La medicina para el asma viene en dos tipos principales: medicaciones
de control y medicaciones de
rescate. Las medicaciones de rescate, también denominadas medicaciones de alivio
rápido o de acción rápida, surten efecto inmediatamente y tratan los síntomas del
asma cuando surgen. Estos tipos de medicinas a menudo se inhalan directamente en los
pulmones, donde abren las vías respiratorias y alivian normalmente en cuestión de
minutos los síntomas tales como resuello, tos, y respiración entrecortada. Pero aunque
son efectivas, las medicaciones de rescate no tienen efecto a largo plazo.
Las medicaciones de control, también denominadas medicación preventiva o de mantenimiento,
requieren un período de tiempo para reducir la inflamación de las vías respiratorias
y ayudar a prevenir los síntomas del asma. Estas pueden ser inhaladas o pueden ser
ingeridas como píldora o líquido.
Medicaciones de rescate
Los broncodilatadores
de acción rápida, generalmente proporcionadas por un inhalador o un nebulizador,
aflojan los músculos contraídos alrededor de las vías respiratorias inflamadas y son
las medicaciones de rescate más frecuentemente recetadas. La más común de ellas es
llamada beta-2 agonistas. Estas medicinas son relacionadas con la adrenalina y generalmente
proporcionan en pocos minutos alivio temporal de los síntomas.
Si el broncodilatador no resuelve una crisis asmática severa, se peden administrar
otras medicinas por boca o inyección para ayudar al tratamiento.
Si a su hijo le han recetado medicaciones de rescate, es importante mantener estas
medicinas a mano. Esto significa mantenerlas en casa, en el paseo, en la práctica
deportiva, e incluso durante las vacaciones.
Las medicaciones de rescate, aunque importantes para el tratamiento del asma, pueden
ser usadas en exceso. Hable con el médico de su hijo acerca de cuántas veces su niño
debe usar esta medicina. Si resulta demasiado, el médico puede recetar también una
medicación de control, para evitar que ocurran la crisis asmáticas.
Medicaciones de control
Porque las vías respiratorias de su hijo pueden inflamarse aún entre crisis asmáticas,
las medicaciones de control pueden ser necesarias para prevenir una crisis asmática
inesperada. Las medicaciones de control de efecto prolongado pueden tardar semanas
en empezar a tener efecto, pero cuando esto sucede ellas previenen inflamación de
las vías respiratorias y mantienen los pulmones limpios de mucosidad.
Hay una variedad de medicaciones de control, pero los córtico-esteroides inhalados
son muy comunes. Estos son ingeridos generalmente por un inhalador o nebulizador.
A pesar de su nombre, los córtico-esteroides no son los mismos esteroides usados por
algunos atletas para incrementar su desempeño. Estas medicinas son formas seguras
y de eficacia comprobada para el tratamiento del asma.
De hecho, los córtico-esteroides inhalados constituyen el tratamiento preferido
a largo plazo para niños con síntomas frecuentes de asma. Las investigaciones han
demostrado que esta medicina mejora el control del asma, y su riesgo de causar efectos
negativos a largo plazo es mínimo. (Pero los córtico-esteroides que se toman en forma
de líquido o píldora pueden causar efectos secundarios si son usados diariamente por
un período largo de tiempo.)
Los broncodilatadores de acción prolongada pueden ser usados también como medicaciones
de control. Relajan los músculos de las vías respiratorias hasta por 12 horas, pero
no pueden ser usados para el alivio rápido de síntomas, porque no comienzan a tener
efecto inmediatamente.
Aunque su hijo tome medicaciones de control regularmente, las de rescate serán
necesarias todavía para manejar la crisis asmática cuando ésta ocurra.
Trabajar con el médico
El médico de su hijo determinará qué tipo de medicina necesita su niño, dependiendo
de cuán frecuente y severos son los síntomas del asma. Se puede cambiar tanto el tipo
como la dosis de la medicina que su hijo necesita con el fin de tener a su hijo con
la cantidad más baja de la medicina necesaria para el manejo efectivo del asma.
Porque usted pasa más tiempo con su hijo que el médico, usted juega un papel importante
en el tratamiento del asma de su hijo. Por ejemplo, usted puede llevar la cuenta de
la efectividad de la medicina usando un medidor
de flujo espiratorio. Puede anotar también información en un diario del asma y
pedir que su médico prepare un plan
de acción contra el asma, si usted todavía no lo tiene. Informando al médico de
cualquiera preocupación o cambio en los síntomas de su hijo, puede proporcionar información
que ayudará al doctor a escoger el mejor tratamiento.
Fecha de revisión: febrero de 2015