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Estrés

Revisor médico: D'Arcy Lyness, PhD

¿Alguna vez te sentiste estresado? No eres el único. Todos nos sentimos estresados de vez en cuando; incluso los niños.

Pero tal vez haya algo que no sepas: el estrés no siempre es negativo. Por momentos, el estrés puede ayudarte. He aquí algunos ejemplos.

El estrés puede ayudarte a mantenerte seguro.

Cada vez que tu cerebro detecta un posible peligro, activa una alerta instantánea para el cuerpo y la mente. Esa alerta se llama "estrés". He aquí como funciona.

Supongamos que estás cruzando la calle. De pronto, ves un auto que se acerca a toda velocidad por la esquina. Tu cuerpo activa las hormonas del estrés que te impulsan a reaccionar rápidamente. Las hormonas del estrés te dan una descarga adicional de energía, fuerza, concentración y velocidad. Los ojos se abren más. La mente está más alerta. Te concentras. El corazón late más rápido y envía más oxígeno a los músculos. Respiras más rápido. Gracias a esta alerta que el estrés le dio a tu cuerpo, esquivas el auto de un salto y estás a salvo. ¡Uf!

Una vez que estás a salvo, tu cerebro desactiva la alerta del estrés. Tu cuerpo desactiva las hormonas del estrés. Como las hormonas del estrés dejan de fluir, tu cuerpo regresa al estado normal sin estrés. Tu cuerpo y tu mente se calman. Miras a ambos lados y cruzas la calle de forma segura.

La alerta de estrés de tu cuerpo también recibe el nombre de lucha, huida o parálisis. Esto se debe a que el estrés te prepara para luchar más arduamente, huir más rápido o paralizarte en el lugar si es necesario.

El estrés puede ayudarte a enfrentar un gran momento.

Supongamos que es tu turno de competir en un deporte, hacer una prueba para formar parte de un equipo, cantar en público, entrar a un escenario o exponer en clase. Estas cosas no son peligrosas. Pero pueden hacerte sentir estresado.

En momentos como estos, las hormonas del estrés pueden hacer que el corazón lata más rápido. Tal vez te tiemblen las manos o las piernas. Quizás sientas un "nudo" en el estómago. Pero no tienes que dejar que estos sentimientos te impidan lucirte.

Intenta pensar en ellos como los sentimientos que tiene el cuerpo frente a una inyección de energía. Haz que se conviertan en la señal para prepararte, alistarte y concentrarte.

Si el estrés se siente muy fuerte en tu cuerpo, inhala lenta y profundamente. Después deja salir todo el aire. Repítete a ti mismo: "Puedo hacerlo”. Ármate de coraje. Siente los pies sobre el suelo y párate firmemente. Vuelve a respirar lentamente. Y luego avanza y da lo mejor de ti. Cuando enfrentes tu desafío, es probable que el estrés se alivie.

Afrontar momentos importantes como estos puede resultar estresante. Pero con práctica, puedes volverte un experto en manejar estas cosas. Cada vez que lo hagas, te sentirás menos estresado y más confiado.

El estrés puede llevarte a prepararte.

Tienes un examen, una prueba deportiva o un gran acontecimiento en los próximos días. Tal vez te sientas un poco estresado por eso. Esto puede ser algo bueno. Permite que el estrés te recuerde que debes estudiar, prepararte o entrenar. Cuando llegue el gran momento, te sentirás menos estresado. Te sentirás preparado.

¿Qué puedes hacer si sientes demasiado estrés o preocupación por una evaluación o una prueba deportiva? El exceso de estrés puede afectarte. Puede hacer que evites prepararte para lo que viene. Y esto hace que sea más difícil dar lo mejor de ti.

Si tienes miedo o te preocupas por algo que se avecina, o si sientes un nudo en el estómago con solo pensar en eso, habla con un adulto. Pídeles a tus padres, tu maestro o a otro adulto que te ayuden a aprender formas de reducir el estrés. De esa manera, te será más fácil manejar las evaluaciones y las pruebas deportivas (y otros momentos importantes).

El estrés puede indicarte que existe un problema que necesita de tu atención.

Un problema difícil de enfrentar o un problema que continúa por un tiempo puede causar un poco de estrés. Por ejemplo, algunas personas enfrentan una lesión o enfermedad grave, o acoso o bullying. Otras tienen padres que pelean mucho o que deciden separarse. A algunas se les ha muerto un ser querido. Algunas personas atraviesan traumas, abusos o injusticias. Otras no se sienten seguras o aceptadas. Algunas han visto actos de violencia en su familia, su comunidad o en los medios.

El estrés de este tipo no se pasa del mismo modo que después de una evaluación o una prueba deportiva. Con el estrés de este tipo, las hormonas del estrés pueden quedar activadas en un nivel bajo. Cuando un problema continúa, tal vez te sientas estresado durante mucho tiempo. Esto puede ser complicado.

Para aliviarte de este tipo de estrés, necesitas apoyo. Y necesitas ayuda con el problema que lo está causando.

Si sientes estrés de este tipo, es momento de hablar con un adulto en quien confíes. Este puede ser el primer paso para lograr aliviar tu estrés y recibir ayuda con el problema.

Revisor médico: D'Arcy Lyness, PhD
Fecha de revisión: agosto de 2022