Primeros auxilios: asfixia por aspiración
Los atragantamientos que llevan a una asfixia por aspiración pueden ser urgencias de riesgo vital. Si hijo puede estar teniendo una asfixia por aspiración si, de repente:
- empieza a jadear o a boquear, esforzándose por respirar
- no puede hablar, llorar ni emitir sonidos
- se le empieza a poner la cara azul
- se sujeta la garganta y/o agita los brazos
- parece aterrado
¿Cómo actuar?
Si su hijo sufre una asfixia por aspiración llame al teléfono de emergencias (911 en EE.UU.), o haga que llame otra persona. Si tiene experiencia en hacer compresiones o empujes abdominales (también conocidos como maniobra de Heimlich), hágaselos de inmediato. De todos modos, si no se hace correctamente, esta maniobra podría lesionar a su hijo.
No intente meterle los dedos en la boca para sacarle el objeto de la garganta o de la boca ni le dé palmaditas en la espalda. Cualquiera de estas conductas podría empujar el objeto todavía más hacia abajo en la vía respiratoria y empeorar la situación.
Tenga en cuenta lo siguiente:
- Si su hijo tiene náuseas y tose, pero no puede respirar ni hablar, sus vías respiratorias no están obstruidas por completo y lo mejor es no hacer nada. Lo más probable es que su hijo se encuentre mejor después de un buen golpe de tos.
- Si su hijo ha tenido una asfixia por aspiración y ahora está inconsciente y ha dejado de respirar, haga que alguien llame al 911. Si tiene experiencia, hágale de inmediato la reanimación cardiopulmonar (RCP).
- Lleve a su hijo a un centro médico después de cualquier episodio de asfixia por aspiración que sea grave, sobre todo si le queda una tos duradera o jadea. Si su hijo tiene problemas para respirar o para tragar, llévelo a un servicio de urgencias médicas.
¡Anticipar es la mejor prevención!
He aquí 4 formas de prevenir la asfixia por aspiración:
- Los niños menores de 4 años deben evitar comer alimentos con los que sea fácil atarantarse, como los frutos secos, las zanahorias crudas, las palomitas de maíz y la golosinas duras o pegajosas. Córtele alimentos como los perritos calientes o las uvas en trozos pequeños.
- Asegúrese de que, a la hora de comer, su hijo se siente, dé mordiscos de tamaño reducido y de que no hable ni se ría con la boca llena mientras come.
- Recoja del suelo cualquier cosa que pueda ser peligrosa si se traga, como globos desinflados, capuchones de bolígrafo, monedas, cuentas y pilas. Guarde los juguetes o los aparatos que dispongan de partes pequeñas fuera del alcance de su hijo.
- Aprenda a hacer las técnicas de los empujes abdominales y las de RCP, que se suelen enseñar como parte de los cursos de primeros auxilios.