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Seguridad con el agua al aire libre

Revisor médico: Kate M. Cronan, MD

Nadar es muy divertido, pero el peligro de ahogarse es real. Incluso los niños que saben nadar se pueden ahogar. Por eso, veamos cómo mantenerte seguro en el agua mientras disfrutas del aire libre.

¿Por qué es importante estar seguros en el agua?

Los peces pueden vivir y respirar bajo el agua, pero las personas necesitan aire para respirar. Si a alguien le entra demasiada agua en los pulmones, se ahoga. Cuando esto ocurre, los pulmones no pueden darle oxígeno a la sangre. Entonces, el cerebro y el resto del cuerpo reciben muy poco oxígeno.

El ahogamiento puede ocurrir con mucha rapidez; a veces en menos de dos minutos desde que la cabeza de una persona queda bajo el agua. Esto es muy poco tiempo para que alguien pueda ayudar.

Lagos y estanques

Muchos niños nadan en arroyos, lagos y estanques. Ten mucho cuidado cuando nades en estos hermosos lugares. No siempre podrás ver el fondo del lago o el estanque y, por lo tanto, no siempre sabrás cuán profundo es. Este es otro motivo para nadar siempre junto a un adulto.

Si bien los peces que nadan a tu alrededor no te lastimarán, en algunos estanques y lagos podría haber rocas afiladas, botellas rotas o basura. Lleva algo para protegerte los pies. Además, ten cuidado de las hierbas y el césped, que pueden atrapar incluso a un nadador experimentado. Si entras en pánico e intentas liberarte de un tirón, podrías enredarte aún más. Por el contrario, debes mover y retirar los brazos y las piernas lentamente para desenredarte y llamar a un adulto para que te ayude.

Si saldrás a pasear en una embarcación, lleva siempre un salvavidas. (Debes ser un salvavidas aprobado por la Guardia Costera). Aunque seas un buen nadador, la embarcación podría darse vuelta por algún motivo y tú podrías quedar atrapado debajo.

Playas

Es difícil resistirse a un día de playa, pero tendrás que conocer algunas reglas de seguridad para nadar en el mar. Nadar en el mar es más complicado que en una piscina porque las olas y las corrientes pueden cambiar. Cuando llegues a la playa, pregúntale al guardavidas cuán fuertes están las olas. En algunos lugares, se colocan banderas o se dejan notas en un tablero de anuncios para comunicarles a los nadadores las condiciones del mar.

Las olas pueden derribarte o empujarte al fondo del mar. Mantente cerca de un adulto o sal del agua cuando las olas sean fuertes. Las personas se meten en problemas cuando comienzan a entrar en pánico o están demasiado cansadas para nadar. Es importante que conozcas tus límites; si empiezas a sentirte cansado, sal del agua y descansa un rato.

En algunos lugares, los nadadores pueden encontrarse con corrientes descendentes y corrientes oceánicas fuertes. Las corrientes de resaca (que te llevan hacia el interior del mar) son tan fuertes que pueden alejar a los nadadores de la orilla antes de que se den cuenta de lo que está ocurriendo. Si quedas atrapado en una corriente, nada de forma paralela a la orilla (a lo largo de la orilla) en lugar de nadar hacia la orilla hasta que el agua deje de arrastrarte. Luego, nada nuevamente en dirección a la orilla. Si no puedes regresar a la playa, comienza a flotar en el agua y mueve tus brazos para pedir la ayuda de un guardavidas. En esta situación, es muy importante mantener la calma y no entrar en pánico.

Probablemente no veas ningún tiburón en el lugar en el que estés nadando (aunque podría acercarse algún delfín amigable). Pero tal vez te topes con algunas medusas o carabelas portuguesas. Estos animales casi transparentes y con forma de paraguas pueden crecer hasta alcanzar un diámetro de varios pies. Con frecuencia se los ve flotando cerca de la orilla. Sus picaduras no son nada agradables: pueden provocar ampollas y dolor en la piel. Si te pican, cuéntaselo a un adulto lo antes posible.

Otras reglas que debes respetar:

  • Nunca nades solo.
  • Nada siempre en un lugar en el que un guardavidas pueda verte y en lugares que están habilitados para nadadores.
  • Lleva calzado de protección si la superficie es rocosa o irregular.
  • No te alejes mucho a nado.
  • Nunca finjas que te estás ahogando. El guardavidas podría creer que es cierto.
  • No nades cerca de muelles (grandes estructuras de madera que salen del agua). Si hay un movimiento repentino del agua, podrías golpearte contra un pilote o una roca.
  • En la playa, conserva las bebidas en recipientes de plástico; las botellas de vidrio rotas y los pies descalzos no son una buena combinación.
  • Mira siempre hacia las olas en lugar de darles la espalda. Así sabrás a lo que te enfrentas.

Parques acuáticos

Los niños adoran los parques acuáticos; ¿por qué no deberían hacerlo? Las piscinas con olas, los toboganes gigantes y las fuentes son muy divertidas. Para mantenerte seguro, averigua cómo es cada atracción y cuál es la profundidad del agua. Algunas piscinas con olas pueden ser violentas; por eso es buena idea estar cerca de un adulto.

Aquí encontrarás otros consejos de seguridad para los parques acuáticos:

  • Lleva un chaleco salvavidas si no sabes nadar o no eres un nadador experimentado.
  • Lee todas las advertencias antes de entrar a una atracción. Asegúrate de tener la altura y la edad necesarias, y de no sufrir ninguna de las afecciones médicas que se indican en las advertencias. Si tienes alguna pregunta, consulta con uno de tus padres o pregúntale al guardavidas.
  • Asegúrate siempre de que haya un guardavidas en cada atracción y escucha las instrucciones. Espera hasta que la persona que está delante de ti en la atracción haya pasado el punto de seguridad para lanzarte por un tobogán.
  • Debes descender siempre boca arriba y con los pies por delante. Esta es la manera segura y correcta de hacerlo.
  • Cuando vayas de una atracción a otra, no corras. El suelo está resbaladizo. Además, recuerda que todas las atracciones son diferentes. Lee cada advertencia y presta atención a la profundidad del agua en la piscina.

Otros consejos importantes

A continuación, te ofrecemos otros consejos de seguridad para el agua:

  • Aprende a nadar. Pídeles a tus padres que se pongan en contacto con la Cruz Roja Americana de tu localidad o con un centro comunitario para obtener información sobre cursos de seguridad en el agua o de navegación.
  • Ponte siempre protector solar antes de salir al aire libre. También es una buena idea llevar gafas de sol y un gorro para proteger tu piel de los rayos nocivos del sol.
  • Bebe mucha agua y líquidos cuando estés nadando y jugando al aire libre para no deshidratarte.
  • Deja de nadar o navegar en cuanto veas o escuches una tormenta. Recuerda que los rayos son electricidad y la combinación de agua y electricidad es peligrosa.
  • No nades en la oscuridad.
  • Entra lentamente al agua para asegurarte de que la temperatura sea agradable y no esté demasiado fría. Si estás temblando o comienzas a sentir calambres en los músculos, tal vez se deba a que el agua está demasiado fría. Esto no es seguro; sal del agua inmediatamente.
  • El agua puede contener gérmenes que podrían causar diarrea u otras enfermedades. Por lo tanto, asegúrate de no tragar agua. Y para ayudar a mantener el agua lo más limpia posible: báñate con agua y jabón antes de nadar, lávate las manos si vas al baño y no nades si tienes náuseas.
Revisor médico: Kate M. Cronan, MD
Fecha de revisión: agosto de 2021