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¿Qué es el dolor abdominal funcional?

El dolor abdominal funcional es un dolor de estómago o de vientre que:

  • lo ha evaluado un médico y no parece tener una causa clara
  • ocurre 4 veces al mes o más
  • lleva ocurriendo durante por lo menos 2 meses 
  • no suele durar más de una hora
  • no está relacionado con nada en particular (como comer, la actividad o los movimientos intestinales)
  • afecta a un niño que está comiendo con normalidad y que no ha perdido peso
  • puede estar desencadenado por el estrés o la ansiedad

La mayoría de los niños con dolor abdominal funcional (también conocido como "síndrome de dolor abdominal mediado centralmente") mejoran al cabo de pocas semanas o meses y no tienen problemas duraderos. 

¿Cuáles son los signos y los síntomas del dolor abdominal funcional?

Aparte del síntoma principal de dolor abdominal (estómago o vientre), el niño puede tener:

  • náuseas (malestar estomacal)
  • dolor de cabeza 
  • mareos
  • cansancio

¿Cuál es la causa del dolor abdominal funcional?

Los médicos no saben exactamente cuál es la causa del dolor abdominal funcional. Puede estar relacionado con las señales nerviosas procedentes del cerebro o del intestino que hacen que la persona sea más sensible al dolor. Estas señales nerviosas se pueden desencadenar al dilatarse el estómago o el recto. 

El dolor abdominal funcional suele afectar más a las edades de 4 a 16 años en la población infantil. A veces, ocurre después de haber tenido una infección gastrointestinal. Se puede asociar a sucesos estresantes, como un cambio de residencia o el divorcio de los padres. 

¿Cómo se diagnostica el dolor abdominal funcional?

Para diagnosticar esta afección, los médicos:

  • Preguntan sobre los síntomas y se aseguran de que el niño no tenga problemas como pérdida de peso, escaso crecimiento, fiebre, erupciones, vómitos o artritis.
  • Exploran al niño. 
  • Mandan análisis de sangre y pruebas de sangre en heces (caca).
  • Preguntan sobre factores estresantes a los que se puede estar exponiendo el niño, como cambios recientes en casa o problemas en la escuela. 

Los niños con síntomas graves y con resultados normales en el análisis de sangre y en la prueba de heces no necesitan que les hagan más pruebas.

¿Cómo se trata el dolor abdominal funcional?

Los médicos tratan el dolor abdominal funcional siguiendo algunas de las siguientes pautas:

  • cambios en la dieta, como evitar los alimentos que causan flatulencias (como el brócoli y la coliflor), los fritos, las bebidas con gas (como los refrescos) y los alimentos picantes y con especias. 
  • medicamentos que sirven para ayudar a aliviar los retortijones o para reducir la cantidad de ácidos que hay dentro del estómago
  • medicamentos para el dolor (llamados analgésicos)
  • terapia psicológica y/o técnicas de relajación 

¿Cuándo debería llamar al médico?

Llame al médico si su hijo tiene dolor abdominal funcional y también tiene:

  • sangre en las heces 
  • una diarrea que dura más de 2 días 
  • unos vómitos que duran más de 2 días
  • vómitos que contiene sangre 
  • un dolor de vientre que dura más de una hora o que empeora
  • fiebre
  • pérdida del apetito 
  • dolor al orinar
  • estreñimiento

¿Cómo pueden ayudar los padres?

Los niños con dolor abdominal funcional pueden estar tristes o ansiosos sobre cómo afrontar el dolor. Se pueden sentir decepcionados al tenerse que perder actividades por culpa del dolor. Para ayudar a su hijo a afrontar esta afección:

  • Anímelo a seguir practicando sus actividades cotidianas, como ir a la escuela, hacer deporte y pasar tiempo con su familia y amigos. 
  • Asegúrele que el dolor no tiene una causa grave y que debería encontrarse mejor al cabo de poco tiempo. 
  • Céntrese en las actividades de su hijo en vez de en el dolor. Ver que un padre se preocupa puede alterar emocionalmente a un niño. Si necesita ayuda para abordar sus propios sentimientos, hable con un psicólogo o terapeuta. 
  • Considere la posibilidad de que su hijo hable con un psicólogo o terapeuta para recibir apoyo y para aprender maneras de relajarse. 
Revisor médico: Amy W. Anzilotti, MD
Fecha de revisión: enero de 2021