo que les preocupa, así como sobre el nacimiento, el crecimiento y el comportamiento del niño y los antecedentes médicos de la familia.

¿Cuál es la causa del TEA?

Nadie sabe exactamente cuál es la causa del TEA. Lo más probable es que se trate de una combinación de muchas cosas diferentes que conducen a cambios en la forma en que se desarrolla el cerebro antes de que nazca el bebé. Existen evidencias incuestionables que apoyan el papel que desempeñan los genes de la persona.

Otras cosas, como los problemas que ocurren durante el embarazo o en el parto, también podrían desempeñar un papel. Muchos niños con TEA también tienen discapacidades intelectuales.

Las vacunas no causan el autismo.

¿Cómo se trata el trastorno del espectro autista?

Cuanto antes se inicie el tratamiento en un niño con TEA, mucho mejor. En función de las necesidades del niño, su tratamiento puede incluir terapia de conducta, terapia del habla (logopedia), terapia ocupacional, medicación y ayudas adicionales en el aprendizaje escolar. La meta del tratamiento consiste en ayudar a los niños a:

  • comunicarse mejor
  • jugar con los demás y desarrollar sus habilidades sociales
  • reducir comportamientos como las conductas agresivas o repetitivas
  • mejorar el aprendizaje
  • saber estar seguros y cuidar de su propio cuerpo

Antes de los 3 años

Hasta los 3 años de edad, algunos niños se pueden beneficiar del tratamiento a través del programa de intervención precoz de su estado. Las familias trabajan junto con un equipo de expertos en un Plan de Servicio Familiar Individualizado (IFSP, por sus siglas en inglés). Este plan define las metas del tratamiento y desarrolla un plan de tratamiento.

Un equipo de terapeutas puede proporcionar terapia a domicilio a aquellas familias que cumplan los requisitos para beneficiarse de este servicio.

También puede haber servicios disponibles en clínicas asociadas a hospitales o en centros de la comunidad. Los seguros médicos pueden reembolsar muchos de estos servicios.

A partir de los 3 años

Los niños de entre 3 y 5 años con TEA que cumplan los requisitos, se pueden beneficiar de servicios de educación preescolar gratuitos gracias a la ley de educación para individuos con discapacidades (IDEA, por sus siglas en inglés). Los servicios de terapia y educación adicional se ofrecen a través de los distritos escolares de cada localidad o de otros centros educativos, sea en el domicilio del niño o en el aula.

Una vez que los niños comienzan Kindergarten, los padres pueden solicitar un cambio a un programa educativo individualizado (IEP, por sus siglas en inglés) a través del distrito escolar de su localidad. Un IEP puede incluir objetivos educativos, así como objetivos sociales, de comportamiento y de cuidado personal. Existen servicios de educación especial hasta que la persona cumple 21 años.

Los hospitales, los centros médicos y las clínicas que ofrecen servicios de salud a la población infantil suelen disponer de servicios para niños con TEA. Tanto las clínicas de salud conductual públicas como las privadas pueden disponer de servicios específicos para niños con TEA. Centros independientes para tratar el autismo ofrecen servicios de los que se pueden beneficiar los niños con TEA.

A veces se usan medicamentos para tratar síntomas como la agresividad, la hiperactividad, la falta de atención, la ansiedad, la depresión y los problemas relacionados con el sueño.

No hay muchas investigaciones que muestren los efectos beneficiosos de muchos enfoques para tratar el TEA, como los cambios en la dieta; los suplementos; la música, el arte y las terapias con animales.

Informe al médico y a otros miembros del equipo de su hijo sobre cualquier otro tipo de terapia o tratamiento que esté siguiendo o que se esté planteando seguir para comentar con ellos sus riesgos y sus posibles efectos beneficiosos.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo?

Si su hijo recibe el diagnóstico de TEA, hay muchos recursos y servicios de apoyo que lo pueden ayudar. El médico y el resto del equipo que trata a su hijo los pueden orientar en la dirección adecuada.

Las siguientes listas de comprobación, específicas para cada grupo de edad, los pueden ayudar y guiar. Haga clic en cada vínculo para aprender más cosas sobre el TEA:

Fecha de revisión: marzo de 2019