¿Quién puede desarrollar un síndrome de taquicardia
ortostática postural?
El síndrome de taquicardia ortostática postural afecta más
a las niñas que a los niños, y es más frecuente cuando uno o
los dos progenitores padecen este síndrome. Suele aparecer a principios o mediados
de la adolescencia.
Los adolescentes que padecen los siguientes trastornos también presentan
a menudo el síndrome de taquicardia ortostática postural:
¿Cómo se diagnostica el síndrome de taquicardia
ortostática postural?
No hay ninguna prueba que, aplicada de forma exclusiva, permita diagnosticar el
síndrome de taquicardia ortostática postural. Los médicos empiezan
haciendo una exploración física completa y recopilando los antecedentes
médicos del niño.
El síndrome de taquicardia ortostática postural provoca un incremento
de la frecuencia cardíaca en 40 latidos o más por minuto dentro de los
primeros 10 minutos cuando alguien pasa de la posición supina (acostado boca
arriba) a la posición de estar pie. La frecuencia cardíaca aumenta considerablemente,
mientras la tensión arterial desciende poco o nada. Los médicos pueden
medir estos datos fácilmente.
Algunas veces los médicos hacen una prueba llamada "prueba de la mesa basculante".
En esta prueba, una persona se sujeta con unas correas a una mesa especial, que se
inclina de la posición de estar acostado a la posición de estar de pie,
mientras se registra la frecuencia cardíaca y la tensión arterial.
Los médicos también se aseguran de que el problema no se deba a una
causa que no tenga que ver con el sistema nervioso autónomo. Dependiendo de
los síntomas, se pueden hacer pruebas en otras partes del cuerpo. En esas pruebas,
se puede analizar la sangre, explorar el corazón, el cerebro, los ojos, los
oídos, los riñones, los músculos, los nervios, las hormonas,
el tubo digestivo u otras partes del cuerpo. Por lo general, se confirma el diagnóstico
de síndrome de taquicardia ortostática postural cuando los síntomas
se han manifestado durante varios meses y no se encuentran otras causas que los expliquen.
Si una persona tiene el síndrome de taquicardia ortostática postural,
el equipo médico buscará las razones de que el sistema nervioso autónomo
no reaccione con normalidad a la conducta de ponerse de pie. Encontrar una respuesta
puede ayudar a que funcionen bien los tratamientos.
¿Cómo se trata el síndrome de taquicardia ortostática
postural?
El síndrome de taquicardia ortostática postural es un problema crónico
(de larga duración). Por eso, los médicos intentan prevenir y controlar
las cosas que lo provocan. Así, no será necesario que un niño
o adolescente tome medicamentos durante mucho tiempo.
Los tratamientos útiles incluyen los siguientes:
- aumentar el consumo de agua y sal
- dormir mejor y durante más tiempo
- aumento progresivo del ejercicio, empezando con ejercicios en posición
sentada, reclinada u horizontal (como remar, montar en bicicleta reclinada y nadar)
- usar medias de compresión (que aprietan ligeramente)
- elevar la cabecera de la cama para que siga habiendo cierta presión en
los vasos sanguíneos de las piernas mientras se duerme
- asesoramiento psicológico para ayudar a controlar el estrés y las
situaciones que desencadenan los síntomas
El sistema nervioso autónomo interviene en muchas funciones corporales;
por lo tanto, controlar todos los síntomas relacionados con él puede
ser difícil. Algunas veces, los pacientes prueban varios tratamientos diferentes
para saber qué funciona mejor sin provocar efectos secundarios desagradables.
Puede ser necesario acudir a múltiples visitas médicas hasta encontrar
la mejor combinación de tratamientos que mejore los síntomas.
De cara al futuro
Los síntomas del síndrome de taquicardia ortostática postural
suelen mejorar con el tiempo. En muchos casos, desaparecen por completo a medida que
crecen los niños. Si se consigue corregir una causa clara y tratable, es probable
que los síntomas desaparezcan más deprisa.
Fecha de revisión: abril de 2018