Es más fácil estar de acuerdo que en desacuerdo. Pero podemos aprender mucho de
las conversaciones en las que no coincidimos en nuestros puntos de vista, siempre
que seamos capaces de escuchar y hablar de manera racional.
Por desgracia, la mayoría o bien no nos atrevemos a mostrar nuestro desacuerdo
o bien perdemos los papeles cuando las cosas no van como nos gusta. Estos 5 consejos
pueden ayudarte a mantener los desacuerdos de una manera constructiva, tanto si estás
hablando con tus padres, un amigo o cualquier otra persona:
- No hagas de ello algo personal. Si te sientes irritado, recuerda
que lo que te enoja es la idea o concepto que defiende tu padre (o amigo, tutor, compañero,
etc.), no la persona.
- Evita despreciar las ideas y creencias de la otra persona. Si
alguna vez te ha tocado recibir el ataque o el desprecio de alguien, ya sabrás qué
importante es usar un lenguaje y un comportamiento respetuoso. Así que en vez de decir
lo que puedes estar pensando (¡Qué estupidez!), prueba esto: "No estoy de acuerdo
con eso por esta razón…". Resiste la tentación de gritar, utilizar el sarcasmo
o hacer comentarios despectivos, y así es mucho más probable que lo que tengas que
decir se entienda.
- Utiliza frases en primera persona (yo) para comunicar cómo te sientes,
lo que piensas y lo que quieres o necesitas. Hablar del otro (tu) puede dar
la impresión de que estás discutiendo. Por ejemplo, decirle a tu madre o a tu padre
"Siempre me recuerdas mis tareas los miércoles cuando sabes que tengo un montón de
deberes" suena muy diferente que decir "me siento muy agobiado, porque hoy tengo muchos
deberes. ¿Puedo hacer esas tareas mañana?"
- Escucha el punto de vista del otro. Escuchar bien es una manera
de mostrar que respetas y entiendes el punto de vista de la otra persona. Esto hará
más probable que ella haga lo mismo contigo. Cuando la otra persona hable, trata de
no pensar por qué no estás de acuerdo o lo que le vas a contestar. En vez de eso,
pon atención en lo que está diciendo. Cuando sea tu turno de hablar, repite cualquier
punto importante que la otra persona haya mencionado para demostrar que escuchaste
y oíste lo que dijo. Luego, con tranquilidad, explica tus argumentos y por qué no
estás de acuerdo.
- Mantén la calma. Esto es lo más importante que puedes hacer en
una conversación. Desde luego, es todo un reto conservar la calma y ser razonable
cuando te sientes enfadado o exaltado por algo, sobre todo si la persona con la que
estás hablando lo hace acaloradamente. Puede que sea necesario que te comportes como
la persona madura que sabe llevar tranquilamente la conversación, aunque el otro sea
uno de tus padres o alguien que debería saber mejor cómo hacerlo.
Por supuesto, el respeto no sólo debe tenerse en cuenta en las conversaciones difíciles.
Ser amable y considerado con los miembros de tu familia, profesores o consejeros escolares
en las actividades cotidianas nos ayudará (¡a los padres incluidos!) a sentar las
bases para los momentos en que podamos no estar de acuerdo.
Revisado: D'Arcy Lyness,
PhD
Fecha de revisión: febrero de 2015