¿Qué ha de hacer un amigo?
He aquí algunas formas en que puedes ayudar a tu amigo:
Entra en los detalles. Averigua a qué alimentos es alérgico
tu amigo y cuáles son los síntomas propios de las reacciones alérgicas.
Hay muchos síntomas que aparecen de inmediato: sarpullido, cosquilleo en la
lengua o la boca, dificultades para respirar. Pero hay otros que pueden tardar más
tiempo en aparecer. Aprende el modo en que tu amigo ha reaccionado al alimento alergénico
en el pasado, pero no te detengas ahí. A veces, una misma alergia se puede
presentar de formas diferentes en momentos diferentes. Cuanto más te familiarices
con lo que puede ocurrir, más fácilmente podrás identificar los
desencadenantes y adoptar las medidas oportunas si algo empezara a ocurrir.
Dos mentes piensan más que una. Ayuda a tu amigo a conectar
cualquier síntoma corporal que pueda presentar con la posibilidad de que esté
relacionado con su alergia alimentaria. Por ejemplo, si empezáis una clase
después de comer y tu amigo se encuentra indispuesto o mareado, podría
tratarse de algo distinto a una gripe, podría ser una reacción a algo
que ha tomado a la hora de comer.
Tómatelo en serio. Algunas alergias alimentarias pueden
ser de riesgo vital. Si ves que tu amigo está a punto de comerse algo que sospechas
que le podría desencadenar síntomas alérgicos, díselo
bien claro. Esto es especialmente importante cuando lo veas distraído o te
parezca que no está prestando suficiente atención a lo que come. Por
ejemplo, el hecho de haber consumido alcohol puede interferir en la capacidad de una
persona para tomar buenas decisiones.
Si tu amigo empieza a presentar síntomas, no les quites importancia, reacciona
y pide ayuda. Las dificultades para respirar, el desmayo y la opresión de garganta
pueden ser signos de una anafilaxia, una reacción alérgica grave que
puede llevar a una muerte súbita. Es muy importante que pidas ayuda de inmediato
para detener estos síntomas.
Sabe cómo debes actuar. ¿Qué medicamento
utiliza tu amigo para tratar la reacción alérgica? ¿Dónde
lo guarda? Averigua qué aspecto tiene y cómo se utiliza para poderlo
ayudar en el caso de que empezara a presentar una reacción grave. Si tu amigo
utiliza inyectables de adrenalina (o epinefrina), pídele que te enseñe
cómo funcionan y aprende a utilizarlos por si él no fuera capaz de hacerlo.
No compartas tu comida con él. La gente con alergias graves
necesita ser muy cuidadosa con la forma de preparase la comida. Por lo tanto, ese
bocadillo de pavo que te preparaste en el mismo mármol donde tu hermano se
acababa de preparar un bocadillo de manteca de cacahuete podría ser un verdadero
problema para tu amigo. También es muy recomendable que no compartas los cubiertos
con tu amigo para que no se exponga por error a posibles alérgenos. Esto no
significa que tu amigo no pueda compartir su comida contigo (suponiendo que tú
no eres alérgico a lo que él ingiere, por descontado). Tal vez descubras
algunos nuevos y deliciosos manjares, pero asegúrate siempre de lavarte primero
las manos.
Esto nos lleva directamente al siguiente consejo:
Lávate las manos con agua y jabón después de comer.
Por descontado, todos sabemos que es importante lavarse las manos antes de comer.
Pero, si también te las lavas después de comer, podrás salvarle
la vida a tu amigo si has ingerido alimentos a los que él es muy alérgico.
Asegúrate de enjabonarte bien las manos y de utilizar agua tibia o caliente.
Los geles antisépticos y las toallitas húmedas para manos no sirven
para eliminar todos los alérgenos.